África

Berkeley

Hallan una proteína clave para frenar el dengue

La enfermedad avanza en Taiwán con más de 6.800 casos y 18 muertes confirmadas

Dos equipos de investigadores han descubierto una proteína del virus del dengue que juega un papel fundamental en las fugas que sufren los vasos sanguíneos de las personas que padecen la versión hemorrágica de la enfermedad.

Los resultados de estos estudios, publicados en la revista Science Transnational Medicine, abren una potencial vía para el desarrollo de vacunas y nuevas terapias contra el dengue, asegura la publicación especializada estadounidense.

Hasta ahora, no se conoce un tratamiento efectivo para curar el dengue, la enfermedad más común transmitida por la picadura de un mosquito, y que afecta a unas 100 millones de personas cada año en todo el mundo.

Aunque la mayor parte de los pacientes desarrollan sólo una fiebre ligera sin complicaciones, en algunos pacientes se da un agravamiento que lleva al sistema inmunológico a provocar una filtración masiva de los vasos sanguíneos y a un shock tóxico que puede causar la muerte.

Pese a que el avance de la infección hacia esa situación de gravedad está poco estudiado, dice el artículo, los equipos investigadores de las universidades de California en Berkeley y de Queensland, en Australia, descubrieron una proteína secretada por el virus del dengue que lo ayuda a reproducirse y evadir el sistema inmune.

Dicha proteína, llamada NS1, posiblemente sea la culpable de las hemorragias vasculares asociadas con la versión más grave de la enfermedad, aseguran los investigadores.

El equipo de la universidad australiana determinaron en estudios con células inmunes de ratones y de humanos que la NS1 lleva a las células a emitir moléculas proinflamatorias y a acumularse en las paredes de los vasos sanguíneos haciéndolos porosos.

El estudio sugiere que la NS1 se comporta como una toxina viral del mismo modo que lo hacen ciertas toxinas bacterianas.

En el trabajo de la Universidad de Berkeley, los científicos verificaron que las vacunas con la proteína NS1 protegieron a los ratones de laboratorio del desarrollo del dengue hemorrágico.

El informe asegura que la proteína NS1 en los cuatro tipos de virus conocidos que causan el dengue son capaces de provocar hemorragias en los humanos, al dañar las células endoteliales, es decir, la que forman el tejido que recubre la zona interna de los vasos sanguíneos.

Mientras que los ratones que no recibieron tratamiento murieron por la enfermedad, los vacunados con NS1 de cada tipo de dengue sobrevivieron a la infección, según el estudio.

El dengue, transmitido por el mosquito Aedes Aegypti, es una enfermedad endémica en algunas zonas tropicales, subtropicales e incluso templadas de la India, sudeste de Asia, Centro y Sudamérica, el Caribe y África central y occidental.

Aumentan los contagios en Taiwán

Mientras, el dengue avanza estas semanas en Taiwán en número y expansión geográfica, con 6.872 casos y 18 muertes confirmados desde el primero de mayo y con creciente incidencia no sólo en la ciudad portuaria de Kaohsiung sino también en Tainán, informó hoy el Centro de Control de Enfermedades (CCE).

El número de muertes confirmadas en esta epidemia de dengue que afecta a Taiwán pasó de 10 a 18 el miércoles y se investigan otros 15 casos sospechosos, informó hoy el CCE.

En Taipei, la capital, se han registrado siete casos de dengue, que ya se ha extendido a 19 ciudades y condados, aunque los lugares en que se ha propagado con más velocidad son las ciudades Tainán y Kaohsiung, ubicadas al sur de la isla, donde se han registrado 6.069 y 702 casos respectivamente, según datos de CCE.

«El dengue en Tainán y Kaohsiung no está aún bajo control, pero en Kaohsiung ha disminuido el ritmo del contagio», dijo hoy, en rueda de prensa, el director general del CDC, Steve Kuo.

Taiwán ha sufrido numerosas epidemias de dengue en los siglos XX y XXI, con fuertes repuntes en 1942, 1981 y 1988, y centradas en su mayoría en Kaohsiung debido a la climatología de la zona, que con más humedad y calor ayuda a la presencia de mosquitos que propagan la enfermedad.