Prevención

La educación infantil previene el desarrollo de la psicosis juvenil

Valentín Fuster asegura que «al igual que en Cardiología, también se puede hacer intervención precoz en salud mental»

Valentín Fuster, durante su intervención
Valentín Fuster, durante su intervenciónlarazon

Valentín Fuster asegura que «al igual que en Cardiología, también se puede hacer intervención precoz en salud mental»

Una de cada cuatro personas sufrirá algún tipo de problema de salud mental a lo largo de su vida. En esta contienda, las estadísticas reflejan que en nuestro país existen 10.000 nuevos casos de psicosis al año, trastorno que tiene especial incidencia entre los más jóvenes, concretamente entre los 15 y los 30 años, según datos de la Sociedad Española de Psiquiatría (SEP). Con estas cifras sobre la mesa, el reto de las principales entidades de salud mental se centra en la intervención temprana de esta patología. Así, bajo el título de «Jóvenes y Psicosis, ¿qué podemos hacer?», el pasado jueves se celebró en Madrid un foro organizado por la Alianza Otsuka-Lundbeck que giró en torno a la necesidad de invertir más recursos en salud mental con el objetivo de replantear un nuevo enfoque en el abordaje de la psicosis que busque, entre otros aspectos, una detección temprana de esta enfermedad.

Puestos a buscar herramientas para dar con la clave de un diagnóstico precoz, la experiencia del reconocido cardiólogo Valentín Fuster es un gran espejo en el que mirarse, de ahí que fuera el invitado estrella de esta cita. «El futuro de la Medicina está en la prevención, pero nuestro error actual es dar más valor a la tecnología que diagnostica que a dicha prevención. Y esta premisa es válida tanto para la enfermedad cardiovascular que yo manejo como para las patologías mentales», aseguró Fuster durante su intervención, quien fue contundente al afirmar que «se puede hacer intervención precoz también en salud mental. Nuestra conducta como adultos tiene mucho que ver con lo que vivimos durante la infancia, de ahí que la educación infantil pueda ayudar a prevenir el desarrollo de la psicosis».

Prevenir desde la infancia

El ejemplo de Valentín Fuster no es baladí, pues él lidera en primera persona varios proyectos de investigación a nivel mundial centrados en la educación de niños de entre tres y seis años, cuyos resultados ya comienzan a demostrar que enseñar hábitos saludables entre los más pequeños (como hacer ejercicio o comer sano) mejora la calidad de vida a largo plazo, «y no sólo de los niños, pues esto implica también a las familias y a los educadores. Es un tema absolutamente de conducta, que es precisamente el secreto de la prevención de las enfermedades cardiovasculares», explicó Fuster.

Las principales entidades relacionadas con la salud mental en España ya han cogido el guante lanzado por el prestigioso cardiólogo para trabajar en pro de la prevención. Pero mientras eso toma forma, resulta esencial trabajar en la detección precoz.

En este sentido, el vicepresidente de la SEP, Celso Arango, confirmó que «implementar programas de atención temprana permitirá a los jóvenes con primeros episodios psicóticos una más rápida recuperación y un mejor pronóstico». Actuar a tiempo es vital, pues tal y como detalló Arango, «en España pueden transcurrir dos años entre la aparición de los primeros síntomas y el primer contacto terapéutico, de ahí que una eficaz respuesta inical fomentará una rápida recuperación, un mejor pronóstico y un menor deterioro funcional y cognitivo. Además, contribuirá a un mejor desarrollo psicológico y social de la persona».

Actualmente en España existen unidades de intervención precoz para jóvenes con primeros episodios psicóticos, pero sólo Cataluña y Navarra tienen programas de intervención precoz para psicosis que cubran a toda la población. «En concreto, en nuestro país hay 48 programas de intervención precoz, pero tan sólo 22 de ellos son efectivos», matizó Arango. Por ello, las entidades de salud mental reclaman una mayor inversión que permita dar más alas a estas unidades, ya que, «tal y como demuestran las estadísticas realizadas en Reino Unido, además de un mejor curso de la patología, menos suicidios, menos ingresos hospitalarios y mayor integración laboral de las personas tratadas en estos programas, suponen en sí mismos un ahorro al sistema público, ya que por cada libra invertida se ahorran otras 18», confirmó Arango.

Durante la jornada también se anunció el ganador del Premio Jóvenes y Psicosis 2018, que recayó en la app ¡Conéctate! de la Asociación para la Promoción de la Salud Mental en la Infancia y Adolescencia (Apsmia), que recibirá una dotación económica de 30.000 euros para poder implementarla.