
Conflictos
Los 'bares flotantes' se apoderan del mar en Formentera con precios abusivos
Estas barcas que suponen una competencia desleal venden cocktails a las personas que navegan en embarcaciones de las islas por precios que rondan entre los 15 y los 20 euros

El operativo realizado hace dos semanas por la Policía Local de Formentera no ha logrado frenar un fenómeno que se repite cada verano y que este año ha dado un paso más: la proliferación de vendedores ambulantes que, además de ocupar la arena, también invaden el mar.
En la última intervención, los agentes interceptaron una embarcación que ofrecía bebidas alcohólicas y otros productos a bañistas, una actividad completamente ilegal que no solo incumple la normativa municipal, sino que también vulnera la seguridad alimentaria.
Durante el registro se incautaron nueve botellas de ron y vodka, 13 bolsas de hielo, vasos y pajitas de un solo uso. La embarcación, además, ofrecía sus “servicios” a yates y barcos fondeados en las proximidades de la playa.
Sanciones de hasta 1.600 euros
De acuerdo con la normativa vigente, la venta ambulante de este tipo conlleva sanciones de hasta 1.600 euros. Sin embargo, tanto esta operación como la instalación de una caseta de vigilancia en Ses Illetes han tenido un impacto limitado. Los bares flotantes continúan operando y generando quejas constantes por parte de vecinos y empresarios del sector, que denuncian la falta de control efectivo en las aguas de la isla.
Según apuntan fuentes del sector náutico, cada día pueden llegar a circular hasta una decena de embarcaciones dedicadas a la venta de bebidas y otros productos sin licencia, sin control sanitario y a precios muy elevados. Incluso se ha detectado la venta de productos perecederos, como fruta fresca, sin cumplir las mínimas condiciones de refrigeración.
S'Estany des Peix: un punto problemático
El punto de amarre del Estany des Peix se ha convertido en uno de los enclaves más utilizados por estas embarcaciones. Se señala que algunos de estos barcos, registrados como embarcaciones de recreo, operan en la práctica como negocios de hostelería ambulante, eludiendo impuestos, tasas de amarre y controles sanitarios.
La situación genera un doble problema: por un lado, la competencia desleal que sufren los negocios que cumplen con la normativa, pagan impuestos y mantienen un servicio legal; por otro, el riesgo para la salud de los consumidores, que desconocen si las bebidas o alimentos han sido conservados en condiciones adecuadas.
El Consell Insular de Formentera recuerda que la venta ambulante en playas y aguas del litoral está expresamente prohibida, especialmente cuando supone un riesgo para la salud pública. Las autoridades insulares insisten en que residentes y visitantes deben evitar consumir este tipo de productos para no contribuir al mantenimiento de una actividad clandestina que, además, afecta negativamente a la imagen del destino.
En pleno parque natural
Por su parte, la Policía Local mantiene activo un dispositivo especial de vigilancia durante los meses de verano, con presencia diaria en el Parque Natural de Ses Salines y otros puntos del litoral. No obstante, la falta de medios para cubrir las aguas y el creciente número de embarcaciones ilegales hace que, en muchos casos, estas actividades continúen con total impunidad.
La problemática de los bares flotantes se suma a otros retos que enfrenta Formentera en plena temporada alta, como la saturación de sus playas y la presión sobre los recursos naturales, recordando la necesidad de reforzar los controles y la coordinación entre administraciones para preservar tanto la seguridad de los bañistas como el equilibrio económico de la isla.
✕
Accede a tu cuenta para comentar