Vivienda
La ciudadanía balear destina casi la mitad de sus ingresos al alquiler o la compra de una vivienda
Un estudio del portal inmobiliario Idealista arroja que la población de las islas destina un 47% de sus ganancias a arrendar una vivienda y un 42% a la compra de un inmueble
Baleares y Málaga se han situado a la cabeza del ranking nacional de regiones donde las familias deben realizar un mayor esfuerzo económico para acceder a una vivienda, ya sea en régimen de alquiler o en propiedad. Así lo revela un estudio publicado este miércoles por el portal inmobiliario Idealista, que alerta de una situación de "absoluta emergencia" habitacional, especialmente en el mercado del alquiler.
Según el informe, las familias en Baleares destinan el 47 % de sus ingresos mensuales al pago del alquiler, muy por encima del umbral del 30 % que recomiendan los expertos en sostenibilidad financiera. En el caso de la compra de vivienda, el esfuerzo económico tampoco resulta más asumible: alcanza el 42 %, lo que coloca a la comunidad balear en una posición crítica dentro del panorama nacional.
El estudio, basado en datos del primer trimestre de 2025, destaca que ninguna de las dos fórmulas de acceso a la vivienda resulta actualmente asequible para una gran parte de la población residente en el archipiélago. Esta presión se ha ido acentuando con el paso del tiempo y se ha agravado por la falta de oferta y la escalada de precios, especialmente en las zonas turísticas o con mayor demanda residencial.
Palma, entre las capitales más tensionadas
El análisis por ciudades sitúa a Palma como la segunda capital española donde el alquiler representa un mayor esfuerzo para las familias, con un 41 % de sus ingresos. Solo Barcelona la supera, con un 46 %. Además, Palma encabeza, junto a San Sebastián, el listado de ciudades donde el esfuerzo necesario para la compra supera incluso al del alquiler, también con un 41 %, una cifra alarmante que vuelve a superar con creces el máximo recomendable.
Aunque Palma ha experimentado una ligera mejora en el acceso a la compra en comparación con el mismo periodo del año anterior —dos puntos menos—, sigue siendo una de las ciudades más tensionadas del país. En cambio, el acceso al alquiler no ha mostrado ninguna señal de alivio: Idealista subraya que ninguna capital española ha conseguido reducir el porcentaje de ingresos destinados al arrendamiento en los últimos doce meses, lo que evidencia una tendencia de deterioro sostenido.
Una situación insostenible
El portavoz de Idealista, Francisco Iñareta, ha advertido de que los niveles actuales de esfuerzo económico no son sostenibles a medio plazo y podrían tener consecuencias graves en la estabilidad social y económica de las regiones más afectadas. “Estamos ante una situación límite que requiere medidas urgentes, especialmente en lugares donde la presión sobre la vivienda está expulsando a la población local”, ha declarado.
El informe añade que el desequilibrio entre oferta y demanda continúa siendo el principal motor del encarecimiento de la vivienda, agravado por la dificultad para construir nuevo parque público y la elevada presión turística. En comunidades como Baleares, donde la tensión inmobiliaria es estructural y no estacional, la situación se vuelve especialmente compleja, con consecuencias directas en la desigualdad y la cohesión social.
Mientras tanto, los hogares siguen destinando más de lo que pueden permitirse para poder mantener un techo, sin que las medidas adoptadas hasta ahora hayan logrado revertir la tendencia. La vivienda, más que nunca, se ha convertido en uno de los principales factores de precarización para las clases medias y trabajadoras en Baleares.