Polémicas
Un restaurante de Ibiza pide 36.000 euros a la mujer que denunció en redes que le habían cobrado un gancho para bolsos
El establecimiento, ubicado en la ciudad de Ibiza, ha emprendido acciones legales contra la clienta y le pide casi 40.000 euros en concepto de daños y perjuicios por su publicación en redes, que ha obtenido más de medio millón de visualizaciones
Un restaurante de cocina japonesa ubicado en el centro de Ibiza ha iniciado acciones legales contra una clienta que difundió en redes sociales la acusación de que el local intentó cobrarle 12 euros por un gancho para el bolso.
La dirección del establecimiento considera que se trata de una afirmación falsa que ha generado un daño considerable a su imagen y exige la retirada de las publicaciones, una rectificación pública y una indemnización de 36.000 euros, cifra que podría incrementarse en caso de que los perjuicios continúen.
La representante legal del restaurante sostiene que los mensajes de la usuaria en la red social X constituyen declaraciones “falsas y difamatorias” que han provocado un deterioro directo en la reputación del negocio y una caída en el número de reservas.
El origen de la polémica
El incidente se remonta al pasado 5 de agosto, cuando la clienta realizó una consumición en el establecimiento. Según relató después en redes sociales, una camarera le habría ofrecido utilizar un gancho para dejar el bolso sin advertirle de que tenía coste adicional. Posteriormente, aseguró que en la cuenta figuraba un cargo de 12 euros por ese concepto.
La publicación, acompañada de una imagen de lo que presentaba como la factura, se viralizó rápidamente en redes sociales y alcanzó más de medio millón de visualizaciones. La polémica se amplificó aún más cuando la asociación de consumidores Facua difundió la denuncia, generando una oleada de críticas contra el restaurante y comentarios de tono ofensivo hacia sus trabajadores.
La versión del restaurante
Desde el establecimiento aseguran que en ningún momento se intentó cobrar un suplemento por el uso de un gancho y que lo ocurrido fue un error involuntario al introducir los conceptos en la cuenta, que fue corregido inmediatamente antes de que se efectuara el pago, como ha publicado Diario de Ibiza. Por tanto, insisten en que no existió perjuicio económico para la clienta.
La dirección lamenta que, pese a esa aclaración, la usuaria difundiera en redes sociales un documento distinto a la factura real, presentando lo sucedido como una práctica engañosa. En palabras del establecimiento, esa difusión ha tenido “un efecto devastador en la reputación del local y, por extensión, en la hostelería de la isla”.
Acciones legales en marcha
El equipo jurídico ha solicitado la celebración de un acto de conciliación como paso previo a la interposición de una querella por calumnias con publicidad, un delito recogido en los artículos 205 y siguientes del Código Penal.
En ese procedimiento, el restaurante reclama la retirada de los mensajes publicados, la publicación de una rectificación en la misma red social y el pago de 36.000 euros en concepto de daños y perjuicios. La cantidad, señalan, podría ampliarse si la situación continúa generando un impacto negativo sobre el negocio.
La responsabilidad de los usuarios en redes
Desde el restaurante recalcan que las críticas forman parte del proceso de mejora continua y que siempre están abiertos a escuchar a los clientes, pero denuncian el “uso irresponsable” de las redes sociales como altavoz para difundir acusaciones falsas.
La abogada del negocio subraya que este caso ilustra un debate más amplio sobre la responsabilidad en la viralización de informaciones no contrastadas.
A su juicio, la justicia deberá determinar hasta qué punto son responsables tanto el autor de la publicación como las plataformas que la difunden y las organizaciones que amplifican el mensaje sin verificarlo previamente.