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Alimentación
La receta perfecta para hacer galletas de Navidad
Una elaboración sencilla que se puede hacer con ayuda de los niños
Las galletas caseras son un plato típico que no puede faltar en Navidad. Como desayuno o merienda, las más populares son las de mantequilla, aunque se les puede añadir cualquier otro ingrediente, como chocolate o frutos secos.
Su elaboración es bastante sencilla, por lo que se puede convertir en un entretenimiento para los más pequeños de la casa en estos días de fiesta.
Los ingredientes también son bastante básicos y están disponibles en cualquier tienda o supermercado. Para cocinar las galletas de mantequilla solo se necesitan 240 gramos de mantequilla, 400 g de harina, 150 g de azúcar, 1 huevo y un pellizco de sal.
El primer paso es dejar que la mantequilla coja temperatura ambiente sacándola de la nevera unos minutos antes. A continuación, se bate la mantequilla en punto pomada y el azúcar con unas varillas o un robot de cocina. Añadimos el huevo mientras seguimos batiendo. El siguiente paso es incorporar poco a poco la harina tamizada y la sal. Con las manos, o con una amasadora eléctrica, se amasa la mezcla hasta conseguir una pasta homogénea, sin grumos y que se despegue fácilmente. Con esta masa se forma una bola que se cubre con papel film y se deja reposar en la nevera entre 1 y 3 horas.
Una vez que la masa está fría, se estira con un rodillo sobre papel de horno o sobre la encimera espolvoreada de harina. La plancha de masa debe quedar con un grosor de medio centímetro, más o menos. Con un cortapastas se van cortando las galletas y con los restos se vuelve a hacer una bola para estirarla de nuevo e ir haciendo más galletas. En el mercado venden moldes especiales para estas fechas con formas de Papá Noel, de reno, de árbol de Navidad o muñecos de nieve.
Una vez que están cortada las galletas, se colocan sobre la fuente del horno forrado con papel sulfurizado. Se introduce la fuente en el horno, previamente calentado a 180 grados, y se dejan cocinar unos 10-15 minutos o hasta que estén doradas.
Una vez cocidas, con una espátula se colocan las galletas sobre una rejilla para que se enfríen y se endurezcan, ya que al salir del horno todavía están blandas.
Cuando ya están frías las galletas, se pueden decorar con un glaseado casero elaborado con 200 gramos de azúcar glas, una clara de huevo, zumo de limón y colorante alimentario. Es hora de poner la glasa en una manga pastelera y decorar las galletas al gusto. También se puede utilizar para decorar fondant de colores, que venden en las tiendas, o bañarlas en chocolate o mermelada.
Las galletas se pueden conservar en un bote cristal cerrado durante, al menos, una semana.
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