Fuenlabrada

Firme, Rivera

Firme, Rivera
Firme, Riveralarazon

¡Fírmela, señor Rivera! Firme la moción de censura contra Cristina Cifuentes y échele lo que debe echarle: principios. Le explico: son lo contrario de las frases y acciones mesiánicas, trileras, cosméticas, manidas, oportunistas, efímeras, volátiles y esclavas del marketing electoral y de los focos que tanto le gustan.

Luego, si acaso, encargue otra de sus encuestas, que es, de momento, lo único que ha aportado a la política y a la sociedad española.

Atrévase a dar un paso sin vaivenes y lance el Gobierno de la Comunidad de Madrid a las manos de la izquierda para que lo estrelle. Hágase responsable de esa decisión en lugar de jugar a los chantajes y explique a los madrileños que van a perder una Comunidad puntera en inversión, fiscalidad, empleo y protección social, que van a ver todo el progreso de estos dos años reducido a la nada porque a usted se lo ha revelado a golpe de talonario una encuesta.

De paso, desvele de una vez que su forma de hacer política es oportunista y aprovechada tipo a): ‘firmo acuerdo con el PSOE para derogar la Prisión Permanente Revisable, pero con más de dos millones y medio de españoles en contra, reculo’; b) ‘ni “mu” en mis propuestas sobre la equiparación salarial, pero en cuanto se llena el carro que pasa, me subo en marcha, c) ‘apoyo a un Gobierno socialista en Andalucía, pero ni le exijo ni le interfiero como al de Madrid‘.

Y ya puestos, afronte las mentiras en los curriculum de los suyos, los chanchullos de su formación en alguna localidad, -Fuenlabrada, sin ir más lejos-, para comprar los puestos de la lista electoral, la ruina que ha provocado su Gobierno de naranjas en Valdemoro y la sospecha pública del Tribunal de Cuentas sobre sus finanzas.

Yo le digo no a su ultimátum. Le digo no a condenar a los madrileños. Le digo no a otro nombre que no sea Cristina Cifuentes.

Ahora, si tiene principios eche lo que le tiene que echar, señor Rivera.

Lo mismo descubre que quien tiene en frente, Cristina Cifuentes, por ejemplo, le ha echado un par de cientos más que usted.