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Buenos propósitos para después del verano

Buenos propósitos para después del verano
Buenos propósitos para después del veranolarazon

Se acaba el verano. Bueno, en realidad se acaban las vacaciones, el relax, las salidas con los amigos y la familia, los aperitivos, disfrutar de la gastronomía, comer de todo sin preocuparnos de la báscula... y estos pequeños excesos pasan factura. Las vacaciones han sido estupendas, pero seguramente un poco descuidadas para la salud. Ahora llega el momento de cuidarse y retomar las buenas costumbres.

El tiempo de ocio ha llegado a su fin. Hay que volver a la rutina diaria, a los horarios de trabajo, de estudios, del cole de los niños... y hay que estar al cien por cien. Muchas personas, cuando vuelven de sus vacaciones con esos kilitos de más, suelen empezar alguna “dieta milagro” sin certeza científica alguna, cuyo efecto rebote tendrá consecuencias en la salud.

Para empezar los buenos propósitos lo primero que hay que hacer es fijar objetivos reales y razonables y siempre recomendados por un especialista. La estrategia a seguir para recuperar el peso normal y saludable debe comenzar por plantear metas a corto plazo, planificar las comidas y algo fundamental, hacer ejercicio físico de forma regular. “Es importante que el propósito sea concreto y medible, como por ejemplo consumir cinco raciones de frutas y verduras diarias, salir a correr dos días a la semana, etc. Puedes preparar tu propio calendario de intenciones, anotando cada una y señalando su cumplimento para medir tus progresos. Cada semana podrás aumentar la lista o mantener las que te has propuesto hasta el momento”, asegura Elena de la Fuente, nutricionista del Hospital Quirónsalud San José de Madrid.

Comer fuera de casa es uno de los problemas que se plantea a la hora de organizarse con las comidas. La mejor opción es llevarnos el “tupper” al trabajo para evitar el bocadillo rápido o el plato precocinado. Será mucho más fácil si se deja todo preparado la noche anterior, para evitar los madrugones y las prisas por la mañana, y elegir alimentos sanos, fundamentalmente platos de cuchara, ensaladas o pasta.

Otra recomendación saludable que debemos llevar a cabo es tan fácil como cambiar la ropa del armario cuando llega el frío: abrir el frigorífico y sustituir esos caprichos de verano como son los helados de chocolate, los refrescos azucarados o las cervecitas, por más fruta, verdura, carne o pescado y beber agua, “la fuente principal de hidratación ha de ser el agua (y basta con el agua del grifo). Hay que evitar el consumo de alcohol, zumos (aunque sean naturales) y refrescos” aconseja la nutricionista Elena de la Fuente.

Por último, algo tan importante como llevar una dieta saludable es moverse. Llega septiembre y corremos a apuntarnos en un gimnasio y para quemar el michelin, pero la mayoría de las veces, empezamos con muchas ganas y abandonamos a los pocos días de empezar.

No hay que preocuparse, existen otras opciones para hacer ejercicio: nadar, bailar, correr, caminar, hacer yoga, montar en bici... Se debe elegir una actividad que nos guste, nos motive y sea compatible con la rutina diaria que llevamos.

Y no olvidar nunca que si realmente queremos perder peso o mejorar los hábitos alimenticios después del verano, los profesionales son los quemejor nos pueden ayudar por eso hay que ponerse en manos de un dietista-nutricionista y esos pequeños excesos vacacionales desaparecerán de forma sana y controlada.