Ciudad
El debate sobre la apertura dominical de comercios en Santa Cruz de Tenerife genera tensión entre comerciantes y políticos
Los centros comerciales de la capital consideran que la propuesta de aumentar solo tres domingos adicionales al año, sobre los diez actualmente permitidos, es insuficiente
Santa Cruz de Tenerife vive en las últimas semanas un intenso debate en torno a la apertura dominical de los comercios. En el epicentro de la controversia se encuentran las grandes superficies comerciales, que, apoyadas por la Asociación Hotelera y Extrahotelera de Tenerife (Ashotel), han enviado un escrito formal al Ayuntamiento de la capital tinerfeña, expresando su malestar por lo que consideran un trato diferencial respecto a los comercios situados en la Zona Centro.
El motivo de la queja radica en que, mientras los establecimientos en el centro de la ciudad pueden abrir sus puertas los domingos, las grandes superficies, que operan en áreas periféricas, se ven limitadas por las normativas locales que restringen su actividad en esos días. Según las grandes cadenas comerciales -Meridiano, Corte Inglés, Carrefour, entre otros- esta disparidad en las condiciones de apertura genera una clara competencia desleal, ya que los pequeños comercios de la zona céntrica gozan de una ventaja al poder atraer a los compradores durante el fin de semana sin las mismas restricciones.
El escrito remitido por Ashotel al Consistorio señala que, en el contexto de una economía marcada por los desafíos de la postpandemia, es fundamental garantizar condiciones equitativas para todos los comercios. La organización empresarial argumenta que, si bien la apertura de los comercios en domingo tiene un impacto positivo en la actividad económica y en el empleo, las restricciones impuestas a las grandes superficies perjudican a aquellos comercios que no forman parte del circuito central, excluyendo "expresamente" a la nueva zona comercial de Cabo Llanos, "la cual reúne los requisitos legalmente exigidos para merecer la declaración de Zona de Gran Afluencia Turística (ZGAT)". Por ello, reclaman al Ayuntamiento la modificación de la actual ZGAT.
Por otro lado, el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife defiende la normativa vigente, argumentando que su objetivo es potenciar la actividad comercial en el centro de la ciudad, impulsando el turismo y fomentando el carácter cultural y comercial de la zona, mientras se busca evitar una saturación en las áreas más alejadas del núcleo urbano. Según fuentes municipales, la medida responde a un "equilibrio estratégico" que favorece a los negocios de la zona histórica sin perjudicar a los comercios más alejados, que pueden ampliar su horario en otros días de la semana.
El debate, que ha calado hondo entre los sectores involucrados, deja entrever un conflicto de intereses en el que se encuentran en juego no solo cuestiones económicas, sino también modelos de desarrollo urbano y la sostenibilidad del comercio local. La Sociedad de Desarrollo, organismo vinculado al Consistorio, ha puesto sobre la mesa el debate acerca de la flexibilización de los horarios comerciales en la capital. Esta discusión cobra relevancia debido al carácter turístico de la ciudad y al creciente respaldo de los consumidores, quien solicitan una mayor libertad en este aspecto.
Discrepancias en el Ayuntamiento
Con este escenario, las discrepancias surgen hasta en el Ayuntamiento chicharrero. El concejal de Servicios Públicos, Carlos Tarife, pide que Santa Cruz "sea una ciudad abierta los domingos" y se une así a las grandes superficies, mientras que el alcalde, José Manuel Bermúdez, asevera que la "intención es limitar la aplicación de horarios a sólo dos o tres domingo más al año, de los diez permitidos".
Negativa firme de los pequeños comerciantes
La Asociación de Empresarios Zona Centro como la Federación de áreas Urbanas (Fauca) han expresado su firme rechazo a la propuesta, alertando de las graves consecuencias que podría acarrear para el comercio local de la capital. Desde Zona Centro, se advierte que la aplicación de la ZGAT no solo amenazaría la supervivencia de los pequeños negocios, sino que podría ser el golpe definitivo para muchos de ellos, cuyo funcionamiento depende de una competencia justa. Estos establecimientos, según señalan, no tienen los mismos recursos ni capacidad para enfrentarse en igualdad de condiciones a las grandes superficies comerciales, lo que pondría en peligro el tejido comercial de la ciudad.
Con la llegada de los días festivos y la inminente temporada alta de turismo, las tensiones en torno a este asunto prometen seguir creciendo. En un momento de recuperación económica, la flexibilidad horaria parece ser un tema crucial para la supervivencia de muchas empresas, y el desenlace de este debate, que ya viene de lejos, podría marcar un antes y un después en la gestión comercial de Santa Cruz de Tenerife.