La Ruta Canaria se cobra más de cuatro mil vidas en cinco meses: una crisis humanitaria en aumento

La ruta migratoria hacia Canarias se ha convertido en una de las más mortíferas del mundo. Entre enero y mayo de 2024, 4.808 inmigrantes han perdido la vida intentando llegar a las costas españolas en pateras y cayucos, lo que equivale a casi 32 muertes diarias o una cada 45 minutos, según el informe de Caminando Fronteras. Esta ONG española, que trabaja en contacto directo con los migrantes y sus familias, ha presentado cifras sin precedentes que subrayan la magnitud de esta tragedia humanitaria.

El auge de las muertes en el mar

Las cifras de muertes en la Ruta Canaria no tienen precedentes y se aproximan peligrosamente al total anual de 6.007 fallecidos registrados en 2023. En solo cinco meses, la tasa de mortalidad en esta ruta ha escalado a un inmigrante muerto por cada 3,5 rescatados, en contraste con la proporción de uno por cada 6,6 del año anterior. Este alarmante aumento refleja las peligrosas condiciones y los desafíos que enfrentan quienes intentan llegar a Europa desde África.

Otras rutas mortíferas

Además de las muertes en la Ruta Canaria, Caminando Fronteras ha documentado otras 246 muertes en diferentes rutas marítimas hacia España:

• 175 en la Ruta Argelina
• 47 en el Mar de Alborán
• 24 en el Estrecho de Gibraltar

Estas rutas, aunque menos transitadas que la de Canarias, siguen siendo extremadamente peligrosas para los migrantes.

Los más vulnerables: mujeres y niños

Las cifras de la ONG revelan que entre las víctimas se cuentan al menos 154 mujeres y 50 niños, lo que pone de relieve el drama de los sectores más vulnerables de la población migrante. Las condiciones extremas y la falta de recursos en las travesías marítimas convierten cada intento de cruzar el mar en un viaje de alto riesgo para todas las personas a bordo.

Embarcaciones desaparecidas

El informe también destaca la desaparición de 47 embarcaciones en los primeros cinco meses del año, con abril siendo el mes más mortífero, seguido de cerca por febrero. Estas embarcaciones, muchas veces sobrecargadas y en malas condiciones, se pierden en el Atlántico sin dejar rastro, aumentando el número de muertes y la desesperación de las familias que esperan noticias de sus seres queridos.

Factores que contribuyen a la crisis

Varias razones contribuyen a este incremento de muertes. La falta de medios de búsqueda y rescate en regiones clave como Mauritania, la sobrecarga de las embarcaciones y las malas condiciones de seguridad son factores determinantes. Además, la ONG denuncia la "gran arbitrariedad" en la activación de los servicios de rescate y la priorización del control migratorio sobre la defensa de la vida.

La ruta mauritana: un peligro constante

La mayoría de las muertes en esta ruta corresponden a cayucos que partieron desde la costa mauritana. La ONG ha registrado 3.600 vidas perdidas en embarcaciones que salieron de Nuakchot, Nuadibú y otros puntos de Mauritania. A pesar de las condiciones meteorológicas adversas, esta ruta sigue activa debido a la desesperación de los migrantes por alcanzar Europa.

Nacionalidades afectadas

Las víctimas de esta tragedia provienen de 17 países diferentes:

• Argelia
• Burundi
• Burkina Faso
• Camerún
• Costa de Marfil
• Gambia
• Guinea Bissau
• Guinea Conakry
• Islas Comoras
• Mali
• Marruecos
• Mauritania
• República Democrática del Congo
• Senegal
• Sierra Leona
• Sudán
• Pakistán.

Esta diversidad refleja el alcance global de la crisis migratoria y la urgencia de una respuesta internacional.

Un llamado a la Acción

Caminando Fronteras llama la atención sobre la necesidad de mejorar los medios de búsqueda y rescate y de coordinar mejor las operaciones de socorro entre los países afectados. La organización insiste en que la defensa de la vida debe ser prioritaria sobre el control migratorio. La creciente cifra de muertes exige una respuesta humanitaria urgente y una mayor cooperación internacional para salvar vidas y reducir los riesgos asociados con estas peligrosas travesías marítimas.