Teide
El Teide cambia para siempre: descubre qué zonas quedarán prohibidas al público desde ahora
El nuevo plan rector redefine la protección del parque y limita el acceso a espacios de alto valor ecológico tras más de dos décadas sin actualización
El Consejo de Gobierno de Canarias dio luz verde este lunes al Plan Rector de Uso y Gestión del Parque Nacional del Teide, un documento que llevaba más de dos décadas pendiente de renovación y que reorganiza el territorio en cuatro grandes ámbitos operativos.La nueva regulación delimita zonas de reserva, uso restringido, moderado y especial con el propósito de reforzar la conservación de un espacio natural clave para la investigación y la biodiversidad del Archipiélago.
La zona de reserva queda definida como el espacio de mayor sensibilidad ecológica. Incluye espacios tan frágiles como El Riachuelo, Llanos de Guajara, Chavao, Montaña del Cedro, Los Regatones y Narices del Teide, seleccionados por albergar valores de excepcional interés científico y procesos de regeneración esenciales. El plan fija que la recogida de material natural deberá estar “clara e inequívocamente fundamentada” en los protocolos de investigación y exigirá autorización expresa. Además, establece que solo será posible instalar equipamientos científicos o de gestión cuando su presencia resulte imprescindible y se garantice un impacto mínimo. El texto insiste en que queda “expresamente prohibido” cualquier tipo de aprovechamiento dentro de estos lugares y descarta abrir nuevas pistas o caminos.
El uso restringido se aplica a áreas como Cumbres de Ucanca, Boca Tauce, Montaña de Los Tomillos, Alto de Guamaso, Yegua Blanca, Siete Cañadas, Corral del Niño, Montaña de Guajara y Ladera del Teide. Son espacios de alta naturalidad, accesibles únicamente por senderos autorizados. Aunque presentan algunas huellas de intervenciones pasadas, mantienen una dinámica ecológica sólida. El PRUG detalla que las instalaciones científicas o de gestión únicamente podrán aprobarse “siempre que resulten imprescindibles y causen mínimo impacto”. El documento también impide nuevas construcciones permanentes, aunque permite mantener o rehabilitar las ya existentes siempre que no experimenten cambios de uso ni incrementos de volumen.
En las áreas de uso moderado, como Llano de Ucanca, Cañada Blanca, Minas de San José, Samara, El Portillo-Izaña, Los Guancheros, Altos de Guajara y Sanatorio, se permitirá la entrada libre a pie. Estas zonas combinan conservación y actividades vinculadas al propio ecosistema. El plan impide la circulación de vehículos fuera de carreteras y pistas abiertas al público, mientras que las infraestructuras destinadas a visitantes o investigación solo podrán autorizarse si su presencia se integra de manera discreta en el paisaje.
El uso especial se reserva para los equipamientos vinculados a la gestión y al tránsito público. El Refugio, los aparcamientos, los miradores, la red viaria TF-24, TF-21 y TF-28, Portillo Bajo, La Ruleta–Cañada Blanca, la estación base del Teleférico, Portillo Alto, Juan Évora y La Rambleta forman parte de esta categoría. El acceso peatonal seguirá siendo libre y las edificaciones deberán respetar la estética del entorno.