Sucesos
Así es el zulo en que una niña de 15 años estuvo secuestrada durante nueve días en Horche
Un equipo de El Programa de Ana Rosa accedió al sótano donde la menor permaneció confinada con su captora, un espacio tan reducido que apenas cabía un colchón y donde se hallaron heces, pastillas, una biblia y supuestas cartas de amor
La desaparición de la adolescente fue denunciada el 23 de septiembre en Guadalajara y su familia la localizó nueve días después en Horche, donde una multitud retuvo y agredió a la mujer que la mantenía oculta.
Según relató la madre de la menor a El Programa de Ana Rosa, la detenida cuenta con antecedentes por llevarse a otros adolescentes y habría abusado de su hija durante el secuestro.
La misma fuente añadió que existen más pruebas pendientes de analizar y que la policía continúa investigando.
El equipo de Ana Rosa entró en el zulo
Los reporteros del espacio accedieron al interior del sótano y comprobaron que la habitación apenas permite girar sobre el colchón que ocupa toda la estancia. En las imágenes se observa una bolsa con heces, medicamentos sueltos, una biblia y varios papeles que, según los vecinos, serían cartas de amor intercambiadas entre la presunta secuestradora y la víctima. La grabación refleja las condiciones de hacinamiento y malas condiciones higiénicas que compartían ambas durante los días de confinamiento.
La versión de la familia de Alba, la joven señalada por la madre de la menor como posible cómplice, difiere de la anterior. Relatan que alojaron a la niña y a la detenida en ese mismo sótano varios días, creyendo que la adolescente tenía 18 años. Cuando vieron en redes sociales que era menor y estaba siendo buscada, alertaron a la policía, momento en el que ambas huyeron y fueron localizadas poco después por los familiares de la víctima.
Una vecina que presenció el encuentro entre la familia y la presunta secuestradora describió a la menor como "demacrada y temblando", sin separarse de su madre y aceptando con avidez un bocadillo y un zumo que los vecinos le bajaron desde un balcón. La rápida intervención de los agentes evitó que la agresión popular contra la detenida fuera mayor, aunque la mujer fue atada a una barandilla y apareció con el rostro ensangrentado antes de ser trasladada en custodia.