Patrimonio

El desconocido puente romano de Guadalajara, culminado por los árabes y ampliado para recibir la visita de Felipe II

Este monumento que mezcla dos estilos arquitectónicos muy opuestos está declarado como Bien de Interés Cultural

Puente sobre el río Henares de Guadalajara
Puente sobre el río Henares de Guadalajara Nacho AbascalAyuntamiento de Guadalajara

Si existe una ciudad a tan solo una hora desde el centro de Madrid que se encuentre en mitad de la naturaleza y que además albergue una gran patrimonio histórico, artístico y cultura esa es Guadalajara.

Los orígenes de la capital alcarreña se remontan a los romanos cuando se funda el primitivo poblado de Arriaca. Más tarde, cuando los árabes dominaron el territorio lo denominaron 'Wad-al-Hayara' que quiere decir "río de piedras", un término que con los años evolucionaría hasta el actual nombre de la ciudad, Guadalajara.

La rica historia que contiene Guadalajara se traduce en un impresionante patrimonio arquitectónico conformado por palacios, caserones, capillas, puentes, iglesias y mucho más.

En este sentido, sobre el río Henares, perteneciente a la cuenca hidrográfica del Tajo y que atraviesa Guadalajara, se sitúa un puente que fue construido por los romanos para facilitar el paso a la Vía Augusta que comenzaba en Mérida y concluía en Zaragoza.

Posteriormente, el califa Abderramán III ordenó concluir la construcción de este puente en la segunda mitad del siglo X para conseguir un acceso a Guadalajara, que en ese momento era una de las ciudades más importantes durante el Al-Ándalus.

Uno de los elementos que añadieron los árabes fue un pequeño puente 'La Puentecilla de Carrasalinera' que permitía cruzar el barranco del Alamín sin necesidad de pasar por la zona más urbana de la ciudad.

Esta mezcla de dos estilos arquitectónicos muy opuestos como son el romano y el árabe nos brinda un puente declarado como Bien de Interés Cultural. Posee varios arcos apuntados y justo en el centro del mismo se puede observar un espolón sobre el que posa un arco en forma de herradura comúnmente denominado como "el Ojillo".

Sobre este "ojillo" algunos vecinos cuentan que cuando las aguas del río Henares lo rebasaban, el barrio próximo a la estación de Guadalajara quedaba totalmente sumergido.

Puente romano sobre el río Henares
Puente romano sobre el río Henares J. RoperoAyuntamiento de Guadalajara

En el año 1492, en plena reconquista cristiana, se construyó una torre vigía en medio del puente para controlar el paso de personas y carruajes sobre el río Henares.

Cien años más tarde, el rey Felipe II visitó Guadalajara y esta torre de vigilancia fue ampliada con motivo de la visita del monarca conocido como 'el Prudente' quien guardaba una estrecha relación con la capital alcarreña debido a que contrajo matrimonio con su esposa Isabel de Valois en una capilla de allí, concretamente, la capilla de Linajes del Palacio del Infantado.

El paso del tiempo y la climatología fueron deteriorando poco a poco el puente hasta que en el año 1757 debido a una fuerte subida de las aguas del Henares un pilón soporte se derrumbó provocando que la mitad de la pasarela cayese al agua. De este modo, el monarca Carlos III la rehabilitación del viaducto al arquitecto Juan Eugenio de la Viesca para que volviese a ser funcional.

Placa conmemorativa de las obras de rehabilitación del puente del río Henares ordenadas por el rey Carlos III
Placa conmemorativa de las obras de rehabilitación del puente del río Henares ordenadas por el rey Carlos IIICultura.castillalamancha.es

Así mismo, recientemente el puente ha sido objeto de varias obras de restauración y mejora como la nueva iluminación artificial desarrollada por la Fundación Iberdrola Española, en colaboración con la Junta de Comunidades de Castilla- La Mancha en marzo de 2023.