Gastronomía

Del famoso guiso de las bodas del rico Camacho

La hostelería de Alcázar de San Juan celebra el último fin de semana de noviembre este episodio cervantino

Del famoso guiso de las bodas del rico Camacho
Del famoso guiso de las bodas del rico CamachoMarcos GalvánMarcos Galván

El guiso auténtico de las bodas de Camacho se da aquí, en Alcázar de San Juan y lo hacemos con la receta de Cervantes en el Quijote, con gallina vieja y siguiendo el canon que aparece en el libro”. Es Víctor García Chocano, hostelero de Alcázar de San Juan, impulsor de la Sonrisa del Quijote, la organización que agrupa a los restauradores de esta localidad, el corazón de la Mancha o también llamado por él “el cogollo de la Mancha”.

En realidad, Víctor podría ser lo que quisiera. Él tiene el título de Tabernero Mayor del Reino y hace veinte años se acordó junto a otro grupo de compañeros de este famoso pasaje del Quijote, donde se cuentan las bodas del rico Camacho, la bella Quiteria y el joven Basilio.

Un episodio que no olvidaría Sancho el resto de sus días, de tanto como pudo comer y beber en aquella ocasión, como bien refleja Cervantes en la obra. Ahora, cuatrocientos años después, este grupo de hosteleros de Alcázar de San Juan reivindica el legado cervantino y pone a la olla el guiso de las bodas de Camacho.

“Es tal el éxito que ha tenido la iniciativa que no sólo los hosteleros de Alcázar de San Juan sirven el guiso este fin de semana… Como la gente ya se sabe la receta, lo hace en sus casas y ese día pueden asarse seis mil, siete mil gallinas en el pueblo”, dice García Chocano.

El menú completo consta de queso manchego para recibir y lomo de orza en aceite, le sigue el guiso de las Bodas de Camacho, para concluir con bizcochá de torta de Alcázar, “amantecado” y mistela. Para irse como lo hizo Sancho, tres días sin comer. Todo ello por un módico precio de diecinueve euros la ración.

“Alcázar de San Juan siempre quiere reivindicar su legado, su tradición y aquí el calendario no para”, dice Rosa Melchor, alcaldesa. “Por ello, todos los meses, casi todos los fines de semana, el pueblo vive, celebra algo… Y siendo como somos el corazón de la Mancha, con la hostelería que tiene Alcázar de San Juan, qué mejor sitio para hacer el guiso de las bodas de Camacho y disfrutar de él”.

La verdad es que Alcázar de San Juan tiene una tradición cervantina acendrada a través de los siglos. De hecho, en la Parroquia de Santa María se conserva una partida de bautismo de un tal Miguel de Cervantes Saavedra, que bien podría ser el autor del Quijote, aunque los especialistas se decantan por Alcalá de Henares, como todo el mundo sabe.

Sin embargo, es una batalla que no se da por perdida y trabajos como los que realiza la Sociedad Cervantina de Alcázar o este mismo impulso que da la asociación de hosteleros la Sonrisa del Quijote, son prueba de ello. De hecho, como señalan los propios alcazareños, “de momento, aquí hay una partida de bautismo de Miguel de Cervantes Saavedra y eso es innegable e indudable”.

Quizá Cervantes corriera la misma suerte que Don Quijote, cuando escribió aquello de que no quiso nombrar el lugar de la Mancha, “para que todos los pueblos se disputaran su cuna”. La cuestión es que el legado cervantino y quijotesco de Alcázar de San Juan se construye y respira por cada poro del pueblo.

El guiso además cuenta con una serie de padrinos cuya misión es ensalzarlo, loarlo y promocionarlo. Es el caso este año de Eva Martínez Abascal, responsable de los servicios informativos de Onda Cero en Castilla-La Mancha, y Jesús Guzmán, presidente de la Asociación de Coros y Danzas de Alcázar de San Juan. Ambos se marcaron y bailaron una buena jota manchega el día de la presentación.

El guiso de las bodas de Camacho es un caso de éxito de iniciativa turística lanzado por los representantes de la sociedad civil, como son en este caso el grupo de hosteleros "La Sonrisa del Quijote".

Las reservas de los restaurantes están completas, pero si se ha quedado con ganas tras el olor que desprende esta página, no se preocupe. El año que viene habrá otra nueva ocasión y siempre es tiempo de ir por Alcázar y preguntar la receta del auténtico guiso de las bodas de Camacho.