La delincuencia no cesa en el barrio vallisoletano de Pajarillos

Llueve sobre mojado en el vallisoletano barrio de Pajarillos, conocido en toda España en los últimos tiempos por la delincuencia, el narcotráfico, la suciedad y las constantes quejas vecinales ante la falta de seguridad y la mala convivencia existente con algunos clanes gitanos. Como la última de este martes pasado cuando el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, hacía una visita relámpago de apenas cuatro minutos al barrio antes del acto de campaña para evitar el mal trago y los abucheos e insultos de buena parte del vecindario que le esperaba junto al Colegio Cristóbal Colón.

Y es que esta madrugada, a eso de las dos y media de la mañana, tres agentes de la Policía Nacional que habían acudido a la zona tras recibir un aviso de que dos personas estaban robando en el interior de varios vehículos aparcados en la calle Tordo de este barrio, eran agredidos por uno de los ladrones al ser sorprendido durante el hurto. La rápida intervención policial permitió la detención de uno de ellos, que cuenta con antecedentes y reclamaciones judiciales en vigor, pero el compañero del ladrón apresado se daba a la fuga.

La detención, lejos de calmar los ánimos, les encendió aún más, ya que en el momento de meter al detenido en el coche policial para su traslado a comisaría numerosas personas se agolparon alrededor de los agentes tratando de impedir que se lo llevaran. Ello jaleó al detenido, que agredió físicamente a dos de los agentes en el lugar. Ya en dependencias policiales, el detenido de nacionalidad española, agredió a un tercer policía, motivo por el que se le imputa robo y atentado a la autoridad. El atestado continúa abierto y se están efectuando las gestiones oportunas para detener al segundo ladrón huido.

Las agresiones a agentes de la policía en este barrio están, por desgracia, a la orden del día en este barrio de Valladolid, el más conflictivo de la ciudad. Cabe recordar el suceso que se producía en el mes de septiembre, en plenas fiestas patronales de la capital vallisoletana en honor a la Virgen de San Lorenzo, desvelado por LA RAZÓN, cuando después de que el párroco de la iglesia de San Ignacio de Loyola, Jaime Arenaga, llamara a la policía al verse acosado por los miembros de un clan gitano por haber retenido a un menor de la familia en el interior de la parroquia que insultó al cura y a los asistentes e impidió el normal desarrollo de un acto religioso, se produjera un serio altercado entre los miembros del clan y los agentes municipales y nacionales desplazados. Un tumulto que se saldó con una persona detenida por agredir a uno de los policías y que puso en el foco de la actualidad a este barrio por el miedo y desasosiego existente entre los parroquianos.