Sociedad
Casi 147.000 personas estarán en situación de dependencia en 2030 en Castilla y León
Frente a ello, la consejera Isabel Blanco apuesta por la atención personalizada y «humana», el respeto a las demandas de los mayores y la reducción del tiempo de espera para la concesión de las prestaciones
Para 2030 se prevé que 146.963 personas requerirán atención desde el sistema de dependencia de Castilla y León. Es decir, un 40 por ciento más de las que la reciben en la actualidad. Así lo pone de manifiesto un estudio de la Asociación de Residencias y Servicios de Atención a los Mayores en el sector solidario (Lares) cuyos contenidos se presentaron en Valladolid con la presencia de la consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades de la Junta, Isabel Blanco.
Momentos antes de la cita, el presidente de la entidad, Juan Ignacio Vela, señaló que la prestación de cuidados a este gran colectivo requerirá una inversión de cerca de 400 millones en diez años solo en la Comunidad, por lo que apostó por la prevención, la adecuada financiación de los servicios públicos y la atención de las personas, siempre que sea posible, en su domicilio, como herramientas para asegurar la sostenibilidad del sistema.
En este sentido, apostó por la profesionalización de los cuidadores y por el reconocimiento de la sociedad a su trabajo, así como por unos salarios «justos y dignos» en el sector que se adecuen a lo que se pide de estos trabajaores que, en palabras de Vela, es un «gran compromiso» porque «no trabajan con máquinas, ni poniendo tornillos, sino con personas, que deben ser el centro».
Los segundos en España
En la línea de las previsiones del informe, la Comunidad incorporó un total de 11.402 beneficiarios al sistema de la dependencia durante el pasado año, por lo que se convirtió en la segunda autonomía que más usuarios añadió, solo por detrás de la Comunidad Valenciana.
Este aumento, según expresó la consejera, se debe a que en la Región el reconocimiento y la prestación van unidos, lo que hace que la lista de espera sea tan solo del 1,5 por ciento, «prácticamente los expedientes que están en tramitación», añadió.
Para hacer frente a este fenómeno, apostó por el modelo de atención residencial «En mi casa» en el que las demandas y necesidades de los mayores son una de las bases, así como por el trato personalizado y humano.
Finalmente, recordó el compromiso de bajar a un mes el plazo para la concesión de las prestaciones por dependencia y el fomento a la atención domiciliaria cuando así se desea.
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