Coronavirus
Cómo desconectar de la hiperconexión en tiempos de pandemia
Ruth San José, psicóloga de la AECC de Valladolid, enseña un ejercicio para romper el piloto automático que tenemos en nuestra mente por los días de confinamiento
Desconectar del mundanal ruido que supone en estos momentos la hiperconexión en la que los españoles se encuentran desde hace un mes debido a la crisis sanitaria provocada por el coronavirus no es fácil. Tras un mes y un día de cuarentena social, las cabezas no rigen igual que al inicio y se empieza a notar el cansancio psicológico así como la pérdida de la capacidad de ser conscientes de lo que ocurre en cada momento y, por lo tanto, de actuar en consecuencia. Situaciones que en el caso de personas que puedan padecer algún problema de salud, como puede ser cáncer, puede acarrear algún trastorno psicológico.
Por este motivo, la psicóloga de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC) de Valladolid, Ruth San José, ha lanazado un nuevo vídeo a las redes sociales en el que enseña un ejercicio de atención plena que tiene como objetivo “romper con el piloto automático” que esta pandemia ha puesto en nuestra cabeza y nos impide ser conscientes del aquí y el ahora.
El ejercicio que plantea esta joven profesional es bien sencillo. Primero hay que sentarse con los pies en el suelo y colocar los brazos sobre las piernas con la espalda recta y relajada. Después se deben cerrar los ojos, intentar relajarse y tratar de notar el peso del cuerpo tirando hacia abajo y que los músculos de la cara y los brazos se aligeran. Tras este paso, la psicóloga llama a prestar atención a la respiración, inspirar y expirar con tranquilidad, sentirla y no cambiarla, percibirla tal cual es en ese momento. La siguiente estación es el tacto y el objetivo del ejercicio es que la persona intente percibir el contacto de la parte del cuerpo con la silla en la que está sentado, sentir la piel en la ropa. Después se pasa a los sonidos, y la idea es sentir las cualidades del ruido que llega a los oídos, el volumen o la zona de donde proviene.
Posteriormente, hay que abrir los ojos y tomar conciencia de lo que ves en ese momento y fijarse igualmente en las cualidades de lo que la vista percibe, el color, las texturas, los reflejos de la luz y hay que volver a cerrar los ojos.
Los siguientes pasos son dirigir la atención a la nuca y buscar sensaciones, percibir el olor que llega y si no se percibe ninguno ser consciente de ello, intentar comprender que hay una parte de cada uno que está observando todo.
Luego la psicóloga anima a llevar el ejercicio al pensamiento y que la persona intente imaginar que está en una ladera viendo el cielo por el que van y vienen muchas nubes en las que hay que poner un pensamiento, el que se tenga en ese momento, y da igual que sean preocupaciones o algo del día a día, para colocarlos en las nubes que se acercan y dejar que éstas se los lleven, sin empujar ni forzar la situación, simplemente dejar que las nubes se lleven esos pensamientos mientras la persona se convierte en un mero espectador.
Finalmente, el ejercicio concluye dirigiendo la atención hacia las emociones, y allí la psicóloga Ruth San José llama a intentar percibir lo que se siente en ese momento, ya sea alegría o tristeza, comprobar qué parte o partes del cuerpo sienten esas emociones y notar una vez más que una parte de cada uno está observándolo todo y es consciente de la situación.
En ese momento, poco a poco hay que abrir los ojos.
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