Sociedad

El Tercer Sector Social tendrá su propia Ley antes de final de año

El anteproyecto, que inicia su tramitación administrativa, reconoce al voluntariado como parte del sistema

Una voluntaria de Zamora
Una voluntaria de ZamoraCruz Roja

Buenas noticias para el Tercer Sector de Castilla y León, y es que el anteproyecto de Ley para regularlo está cada día más cerca de ser una realidad. Así lo anunció la consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades de la Junta, Isabel Blanco, quien señaló que ya han comenzado los trámites administrativos para que se proceda a su aprobación antes de final de año.

“Se trata de una norma necesaria e importante que reconoce la labor y la aportación de estas entidades de la Comunidad, más de 3.000, que forman el tejido social y complementan este sistema de responsabilidad pública, prestando servicios profesionales (más de 5.000), de calidad, cercanos y apostando siempre por la innovación”, añadió Blanco.

La consejera también destacó la importancia de estas organizaciones en un momento como el actual, en el que han aumentado las familias con necesidad de ayuda urgente y las que requieren del Banco de Alimentos para poder poner un plato de comida en la mesa. En este contexto, citó que Cruz Roja atendió durante la crisis sanitaria a más de 14.000 familias y necesitó de un ingreso extra de 1,2 millones mientras que Cáritas ha dado alojamiento a más de 430 personas sin hogar y el Banco de Alimentos ha incrementado un diez por ciento las familias atendidas, con la previsión de dar comida a 90.000 familias a finales de año.

La consejera remarcó que estas entidades son un “verdadero tesoro” de la sociedad de Castilla y León y que cuentan con la firme voluntad del Gobierno Regional de apoyar, desde “el diálogo constante y la colaboración”, el fomento del trabajo “tan esencial” que realizan.

Además, la Ley define jurídicamente al sector, algo que las organizaciones llevan años reclamando, definiendo su ámbito de intervención, los criterios y las distintas fórmulas de colaboración.

Por otro lado, se establece la finalidad de la intervención del Tercer sector, entre la que se encuentra el promover la inclusión social o el reconocimiento de los derechos de toda la población y su ejercicio efectivo por las personas, colectivos o grupos que estén en situaciones de vulnerabilidad o exclusión o en peligro de estarlo.

El voluntariado, un movimiento vital

Asimismo, la importancia del voluntariado en esta Ley hace que se plantee la adaptación del mismo a la realidad social actual de Castilla y León y para ello, establece como objetivos principales promover y facilitar la participación de la ciudadanía, para lo que es necesario adaptar la Ley de Voluntariado a la realidad actual, toda vez que esta acción “se ha incrementado de manera considerable”.

En la Región hay unos 200.000 voluntarios que colaboran con alguna de 414 entidades de voluntariado registradas. De ellas, la mitad pertenecen al ámbito de la acción social y los servicios sociales.

Así pues, la Ley del Tercer Sector, quiere promocionar y favorecer un voluntariado abierto a toda la sociedad, estableciendo un movimiento que utilice las nuevas tecnologías, pero también reconociendo sus competencias y dotándolos de una seguridad en su trabajo, tanto para ellos como para los destinatarios de la acción voluntaria.

Garantía de estabilidad

Desde el reconocimiento de la participación de las entidades del Tercer Sector en el sistema de servicios sociales es como mejor se entiende el Decreto de Concertación, uno de los principales soportes jurídicos y legales de la Ley, que dota además de certidumbre a los colectivos y les garantiza el apoyo económico para llevar a cabo su labor.

Así pues, paralelamente a Ley, se está elaborando esta norma que supondrá una garantía de sostenibilidad del sistema actual de prestación de servicios sociales, para lo que regulará el concierto social entre la Administración y las entidades del Tercer Sector.

Entre las ventajas del Concierto Social cabe destacar la de la estabilidad y continuidad en los servicios, pero además, potencia y fomenta la innovación, se basa en principios de transparencia y resulta una fórmula flexible y con mayor capacidad de adaptación a las necesidades.