Castilla y León responde a la hostelería

El sector de la hostelería es uno de los más damnificados, por no decir casi el que más, de esta pandemia que parece no tener fin. Primero con el estado de alarma; después con una desescalada progresiva que no favorecía a todos en función de las características del establecimiento por los horarios que se establecían y posibilidades de venta; y cuando empezaban a recuperarse un poco los hosteleros en verano y en el inicio del otoño, llega esta segunda ola que ha vuelto a poner patas arriba a este sector, con las nuevas restricciones y medidas de contención del virus que han entrado en vigor este sábado, y entre las que se encuentran la prohibición de consumir en barras de bares, fumar en las terrazas o que se reúnan más de seis personas a la vez.

Ante esta situación, y teniendo en cuenta que lo que se avecina puede ser aún peor -el ministro Illa ya ha anunciado que nos espera un duro y largo invierno y una Navidad distinta- el Gobierno que preside Fernández Mañueco se ha puesto manos a la obra para intentar echar otra mano a los hosteleros.

¿Cómo? Pues de momento facilitando la instalación de estufas, sombrillas o cortavientos en las terrazas de los establecimientos para combatir el frío que hace por estos lares y que pronto hará acto de presencia durante todo el día y no solo por la noche como hasta ahora.

La Junta, en un primer momento, está intentando agilizar la autorización de estos elementos móviles en las Ciudades Patrimonio de la Humanidad y conjuntos históricos, como Salamanca o Ciudad Rodrigo, donde ya están aprobadas estas medidas.

Además, según informan desde el Gobierno regional, esta autorización por parte de la ponencia técnica de la Comisión Territorial de Patrimonio no será necesaria cuando el municipio cuente con un Plan de Gestión o de Protección del Conjunto Histórico donde se establecen ya las características de este mobiliario.

En segundo lugar, el Ejecutivo autonómico tiene previsto convocar en breve un nuevo paquete de ayudas a la hostelería dirigidas a la adquisición de dichas instalaciones en las terrazas y de esta forma garantizar la actividad durante los meses más fríos.