Cultura

Olga Seco alerta de la destrucción del pensamiento y de la reflexión

La escritora y articulista zamorana lamenta que el arte y la cultura de hoy en día se hayan simplificado, rayando lo “muy mediocre”

La escritora y columnista zamorana Olga Seco
La escritora y columnista zamorana Olga SecoLa Razón

“Que delicado el pensamiento, me deja desnuda cada vez que escribo, y con sensualidad, al final, me pone una bata de seda”. De esta manera la escritora y articulista zamorana, Olga Seco, finaliza uno de sus artículos que, semana tras semana, se pueden disfrutar en varios medios de difusión nacional. Un preámbulo que sirve para reflexionar sobre el columnismo actual, un género de impacto en el periodismo de toda la vida, y del mundo artístico y cultural, que lamenta que está bajo “mínimos” y en una situación más que delicada.

En una conversación con LA RAZÓN, Seco lamenta que se hace necesario, más que nunca, el hecho de recuperar la esencia de aquellos artículos magistrales y alecccionadores -ejemplo Larra o a Francisco Umbral-, donde se invitaba a ahondar en la reflexión y se sumergían en el costumbrismo de época, para llamar la atención del lector y hacerle pensar durante un buen rato. Ahora, según la escritora “ el columnismo actual está de capa caída, al basarse prácticamente en el politiqueo y dejar de lado todo aquello que tiene que ver con la reflexión o el pensamiento”.

“En épocas pasadas se concebía la vida con espíritu, y ahora todo aquello ha quedado relegado a lo superficial”, como el tema tan manido en los últimos días respecto a las celebraciones navideñas. “No se está pensando en el después qué y cómo va a ser ese futuro”, derivado de la pandemia, que se le antoja “más que complicado”.

“El énfasis no hay que ponerlo todo en la política, hay otros temas más importantes de los que hablar y tengo la suerte, afortunadamente, de tener la oportunidad de contribuir al pensamiento con mis columnas”, prosigue, a lo que añade que “no estamos gestionando la vida como se debiera”, y que la voz de los grandes pensadores y filósofos “se han visto silenciadas”.

Y es que la era de la postmodernidad, con el auge de las redes sociales, de noticias de usar y tirar, de desnudar nuestras vidas ante desconocidos, está haciendo mucho daño a la sociedad de hoy en día y, en especial a las nuevas generaciones. Algo que comparte Olga Seco, quien indica que la red twitter, se ha convertido en un vertedero sobre ataques personales y ofensivos, relegando al pensamiento, que en “sus inicios era lo primordial”. Y también alerta de otros canales, donde la personas cuentan con detalle cada acción que hace o realiza, “todo un delirio”, y con miles de seguidores.

“Para pensar hay que estar despojado de prejuicios, y cada vez los individuos tienen más por que exponen sus vidas en las redes sociales”, afirma categóricamente.

¿Y qué decimos del arte que se hace hoy en día? “Se ha simplificado, es muy mediocre y ahora se mide el éxito más por los seguidores que tienes que por la propia creación. Es la torpeza de no saber lo que es el arte”, señala. “Ahora un buen rapsoda es alguien que coge la guitarra y cuando más provoca mejor y lo más triste es ver que los niños de hoy en día quiere ser youtubers. Creo que el uso de internet no está siendo el adecuado”, añade.

“Somos esclavos del momento”, indica también, y ve con relativo pesimismo que al antídoto para el veneno “inoculado” en el mundo del arte, vaya a llegar más pronto que tarde. “Nos gusta todo a lo grande y enseñanzas de cuarto de hora. Es lo triste, que cada vez se educa menos en el conocimiento”, finaliza, y en este apartado echa en falta una mayor implicación de las familias.