Economía
Camino de una nueva recesión
El retraso de la vacunación y la paralización del consumo por las restricciones ante una virulenta tercera ola conducen a Castilla y León hacia un escenario económico en 2021 más que complicado, según Ecova
Nos las prometíamos muy felices al final del pasado año y durante las celebraciones navideñas, cuando Castilla y León experimentaba un cierto repunte económico que, sumado al descenso de los contagios y de la incidencia así como del esperanzado inicio de la vacunación, invitaba al optimismo.
Pero apenas un mes y algo después, la situación ha cambiado bruscamente para mal, y pinta un escenario para este 2021 casi recién comenzado más que complicado. De hecho, y tras dos trimestres negativos Castilla y León se dirige irremediablemente hacia una nueva recesión, según advierten desde el Colegio de Economistas de Valladolid, Palencia y Zamora.
¿Las causas? Pues el retraso de la vacunación debido a que no llegan las dosis prometidas por las farmacéuticas Pfizer y AstraZéneca, lo que está provocando más incertidumbre ante un final de la pandemia que parece que se va a prolongar más de lo esperado, pero también las restricciones que se están aplicando en las Comunidades para tratar de contener aun virus que sigue desbocado en una demoledora tercera ola, y que están perjudicando a la economía. Sobre todo en Castilla y León, una de las regiones de la España autonómica que más está limitando la actividad empresarial y comercial a sus ciudadanos.
En este sentido, cabe recordar que los hosteleros no pueden abrir el interior de sus establecimientos y solo pueden aprovechar las terrazas y no todas las mesas -salvo en 53 municipios donde la incidencia es elevada, entre ellos Palencia donde están los bares y restaurantes cerrados en su totalidad, al igual que los centros culturales-, mientras que los centros comerciales, gimnasios e instalaciones deportivas están cerrados a cal y canto desde hace un mes y por tercera vez en esta pandemia.
Igualmente, la Comunidad está cerrada perimetralmente y los ciudadanos, que tampoco pueden moverse entre provincias, tienen que estar en su casa a las ocho de la tarde y hasta las seis de la mañana, mientras que se ha establecido en cuatro el número de personas no convivientes que pueden reunirse en espacios públicos y domicilios.
Todas estas limitaciones y prohibiciones, sumadas a los nuevos rebrotes que siguen surgiendo y que amenazan con una cuarta ola más pronto que tarde y que el gasto de los hogares “volverá a desplomarse hasta marzo”, según apunta el decano-presidente de Ecova, Juan Carlos de Margarida, hace que el panorama en los próximos meses no pinte nada bien.
“La incertidumbre se ha vuelto a disparar”, apunta el economista, mientras recuerda los últimos datos sobre empleo y actividad económica en los que se revela un aumento del desempleo en cerca de seis mil personas en enero y que la tasa de paro sea de -7,36 y la disminución de la población activa de un -0,41 por ciento, además de una disminución en la afiliación de la seguridad social del -1,3 por ciento intermensual, y una reducción de los contratos registrados del -4,10 respecto al ms pasado también.
Si bien. De Margarida ve el vaso lleno en lugar de medio vacío y cree que esta nueva recesión será de menos intensidad que la primera “debido a que la sociedad se está habituando a los vaivenes de la pandemia, aprendiendo a convivir con el virus”.
Es más, para este año el Ecova prevé una rebaja del crecimiento en dos puntos, entre el cuatro y el seis por ciento, así como un aumento del déficit público entre el 0,9 y el -1,2 por ciento, lo que supone duplicar el esperado en el 2020, y un incremento de la deuda pública de un punto quedándose entre el 20 y el 24 por ciento debido a los vencimientos previstos para 2021, las liquidaciones negativas del sistema de financiación, la ausencia de transferencias extraordinarias del Estado y el incremento del déficit “que tendrá que ser sufragado con más deuda”, finaliza.
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