Sociedad

El nepotismo de Villavicencio

Las supuestas vacunaciones irregulares del alcalde y dos concejales sacan a la luz un cúmulo de complicidades más que sospechosas en localidad vallisoletana

Ayuntamiento de Villavicencio de los Caballeros
Ayuntamiento de Villavicencio de los CaballerosLa RazónLa Razón

La pequeña localidad vallisoletana de Villavicencio de los Caballeros, de apenas 240 habitantes y situada al norte de la provincia en plena comarca de Tierra de Campos, ha saltado a la palestra en las últimas semanas por las vacunaciones irregulares frente a la covid que se han producido al inicio de la campaña de inmunización.

Entre ellos, la de alcalde socialista Alberto de Paz y dos concejales de esta formación, también sin afiliar al PSOE como el primer edil, de los que uno hace las veces de teniente de alcalde y el otro ejerce las funciones de tesorero.

Unas vacunaciones detrás de las cuales se encuentra una presunta irregularidad en forma de falsedad documental por parte de la directora de la residencia de personas mayores de Santo Domingo y Santa Eloísa de Villavicencio, Gloria Vázquez de Prada, a quien la Junta de Castilla y León está investigando por haber modificado supuestamente la lista inicial de las personas que debían ser “pinchadas” con la primera dosis frente a la covid para incluir en ella, entre otros, al mencionado Alberto de Paz y los dos concejales, pero, además, a su tía carnal, Conchi Vázquez de Prada. Una mujer que recibió el primer vial porque dicen que desciende de la benefactora del geriátrico, una señora acaudalada pero soltera que, tras su muerte, donó todos sus bienes para que se construyera una residencia en el pueblo.

“Esto es de traca; es como si usted tira de ancestros y llega hasta Felipe II y yo hasta Don Pelayo. No tiene ningún parentesco. A lo mejor los tatarabuelos eran primos terceros”, cuenta a LA RAZÓN con cierta sorna un indignado vecino de Villavicencio de los Caballeros, al que llamaremos Luis (nombre ficticio) quien asegura, contundente, que aesta mujer le dieron la vitola de ser pariente de la benefactora que no tenía hijos “por meterla en el patronato de la residencia”. También al marido, apunta, ojiplático, ya que nada tiene que ver con el centro, “pero al que consideran un colaborador muy necesario y activo, aunque anda muletas”.

Este hombre dice no dar crédito a lo que está sucediendo en su localidad y deja entrever una forma de actuar nepotista en el Ayuntamiento de Villavicencio que dirige Alberto de Paz desde hace 32 años, y en la última legislatura, además, sin oposición, ya que el PSOE obtuvo los cinco concejales que le correspondían a este municipio.

De hecho, los socialistas obtuvieron 127 votos por 48 el PP. “Un tercio de la población de Villavicencio no tiene a nadie quien les represente en el Ayuntamiento”, lamenta este ciudadano, para quien el hecho de que el alcalde lleve más de tres décadas con el bastón de mando de esta localidad no puede ser casualidad. “¿Quien no me dice a mi que en las elecciones a los ancianos, quienes algunos están más para allá que para acá, no les van con los sobres de los votos”, denuncia, resignado, ya que cree que a este alcalde “no hay manera de echarlo. Lo que aquí sucede es nepotismo puro y duro”, señala.

Y se apoya en esta afirmación cuando explica que Alberto de Paz tiene una gestoría en Valladolid, ciudad en la que vive, y que en ella trabaja también su mujer y sus dos hijos además de algún empleado más.

Una gestoría que al parecer se encarga de la gestión de toda la documentación del Consistorio y la residencia, como por ejemplo las nóminas de los trabajadores públicos o la compra de suministros, y Luis duda de que el primer edil lo haga haga gratis.

Después está el teniente de alcalde, funcionario de prisiones con casa en el pueblo y cuya mujer entró a trabajar en el geriátrico hace años y, para finalizar, está el tercer concejal que también fue vacunado, que desciende de Villavicencio pero vive en Valladolid.

Residencia de la localidad vallisoletana de Villavicencio de los Caballeros
Residencia de la localidad vallisoletana de Villavicencio de los CaballerosLa Razón

Como anécdota, las mujeres del alcalde y de los dos concejales son primas carnales entre ellas. Además, el teniente de alcalde tiene dos hijos que cuando van a pasar unos días de descanso al pueblo, uno de ellos da clases de gimnasia a los usuarios de la residencia y al otro le encargan el cuidado de los rosales y los setos de los parques y jardines del municipio. “Lo que no sabemos es si lo hacen gratis o no porque no hay documentos ni nada”, señala Luis, quien cuenta que una cuñada del alcalde, hermana de la mujer, trabaja en la residencia y que la suegra también lo hizo hace años.

“La residencia es un caladero de votos y de fidelidades enorme”, advierte este vecino cabreado. Además, según parece, hay dos albañiles del pueblo que forman un equipo, un maestro y un peón, de los cuales el primero es primo carnal del alcalde Alberto de Paz y el segundo es hermano de la mujer del regidor. “Cuando hay que hacer obras municipales no se pide presupuesto ni concurso ni nada; todo para estos dos”, afirma Luis, mientras lamenta que todo en el pueblo se hace así.

Y ya, para rematar, este vecino tiene claro que la directora de la Residencia, Gloria Vázquez de Prada, engañó a la Junta primero enviando una lista a la Consejería de Familia con el personal sociosanitario y los internos que debían ser vacunados y después, tras recibir el visto bueno al documento mandando otra lista distinta al departamento de Sanidad para incluir al alcalde, a los dos concejales, a su tía y al marido de su tía. “Esto es una falsedad de documento oficial de libro”, insiste, mientras recuerda que esta mujer fue concejal entre 2015 y 2019 por Podemos en la localidad vallisoletana de Arroyo de la Encomienda, y que en las últimas también se presentó pero no obtuvo representación. “Es el culmen de la superioridad moral”, denuncia.

Todo esto ocurre en este pequeño municipio mientras el Gobierno autonómico, que sigue investigando esta posible irregularidad en las vacunaciones, ha ha confirmado que estas personas inmunizadas con la primera dosis, entre los que se encuentra también el párroco de Villavicencio, no recibirán el segundo vial ahora, sino cuando les toque.