Un falso Sánchez inaugura la cárcel de Soria

Un falso Pedro Sánchez, vestido de traje y con corbata roja, ha inaugurado este domingo la esperada nueva cárcel de Soria, tras diez años de retrasos que acumula esta infraestructura llamada a dinamizar la economía de la zona además de fijar población, con el medio millar de funcionarios que el ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, anunció hace dos años y medio.

De nombre Carlos Barrios, este hombre se hacía pasar por el presidente del Gobierno para cortar la cinta con la que se daba por inaugurada e incluso dar un discurso ante decenas de personas de la plataforma la mayoría ataviadas con traje de preso, donde denunciaba que más de tres lustros después la prisión siga sin fecha para su puesta en servicio con los funcionarios comprometidos.

De hecho han sido varios los anuncios al respecto en estos diez años de retraso. El primero, el que hacía en el año 2010 el entonces subdelegado del Gobierno en Soria, el socialista Vicente Ripa, de que en dos años, o lo que es lo mismo, en 2012, la cárcel estaría en funcionamiento. Y más recientemente, el que hacía Marlaska, en noviembre de 2018, cuando aseguraba que a finales de ese mismo año estaría inaugurada la cárcel. o cuando la entonces delegada del Gobierno en Castilla y León, la soriana Virginia Barcones, ponía el límite para su apertura el 31 de diciembre de ese año con la mitad de la prisión abierta, cuatro módulos, y unos 230 funcionarios trabajando. El último anuncio lo hacía el subdelegado actual, Miguel Latorre, que ha dicho que estará funcionando en el segundo semestre de este año.

Así las cosas, medio centenar de vehículos y en torno a doscientas personas se han dado cita a las puertas del nuevo centro penitenciario, en el que la Sociedad de Infraestructuras (SIEP) ha invertido cien millones, para urgir su apertura, con pancartas en las que podía leerse “Soria, sin presos... y sin prisas”.

Una de las portavoces del movimiento ciudadano, Silvia Largo, deseaba que el nuevo centro penitenciario llegue a ser el centro generador de riqueza que en su día “nos presentaron y prometieron, con todos los puestos de trabajo inicialmente previstos, y que no quede sólo en un mero traslado de presos y funcionarios desde la antigua cárcel”.

Largo ironizaba al recordar que el Gobierno ha hecho un esfuerzo “indecible” para equipar esta instalación, después de tardar diez años en completar la inversión y gastar alrededor de 100 millones de euros. ”Queremos que éste no sea otro proyecto fallido; estamos cansados de ver iniciativas que se quedan sin actividad o a medio gas: Banco de España, Centro de Referencia, Ciudad del Medio Ambiente... y de que otros sufran innumerables retrasos: autovías, hospital, polígono de Valcorba, mejora de las líneas ferroviarias”, denunciaba.

Por último, pedía a los políticos que se tomen en serio a la provincia de Soria y realicen un esfuerzo para canalizar fondos y sacar adelante proyectos que se ejecuten de forma urgente “y dejemos de ser la zona 0 de la despoblación, estamos hartos de que aquí todo se haga “sin prisa”.

El representante sindical de la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) en la cárcel, Javier de Diego, aseguraba, en declaraciones recogidas por Efe, que el nuevo centro penitenciario es una buena oportunidad para ayudar al desarrollo social y económico de la capital y provincia de Soria, “pero para ello tiene que ponerse en marcha en las condiciones adecuadas y con los trabajadores suficientes”.

En este sentido reclamaba a Instituciones Penitenciarias que diga “si piensa incrementar el personal, que ahora es de unos 110 funcionarios, incluyendo 18 de segunda actividad, ya que se necesitarían entre 80 y 100 trabajadores más, “prácticamente duplicar los que trabajan ahora”

De Diego subrayaba que la organización y las dimensiones de las instalaciones de la nueva prisión exige más personal, incluso con los mismos presos y ha pedido a la plataforma ciudadana y a la sociedad soriana que exija al Gobierno que impulse la puesta en marcha de todo el centro penitenciario, lo que implicaría empleo para unos 400 ó 500 funcionarios,” y un revulsivo económico y poblacional importante para Soria”.