La cárcel de Soria, paradigma de la reinserción

Más vale tarde que nunca, reza el sabio refranero popular. Pues este viernes y más de una década después de la fecha prevista inicialmente cuando el proyecto se anunció allá por el año 2005 en el Plan Específico para Soria (PAES), la nueva cárcel de Soria es ya una realidad.

El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, inauguraba hoy este centro penitenciario como paradigma de la reinserción social por la que apuesta este Gobierno de España, frente al “arcaico modelo penitenciario”. De hecho, la cárcel facilitará a los reos mientras cumplen condena, educación, formación profesional, empleo, deporte o cultura con el objetivo de que los presos, cuando sean libres nuevamente puedan reinsertarse en la sociedad con normalidad. Cuenta con 684 celdas dobles repartidas en once módulos residenciales, además de los edificios comunes de comunicaciones, enfermería, módulo deportivo-cultural, cocina o panadería.

Y entre las principales novedades se encuentran los cuatro talleres productivos y la división de los muelles de carga para facilitar la labor de las empresas externas que en la actualidad dan trabajo a la práctica totalidad de la población penada.

En el interior de cada módulo residencial -además de patio, sala de estar, comedor y economato-, los internos disponen de consulta médica, taller ocupacional, pequeño gimnasio, aulas formativas y peluquería. En las plantas superiores se encuentran las 72 celdas equipadas para dos personas.

Tres de los módulos residenciales son polivalentes, es decir, tienen 36 celdas cada uno, lo que contribuye a una mejor clasificación de los internos, mayor seguridad e intervención en programas de tratamiento.

El edificio sociocultural y deportivo cuenta con aulas para la formación de internos, biblioteca, polideportivo y gimnasio. El edificio de enfermería dispone de diversas salas de consultas para atención especializada y de las instalaciones necesarias para telediagnóstico y telemedicina, lo que permite mejorar la asistencia a los internos y reducir el número de traslados a centros hospitalarios.

“Se trata de la prisión más moderna de España y supone un salto cualitativo para conseguir la reinserción social de los internos y devolverlos a la sociedad como mejores personas de lo que eran cuando ingresaron”, destacaba el ministro, para quien esta cárcel forma parte de los llamados centros-tipos, de los que el Gobierno ha construido 27 desde 1995, y cuentan con un diseño urbano y modular que les convierte en “pequeñas ciudades” pensadas para dar respuesta a las necesidades de las personas privadas de libertad y facilitar su proceso de reinserción.

Asimismo, el ministro ponía en valor que con este centro penitenciario se avanza en el reto demográfico, dado que se potencian zonas del territorio afectadas por la despoblación, como es el caso de Soria, así como en la transición energética, al tratarse de un edificio sostenible. Al respecto, Grande Marlaska explicaba que se van a incorporar 140 funcionarios de prisiones al nuevo centro y más de 19 en prácticas. Además, ya está aprobado una dotación de más de un centenar de nuevos trabajadores.

Trabajo productivo

Una de las principales novedades del nuevo centro penitenciario es la potenciación del trabajo productivo. Soria cuenta con cuatro talleres productivos dotados con las preinstalaciones necesarias para realizar diversas actividades industriales y de manipulados, que en la prisión de Soria son esenciales. Esta nueva infraestructura introduce, además, la creación de muelles de carga independientes para cada uno de esos talleres, para facilitar la labor de las empresas externas que en la actualidad dan trabajo a la práctica totalidad de la población penada.

Otras dos novedades son la instalación de una caldera de biomasa que permitirá generar energía limpia aprovechando los residuos forestales, agrícolas y ganaderos de la zona, y la creación de un aula de formación continuada para funcionarios y funcionarias.

El edificio de cocina-panadería y lavandería da servicio a todo el centro penitenciario. En la cocina se elaboran las comidas de consumo diario, que posteriormente se distribuyen por los diferentes módulos.

Por otra parte, dispone de un edificio de comunicaciones en el que se ubican los locutorios para familiares, locutorios para jueces y abogados y un espacio para efectuar ruedas de reconocimiento, salas para comunicaciones de familiares y para visitas íntimas.

La presidenta de la Sociedad de Infraestructuras y Equipamientos Penitenciarios y de la Seguridad del Estado, Mercedes Gallizo, apuntaba que la obra ha tenido muchos retrasos y que han sido los gobiernos socialistas los que han marcado la modernización del sistema penitenciario español, mientras que el secretario general de Instituciones Penitenciarias, Ángel Luis Ortiz, decía que con la apertura de este centro se deja atrás el viejo modelo penitenciario y se adopta un modelo que hará más sencillo el cumplimiento del mandato constitucional de la reinserción.

Grande Marlaska reconocía que el nuevo centro penitenciario ha sido reclamado durante los últimos años por la sociedad soriana, y aseguraba que ignora los motivos por los que el Gobierno anterior -el popular de Mariano Rajoy-, mantuvo el edificio cerrado y en desuso desde 2014 tras terminarse las obras. ”Lo que sí sé es que desde el primer día para mí fue una prioridad ponerlo en funcionamiento por responsabilidad en la gestión pública. Sobre todo porque es un poderosos instrumento de mejora de la dignidad y calidad de vida de las personas privadas de libertad”, apuntaba.

Sin embargo, el diputado popular por Soria, Tomás Cabezón, criticaba el ejercicio de “sectarismo” del ministro del Interior en estaspalabras durante la inauguración, “que últimamente es lo que mejor se le da al ministro Marlaska”. ”En las respuestas parlamentarias del propio ministro Marlaska, los gobiernos socialistas invirtieron desde 2008 a 2011 un total de 28 millones de euros en este centro penitenciario; y del 2011 al 2018, con gobiernos del PP, se invirtieron 85 millones de euros; la mejor cifra para demostrar el compromiso de un gobierno y de otro”, advertía.

Además, censuraba que Grande-Marlaska no haya dicho nada del refuerzo comprometido por el Gobierno de las fuerzas y cuerpos de Seguridad del Estado y de los juzgados.

Los representantes sindicales de CSIF y UGT, Javier de Diego y Rafael Gil, respectivamente, han destacado la importancia de la apertura del nuevo centro penitenciario pero han censurado que se haga con una serie “de incógnitas”, entre ellas la reclasificación del centro, el desglose del anunciado aumento de la relación de puestos de trabajo y la puesta en marcha de un autobús de transporte.