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Patrimonio

San Saturio se monitorizará para dar respuesta a su deterioro

El Gobierno de Castilla y León declara Bien de Interés Cultural esta ermita soriana, al igual que la de la Monjía en Fuentetoba y el antiguo Palacio de la Audiencia

El consejero de Cultura, Javier Ortega, visita San Saturio tras ser declarado BIC
El consejero de Cultura, Javier Ortega, visita San Saturio tras ser declarado BICICALAgencia ICAL

El Gobierno de Castilla y León ha declarado este jueves pasado hasta tres bienes de interés cultural (BIC), con la categoría de monumento, en la provincia de Soria, como la ermita de san Saturio, el Palacio de la antigua Audiencia y la ermita de la Monjía en Fuentetoba, del municipio soriano de Golmayo, dentro de su compromiso de Legislatura de concluir todos los procesos de este tipo que están pendientes desde hace décadas.

El consejero de Cultura y Turismo, Javier Ortega, visitaba este jueves los dos primeros ubicados en la capital soriana, y destacaba la importancia de resolver estos asuntos que estaban olvidados en el cajón de los sueños «porque el patrimonio es una marca común por encima de las siglas y es vital para el desarrollo económico y social del medio rural de la Comunidad.

Respecto a la ermita de San Saturio, avanzaba el consejero que se va a monitorizar para conocer de cerca y a fondo los factores que están impidiendo en su deterioro. Ortega defendía una vez más la importancia de las nuevas tecnologías aplicadas a la conservación del patrimonio, y aseguraba que con los datos «objetivos» que se extraerán de dicha monitorización de podrá saber el método de conservación preventiva integral que hará falta aplicar para recuperarlo y resaltar su paisaje y valor turístico, «pero sin dañar ni perjudicar el fin original para el que fue construido».

La ermita de San Saturio, dedicada al Santo Patrón de Soria, se encuentra situada al este de esta ciudad en una situación elevada, dentro de un enclave paisajístico de gran belleza, con vistas al río Duero. Los primeros datos que dejan constancia de la existencia de un oratorio datan del año 1148. Posteriormente se hicieron algunas reparaciones y debido a su hundimiento en el año 1694, Soria acordó reedificar una iglesia de nueva planta con la colaboración económica vecinal.

El delegado de Patrimonio de la Diócesis de Osma-Soria, José Salas, agradecía la declaración BIC de este monumento y animaba a seguir trabajando de forma conjunta para mantener el edificio «lo mejor posible» para actos religiosos o turismo.