Alegato por la prevención y la detección precoz para derrotar al cáncer de mama

Este martes se celebra el Día Mundial del Cáncer de Mama, una enfermedad de la que se diagnostican cada año en España más de 30.000 casos, y que padecen una de cada diez mujeres en Castilla y León. Una patología que tiene cura y cada día más gracias a los avances en medicina y en la investigación, pero también y sobre todo a la prevención que está permitiendo detectar los casos de forma precoz, y, por ende, salvar muchas vidas de mujeres principalmente -los hombres también pueden sufrir este tumor aunque más atípico-, que se encuentran entre los 40 y 50 años en su mayoría y que se realizan una mamografía por vez primera.

Y este es el mensaje principal que se quiere lanzar en esta Día tan especial, la importancia de la prevención y de que las mujeres sobre todo acudan a su médico cuando les toque y se hagan la prueba de la mamografía, porque el 80 por ciento se cura hoy en día.

También se quiere aprovechar esta jornada para visibilizar este problema y recordar a la sociedad que es una enfermedad que está ahí, que es común, y que a cualquiera le puede tocar, ya sea de forma directa o a alguien muy querido y cercano, por lo que la vida y el modo de vivir cambia también y hay que estar preparado para afrontar lo que venga.

Desde Castilla y León, a nivel institucional, los lugares más emblemáticos de las ciudades y pueblos, sus edificios públicos, llevan varios días iluminándose por la noche de color de rosa para mostrar el apoyo y solidaridad de la Comunidad a quienes padecen cáncer de mama y decirles que no están solos.

Un respaldo y solidaridad también desde la sociedad, que se ha visto con claridad y palpado también este fin de semana pasado en algunas capitales de provincia como Ávila y Zamora, donde se han celebrado multitudinarias marchas populares, sobre todo la zamorana que congregó a cerca de ocho mil personas, para recaudar fondos y destinarlos a la investigación y a la labor que realizan las asociaciones provinciales contra el cáncer. Una carrera contra este tumor, que los zamoranos realizaron andando, corriendo e incluso en bici y en patines, ataviados con camisetas rosas para insuflar ánimos a quienes sufren esta patología y sus familias.

Una de las andarinas fue la propia consejera de Familia e Igualdad, Isabel Blanco, quien destacaba la importancia y, sobre todo, la necesidad de visibilizar esta enfermedad en actividades de este tipo, y animaba a todas las mujeres de Castilla y León a adoptar las medidas de prevención y de detección precoz del cáncer de mama porque evitan la enfermedad y hacen que se detecte antes un cáncer que tiene cura y del que ya se salvan la gran mayoría de las mujeres y hombres que puedan padecerlo.

Y es que aunque la pandemia ha complicado la situación, la sociedad se ha dado cuenta de que la investigación es fundamental y que hay que colaborar ya que el cáncer, como el coronavirus, es un gran enemigo que todos quieren combatir.

Sobrevivir como sea

Otro de los mensajes que quiere lanzar en esta jornada es advertir del “olvido”, entre comillas, que han sufrido las personas con cáncer durante la crisis sanitaria del coronavirus, y los complicados momentos que han tenido que pasar la gran mayoría durante los peores meses por el confinamiento o ya después por el miedo a salir a la calle por no contagiarse al tener menos defensas.

“Han sido meses muy duros en los que nuestro único objetivo era de sobrevivir como fuera”, decía este domingo pasado en Ávila la karateca Cristina Olmo, voluntaria de la Asociación Española contra el Cáncer (AEEC) y enferma de cáncer de mama desde hace tres años.

Consecuencias laborales

Otro de los mensajes de este día es el de advertir de las consecuencias laborales que tienen que sufrir quienes padecen cáncer de mama. De hecho, según informa el sindicato CSIF, más del 75 por ciento de las bajas iniciales por esta enfermedad duran mas de un año, y el 47 por ciento de estas personas ya no vuelven a su puesto de trabajo después, ya sea por desistimiento o por una declaración de incapacidad permanente.

Por este motivo, desde esta central sindicalreclaman a los responsables políticos que lleven a cabo una normativa y medidas que faciliten la realización del tratamiento, tanto médico como psicosocial, así como el progresivo retorno efectivo al puesto de trabajo y evitar que este se haga de manera intermitente y traumática.

“El cáncer de mama presenta un alto riesgo de exclusión social y laboral, y hay que reconocer la llamada aptitud sobrevenida de la superviviente al cáncer de mama, que vuelve a su puesto de trabajo”, advierte desde el CSIF.