Tribunales
Arranca uno de los juicios más esperados en Valladolid
Por el brutal asesinato a una mujer en la Plaza de la Circular
El pasado 17 de octubre de 2018 un brutal asesinato conmocionó a la ciudad de Valladolid. Seis hombres acudieron a la casa de una mujer de 73 años con la intención de robar, pero al estar la víctima en casa la amordazaron y matiaron, hasta que murió por una insuficiencia cardiaca aguda.
Este martes 2 de noviembre los seis acusados se enfrentarán a penas de 186 años de prisión, en una vista oral que se desarrollará en la Audiencia Provincial por el sistema de tribunal de jurado.
A. R., A. I., E. A., A. M., G. K. y G. M., los cinco últimos de nacionalidad búlgara, están acusados de asesinar a María Aguña Martín.
Los encausados tuvieron conocimiento de que la víctima, que vivía sola en su domicilio, disponía de una caja fuerte en la que se guardaban importantes cantidades de dinero de manera habitual, según las conclusiones provisionales del ministerio público.
Dos de los acusados, Rubén A.R. y Arso A.I., “movidos por la intención de procurarse un beneficio económico a costa del patrimonio ajeno”, diseñaron un plan para asaltar la vivienda de la septuagenaria, María A.M., y apoderarse del dinero y los efectos de valor que encontraran.
Para conseguir sus propósitos, recabaron la colaboración del también acusado Emil A.M. y los tres decidieron ejecutar el robo planificado para el 17 de octubre de 2018, fecha hasta la que realizaron tareas de vigilancia para familiarizarse con la zona, situar el inmueble y obtener información relevante para lograr su objetivo.
Emil A.M. asumió la tarea de reclutar a personas que se encargaran de entrar en la casa de la mujer y apoderarse del dinero y otros efectos, una labor de la que se ocuparon los también procesados Gabriel M.K., Anton A.M., y Gabriel E.K.
Aceptaron este encargo como forma de pagar deudas contraídas con Emil A.M., tras lo que los procesados decidieron comprar cinta americana para inmovilizar a la ocupante de la casa, por si se resistía, y una caja de cartón para depositar el dinero que iban a robar.
Fue poco antes de las 13.00 horas de ese 17 de octubre de 2018 cuando tres de los procesados entraron a la vivienda, se abalanzaron sobre la víctima y la propinaron varios golpes y puñetazos tras arrojarla al suelo tratando de que les dijera donde guardaba a llave que abría la caja fuerte y que no encontraron, a pesar de que buscaron en varias dependencias del domicilio.
La mujer profirió gritos y pidió socorro, por lo que los acusados subieron el volumen de la televisión para evitar que lo escucharan los vecinos, a la vez que amordazaron a la mujer y le ataron las manos con la cinta americana, sin que ella pudiera moverse ni levantarse.
Sonó dos veces el timbre de la vivienda y, ante el temor de que pudieran sorprenderles en la casa, se marcharon sin haber podido abrir la caja fuerte, aunque se apoderaron de varios anillos de oro que la víctima tenía puestos.
Cuando se fueron de la casa, sobre las 13.16 horas, los acusados pudieron oír a la mujer respirar de forma agitada, pese a lo que no le retiraron ni aflojaron la cinta que le cubría la boca y parte de la nariz para facilitar su respiración y evitar que pudiera morir. ”La situación provocada por la invasión de su casa y la violencia ejercida sobre ella” causaron a la víctima una situación de estrés que, unida a los traumatismos que sufrió y la dificultad para respirar con la cinta americana, le causó un insuficiencia cardíaca aguda que, escasas horas después de que los asaltantes se marcharan de la casa, origino su “muerte por sofocación”, sostiene el fiscal, informa Efe.
El cadáver fue hallado al día siguiente, cuando la familia llamó a la policía porque la mujer no respondía al teléfono ni abría la puerta. La acusación pública considera a cada uno de los procesados supuestos autores de los delitos de asesinato, por el que pide dieciocho años de prisión; robo en casa habitada, por el que demanda cinco años; detención ilegal, por el que reclama otros cinco años y pertenencia a grupo criminal, por el que solicita tres años de prisión.
Quince meses de investigación
Tras quinces meses de arduo trabajo, la Policía ha detenido a los siete presuntos miembros de un grupo criminal que querían robar a una anciana de 74 años, que acabó falleciendo en Valladolid. La delegada del Gobierno en Castilla y León, Mercedes Martín, en ese momento, presentaba en rueda de prensa las operaciones del denominado caso “Mariya”, que concluían con “el esclarecimiento de un homocidio gracias una trabajo minucioso, concienzudo y desarrollado con una enorme profesionalidad”.
Detenciones
Las detenciones se precipitaron por un hecho que nada tiene que ver con el caso. Uno de los seis ciudadanos búlgaros identificados, que vivía en Valencia de Don Juan (León), abandonó inopinadamente su residencia y su trabajo. La Policía cree que el motivo es que había recibido una citación de un juzgado para otro asunto menor y no quiso presentarse, pero no porque sospechara que se supiera su participación en el crimen de la Plaza Circular, sino porque tenía una Orden Europea de Detención y Entrega (OEDE) por un robo cometido en Bulgaria.
También fue detenido uno de los implicados en Cangas de Onis (Asturias) y otros dos en Valladolid. Al día siguiente, el 10 de diciembre, se detuvo al implicado de nacionalidad española y a otro de los implicados de nacionalidad búlgara. El día 20 se entregó la persona que conducía el vehículo que transportó a los presuntos homicidas. Otro fue detenido en la República Checa la persona que había fijado su residencia en Valencia de Don Juan.
Está programado que la vista oral se desarrolle hasta el próximo 12 de noviembre con la declaración de cuarenta testigos y peritos.
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