Pandemia
Inquietud en Burgos ante el cotillón previsto en la Sala Andén 56 con 900 asistentes
El Ayuntamiento pide a la Junta que lo suspenda y el Gobierno regional apela a las competencias de cada administración para hacer cumplir con la Ley, ya sea en licencias o uso de mascarilla
Preocupación en el Ayuntamiento de Burgos ante la celebración de un cotillón de Nochevieja en la Sala Andén 56, en la que está prevista la asistencia de 900 personas.
Tal es así, que el alcalde de la ciudad, el socialista Daniel de la Rosa, ha escrito una carta al consejero de Sanidad de la Junta, Alejandro Vázquez y al delegado territorial, Roberto Saiz una carta en la que pide al Gobierno regional que prohíba dicho evento “para evitar un riesgo innecesario de contagios en la ciudad, que está en una situación crítica”
Si bien, la contestación del Gobierno regional por parte de su portavoz, Carlos Fernández Carriedo, ha sido contundente. En ella, el también consejero de Economía y Hacienda apela a las competencias de cada administración ala hora de hacer cumplir la normativa vigente, ya sea sobre licencias o uso de mascarilla y distancia de seguridad.
De hecho, La Junta de Castilla y León no tomará ninguna medida para combatir la elevada transmisión del virusen lo que se refiere a limitación de horarios, ocio nocturno, toques de queda o utilización del pasaporte covid en determinadas situaciones como sí ocurre en otras regiones de cara especialmente a esta Nochevieja. El Gobierno regional hareafirmado su apuesta por avanzar en la vacunación y por la responsabilidad individual en el uso de las mascarilla, evitar al máximo las aglomeraciones y reforzar las medidas para liberar de trabajo a la Atención Primaria especialmente en los rastreos y realización de test, para hacer frente a esta sexta ola que sigue al alza.
El Ayuntamiento trasladó ayer a la empresa adjudicataria de la gestión de la Sala Andén 56 la necesidad de aplazar la fiesta prevista para Nochevieja, sin embargo la empresa sostiene que va a celebrar la fiesta con las medidas oportunas y conforme al contrato que se tiene con ellos.
Por esa razón, el Ayuntamiento pone en manos de la Junta la decisión de suspender esta fiesta porque “puede hacerlo”. “Tienen las competencias para prohibir este tipo de eventos y la situación en Burgos es delicada”, señala la portavoz municipal, Nuria Barrio, quien demanda a Fernández Mañueco que “adopte medidas,se centre y deje de pensar en esas elecciones anticipadas que han convocado”.
Burgos tiene una incidencia acumulada de 2.030 casos por cada 100.000 habitantes a catorce días, y de 1.511 a una semana. y desde el Consistorio, que ha decidido aplazar por este motivo la popular San Silvestre, insisten en que es un riesgo que 900 jóvenes se reúnan en un espacio cerrado.
De momento, y a la espera de la evolución del virus, la Cabalgata de Reyes Magos no se ha suspendido, aunque esa posibilidad está ahí y es muy real, según Barrio.
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