Caso Esther López: Barcones pide paciencia y que se deje trabajar a la Guardia Civil y la ciencia

Han pasado ya algo más dos meses desde que apareció el cuerpo sin vida de la joven vallisoletana de 35 años Esther López, en una cuneta de la única carretera que lleva a la localidad de Traspinedo, lugar natal de la joven, y casi tres desde su desaparición un 12 de enero, y todavía sigue sin saberse qué ocurrió en este caso que sigue bajo secreto de sumario y con tres personas investigadas. Agentes de Criminalística y Tráfico inspeccionaron junto a varios perros adiestrados de la Guardia Civil para tratar de aclarar si Esther López pudo ser arrollada por el coche, una de las hipótesis con las que trabaja la Benemérita.

La delegada del Gobierno en Castilla y León, Virginia Barcones, ha pedido este jueves paciencia y prudencia y que se deje trabajar a los investigadores de la Guardia Civil y a la ciencia por la complejidad de este suceso y “porque este tipo de casos no se resuelven de la noche a la mañana”.

Tras la noticia que saltaba ayer miércoles de que la Guardia Civil había vuelto a enfocar la investigación en los últimos contactos que mantuvo la joven la noche de autos, y más en concreto, al vehículo de uno de ellos, un Volkswagen T-Roc gris, en busca de ADN, cuyo propietario aseguró que la joven se apeó de madrugada a la altura del restaurante La Maña en el que se le perdió la vista, este jueves no hay ninguna novedad.

La delegada del Gobierno señala que la situación procesal de los tres investigados en el caso no se ha alterado mientras las averiguaciones continúan avanzando. Los agentes buscan signos de algún golpe en el exterior del coche que pudieran indicar la posibilidad de un atropello.

Además, afirma que no le consta si la Guardia Civil está inspeccionando algún otro vehículo.

Barcones destaca que los investigadores están ocupados y preocupados las 24 horas del día en este asunto, que siempre tienen en mente a la familia y reafirma su confianza en el trabajo de los investigadores para resolverlo y depurar las responsabilidades que pudieran derivarse.

El pasado 5 de febrero un senderista halló el cuerpo sin vida de Esther en una cuneta de la única carretera que lleva al municipio de Traspinedo, 24 días de su desaparición.

Antes de encontrar el cadáver se realizaron cuatro batidas por el pueblo, situado a unos veinte kilómetros de Valladolid, que concluyeron sin resultado, hasta que el paseante localizó el cadáver en la cuneta.

Los resultados preliminares de la autopsia revelaron que la mujer sufrió una rotura de cadera y múltiples magulladuras que indicaron la posibilidad de que hubiera sido arrastrada por un vehículo, sin que se conozca en qué momento pudo producirse.