Medio Ambiente
El chopo volverá a plantarse el próximo invierno en la Cuenca del Duero
La CHD se alinea con las Confederaciones del Ebro y del Miño-Sil permitiendo las plantaciones en el dominio público hidráulico del Plan Hidrológico
Buenas noticias para Castilla y León, en general, y para los que viven y trabajan del sector del chopo, más de diez mil familias en la Comunidad, de las cuales tres de cada diez se encuentran en el medio rural.
Y es que, finalmente, la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) ha decidido alinearse con las Confederaciones del Ebro y del Miño-Sil y permitirá las plantaciones de chopo en el Dominio Público Hidráulico en el nuevo Plan Hidrológico de la Cuenca 2022-2027.
Castilla y León es la mayor región en superficie de choperas de la Unión Europea puesto que alberga una superficie total de 44.260 hectáreas, el 70 por ciento del total nacional, que absorben anualmente más de un millón de toneladas de CO2. Si bien, en la distribución de esta superficie por Cuencas, cabe señalar que el 94 por ciento de las choperas se ubican en la del Duero.
Por provincias, destaca León con 19.385 hectáreas (44%), Zamora con 6.609 hectáreas (15%) y Palencia con 6.409 hectáreas (14%).
Las choperas de la región producen anualmente 400.000 m3 de madera, que suponen el 20 por ciento de total de madera producida en Castilla y León y el 50 por ciento de su valor total, según datos aportados por la Consejería de Fomento y Medio Ambiente.
Esta decisión ha sido muy bien acogida en la Comunidad ytanto la Junta de Castilla y León como los municipios regados por el río Duero y sus afluentes, los propietarios forestales y la industria se han felicitado de este cambio de postura por parte del Gobierno de España en relación con las plantaciones de chopos, porque redundará en la economía de las zonas rurales y en la fijación de población.
De hecho, con este acuerdo se pone fin a la problemática suscitada y el chopo volverá a plantarse el próximo invierno en todos aquellos terrenos ribereños de la Demarcación del Duero que han estado afectados por la conflictiva medida, garantizando los beneficios ambientales, económicos y sociales que proporcionan a los territorios y los habitantes de Castilla y León.
Y es que durante los dos últimos años el Gobierno regional as organizaciones FACYLE, COSE, AEFCOM, y diversos organismos públicos (ayuntamientos, diputaciones, entidades locales menores), colegios profesionales y particulares han participado en el proceso de redacción del nuevo Plan Hidrológico de la Cuenca del Duero, realizando propuestas y aportaciones, sin que se les tuviera muy en cuenta.
La Confederación Hidrográfica del Duero (CHDuero) comenzó a aplicar en el primer trimestre de 2019, criterios muy restrictivos respecto a la plantación de choperas en dominio público hidráulico, planteándose mantener esta prohibición en el nuevo Plan Hidrológico.
Esta medida, que afectaría a más de 5.000 hectáreas de superficie ribereña en el medio rural de Castilla y León, hubiera tenido las siguientes consecuencias:
- -Eliminación del 12 por ciento de la superficie de choperas en la Cuenca del Duero, unas 15.000 parcelas.
- -Pérdidas económicas superiores a 23 millones de euros anuales.
- -Destrucción progresiva de empleo en el sector: hasta 1.300 puestos de trabajo, de los cuales, 430 en el medio rural.
- -Drástica reducción del presupuesto de los ayuntamientos y entidades locales afectados, con una media del 60%
- -Eliminación de un importante sumidero de CO2, que contribuye además a la laminación de avenidas y a la mejora de la calidad del agua.
“La medida planteada por la Cuenca del Duero no compartida por la mayoría de los profesionales, propietarios y administraciones afectadas, se alejaba de la realidad de las choperas en nuestra región, un cultivo perfectamente adaptado a los episodios de inundación y con un impacto positivo en los mismos”, apuntan desde la Junta.
Además, las otras dos Confederaciones que albergan choperas en Castilla y León, Miño-Sil y Ebro, han realizado en sus respectivos Planes Hidrológicos planteamientos en relación con el cultivo de chopos, radicalmente contrarios a lo planteado en el Duer. Y en ambos casos se permiten cultivos de chopo en el Dominio Público Hidráulico, y en el caso del Ebro, directamente se fomentan las choperas en estas franjas.
Los propietarios de choperas y a la industria de transformación de la madera; la plataforma pronto consigue la adhesión de la mayoría de los ayuntamientos y juntas vecinales afectados, diputaciones, empresas de servicios, autónomos, viveros y multitud de voces siempre han defendido las bondades del chopo, no solo ambientales, sino también como sustento social y económico del medio rural de Castilla y León.
La plataforma ha realizado varios actos informativos, detallando la problemática generada, en las principales comarcas choperas de la Comunidad. Su papel ha sido muy importante en la negociación que se ha llevado a cabo en el primer trimestre del presente año.
El 6 de octubre de 2021, las Cortes de Castilla y León aprueban por unanimidad de los Grupos, una proposición no de Ley del Grupo Popular por la que se insta a la Junta de Castilla y León a que requiera al Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico para “que permita, al igual que las confederaciones del Ebro y del Miño-Sil, la plantación de choperas en Dominio Público Hidráulico cartográfico, con una distancia de 5 metros a la banda de vegetación natural más próxima al cauce”
Mientras que el 31 de marzo de 2022, con carácter previo a la reunión del Comité de Autoridades Competentes de la Cuenca del Duero, y después de un largo proceso de negociación, la Junta de Castilla y León y La Confederación Hidrográfica del Duero acuerdan incorporar la petición aprobada en las Cortes, y reclamada durante dos años por todos los organismos y organizaciones citadas, en la redacción del Plan Hidrológico de la Cuenca del Duero 2022-27.
Lo más importante es la modificación del artículo 30.2.b, por el que se autorizarán las plantaciones de cultivos arbóreos en el dominio público hidráulico respetándose el cauce de aguas bajas, las zonas de gran actividad hidráulica (depósitos de sedimentos desnudos e inertes) y las ocupadas por vegetación natural de ribera. Para ello, se debe salvaguardar un espacio de 5 metros medido desde la vegetación de ribera si existiera o desde el cauce de aguas bajas si no fuera así. Esto también será de aplicación para los brazos secundarios existentes.
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