Villalar 2022
¿Por qué Castilla y León celebra su fiesta cada 23 de abril?
Así quedaba promulgado en el Estatuto de esta Comunidad en el año 1983, aunque ya en el año 1976 comenzaban las primeras concentraciones “ilegales”
Castilla y León está de fiesta. Este 23 de abril vuelve a celebrarse a todos los efectos, tras dos años de pandemia, el Día de la Comunidad, y en un lugar emblemático como es la localidad vallisoletana de Villalar de los Comuneros, que en fechas precedentes ha llegado a reunir hasta más de 200.000 personas. Pero ¿cuál es la razón para que el 23 de abril se haya convertido en la fiesta oficial de esta Región?
Pues hay que remontarse hasta el año 1521, con la sublevación de los comuneros castellanos contra el rey Carlos I. Precisamente, a lo largo del pasado año se han realizado distintas iniciativas y actividades para recordar esta efeméride que cumplía 500 años, y que con la fiesta de hoy se pondrá broche final a ellas.
Pero hay que remontarse a unos años atrás, concretamente a 1517, cuando el hijo de Juana de Loca, Carlos I es nombrado rey de España. Criado y educado en Flandes cuando llega a territorio nacional no entiende castellano y la situación se agrava cuando decide elevar los impuestos, por la grave situación económica que sufría la Corona y para sufragar incursiones militares en Europa. Además, llega a la Corte española con numerosos consejeros flamencos, lo que causa un profundo malestar no sólo entre la población sino en prácticamente todos los estratos sociales.
Y en 1519 es nombrado emperador de Alemania y para ser coronado necesita más dinero, que vuelve a cargar sobre el pueblo. El descontento va creciendo y fraguando y la rebelión comienza, primero en Toledo, pero luego va extendiéndose por numerosas ciudades españolas, unas revueltas lideradas por tres personajes que pasarían a la historia como son Juan Padilla, Juan Bravo y Francisco Maldonado.
Las milicias comuneras fueron tomando algunas zonas de aquella vieja Castilla pero finalmente capitularon ante las tropas imperiales un 23 de abril de 1521 durante la batalla de Villalar. Un día más tarde, los tres cabecillas serían decapitados en la plaza de la localidad, muriendo así el movimiento comunero.
Uno de los primeros precedentes de la actual celebración tenía lugar allá por el año 1821, cuando el famoso guerrillero castellano Juan Martín Díez “El Empecinado” y sus compañeros, organizaban una expedición en busca de los restos de los tres héroes y donde rindieron un homenaje en el lugar, coincidiendo con ese día del 23 de abril. En 1889 se erigía el obelisco en el lugar exacto donde acontecieron los hechos y ya metidos en el siglo XX hubo algunos conatos de intento por celebrar ese día, hasta que llegaba el año 1976 cuando se celebraba la primera concentración autonomista en Villalar, ya de los Comuneros, que había adoptado ese nombre en el año 1932.
Pese a la prohibición gubernativa, cerca de medio millar de personas se concentraban allí, siendo desalojados por la Guardia Civil. El germen ya estaba hecho y no menguó y cada año fueron incrementándose el número de personas que se acercaban hasta la campa, llegando hasta 200.000 personas algún año.
En el Estatuto de Autonomía de Castilla y León, aprobado en el año 1983, se declaraba finalmente que el “23 de abril queda como fiesta de la Comunidad. Y la Ley 3/1986 aprobada el 17 de abril de 1986 se ratificaba esta fecha, coincidiendo con dos efemérides en la actualidad: El Día del Libro y la entrega del Premio Cervantes.
Desde entonces, la tradición, grupos de folk de música han protagonizado esta jornada festiva y lúdica, donde nunca fallan las reivindicaciones políticas y sociales, que a veces han empañado la fiesta de todos los castellanos y leoneses.
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