Proyecto Hombre León registra un aumento de menores y jóvenes con consumo de cannabis y un incremento de la ansiedad

Proyecto Hombre León y Bierzo registró durante el pasado año un incremento en el número de menores y jóvenes que acudieron a la entidad, principalmente con adicción al cannabis, así como un aumento de la ansiedad y la depresión en sus usuarios a raíz de la pandemia, cuyas consecuencias “se reflejarán mejor en el futuro”.

De este modo, durante 2021 acudieron a Proyecto Hombre en sus sedes de León y Ponferrada un total de 1.058 personas, de las que 587 fueron hombres y 471 mujeres. Todos ellos se repartieron en las tres áreas de actuación, como son prevención con 132 menores o jóvenes usuarios y 229 familiares, tratamiento con 263 usuarios y 225 familiares e inserción socio-laboral con 187 usuarios.

El perfil de las personas que acuden a Proyecto Hombre es principalmente de varones cuya principal problemátiva es la cocaína seguida del alcohol, aunque cada vez aumenta más el número de mujeres, que ronda el 20 o el 30 por ciento, debido a que “hay menos índice de consumo o problemática de adicción pero también por barreras relacionadas género”, y sus adicciones son inversas, es decir, prima el alcohol seguido de la cocaína, y también se detecta un uso inapropiado de sedantes y y benzodiazepinas.

En cuanto a los jóvenes y menores, su principal problema es el cannabis, aunque una vez que acuden “se detecta un abuso de alcohol centrado en fines de semana”, algo que “está normalizado y no se le da importancia”, motivo por el que no acuden antes a pedir ayuda.

No obstante, la adicción a drogas o alcohol no es la única por la que las personas afectadas acuden a Proyecto Hombre, sino que tal y como detalla su directora, Tania Paz Ramón, también lo hacen por el juego presencial, “con deudas muy elevadas” y online, así como con las tragaperras, que son la principal problemática a lo largo de la provincia.

Respecto a los motivos por los que los usuarios acuden a Proyecto Hombre, de manera general lo hacen por una razón externa, de manera que el trabajo de la entidad es conseguir que adquieran una motivación interna. “En los menores lo más habitual es que vengan a hacer un programa de prevención tras ser sancionados por posesión de cannabis o porque sus padres detecten el consumo”, apunta la directora de la entidad, quien señala que “un ultimátum de la pareja o una imposición judicial” también son algunos de los alicientes.

Áreas de actuación

Todos estos datos se desprenden de la memoria de 2021 de Proyecto Hombre Bierzo-León presentada hoy por la directora de la entidad, Tania Paz Ramón, quien resaltó un incremento de la prevención en jóvenes y de las derivaciones desde los hospitales tras la detección de consumo en urgencias. De igual manera, se registró un “aumento importante” de jóvenes que todavía no tienen adicción pero sí consumen sustancias”.

Además de impulsar un programa de orientación y formación para hacer un uso adecuado de las nuevas tecnologías, Proyecto Hombre también puso en marcha el pasado año una iniciativa nueva de apoyo a madres consumidoras durante el embarazo y el primer año de vida del bebé y le dio un empuje al tratamiento del tabaquismo.

En el área de inserción laboral, la entidad recuperó el proyecto ‘Incorpora’ de la Fundación la Caixa, con un índice de contratación superior al 80 por ciento, al tiempo que continuó ayudando a “personas que acuden a tratamiento de adicción o prevención a buscar empleo y mantenerlo” y a cualquier otra persona desempleada.

En esta misma materia, llevó a cabo formaciones a través de la Cámara de Comercio de León dirigidas jóvenes de 16 a 30 años incluidos en Garantía Juvenil.