Castilla y León cumplirá la Lomloe pero no “regalará” aprobados ni títulos

Castilla y León puede presumir y de hecho presume de contar con uno de los mejores sistemas educativos del mundo, como así lo avalan los informes PISA y TIMSS sobre educación. Y eso es gracias a la implicación de profesores, alumnos, pero también a la apuesta por la equidad y la búsqueda de la excelencia que siempre ha defendido esta Comunidad.

Algo que seguirá haciendo en el futuro a pesar de la nueva ley educativa, la Lomloe, y la polémica que está generando. De hecho, Castilla y León cumplirá la norma, como no puede ser de otra manera, pero aprovechará el 40 por ciento de los currículos educativos que le compete al Gobierno autonómico para mejorar la normativa y tapar las carencias de la conocida como Ley Celaá.

De hecho, en Castilla y León se podrá estudiar toda la historia, y no sólo desde 1812 como promueve el Gobierno de Sánchez, además de permitir el estudio de la filosofía como optativa en 4º de la ESO, sin incumplir ningún punto de la norma básica.

“Castilla y León no regalará aprobados, ni promociones ni títulos ni maquillará el fracaso”, afirmaba, contundente, este lunes la consejera de Educación, Rocío Lucas, al presentar el curso escolar 2022/2023 que, entre las novedades, aparte del fin de las restricciones de los últimos años por la pandemia, incluye la incorporación al sistema educativo de forma gratuita y no obligatoria de los escolares de 2 y 3 años, aunque con una ligera caída el segundo ciclo de infantil y primaria, asociada a los datos demográficos.

En este sentido, la consejera explicaba que extenderán el programa de éxito educativo de la Comunidad con nuevas medidas para tercero de primara y primero de la ESO, y se reafirmará la apuesta por la “cultura del talento, mérito, esfuerzo y capacidad” que la ha situado en los primeros niveles formativos internacionales y a la cabeza en España.

”Tenemos la obligación moral y profesional de ofrecer la mejor educación, que no es otra que una enseñanza libre, abierta y flexible, no de postulados”, advertía.

El curso comenzará el viernes con 340.826 alumnos, lo que supone un aumento del 0,55 por ciento debido principalmente a la entrada de escolares de 2 y 3 años al sistema. También se incrementa la plantilla docente en 645 profesores, por lo que en el próximo curso habrá 34.795 profesores impartiendo clase en la aulas de la Comunidad, de los que 27.310 lo harán en centros públicos.

Un curso en el que, además, se van a comenzar a implementar las medidas como la bajada de ratios y la mejora de plantillas y del horario lectivo, acordadas con las organizaciones sindicales de la Comunidad. En concreto, y en dos cursos empezando por este de 2022-23, las ratios pasarán en infantil de 25 a 22 alumnos, en secundaria de 30 a 27 y de 35 a 33 en bachillerato.

Objetivo: consolidar al sistema educativo de Castilla y León como uno de los más modernos y avanzados, y para “seguir ofreciendo a la ciudadanía una educación excelente como garantía de futuro para esta tierra”, destacaba Lucas.

Escuela rural

Otra de la señas de identidad de la educación en castilla y León es la defensa de la escuela rural y de la equidad. Así, este nuevo curso escolar contará, según Lucas, con importantes inversiones en infraestructuras y el equipamiento, y en el que se dará un impulso definitivo a la digitalización de los centros.

Además, se mantiene el compromiso por la escuela rural, con la apertura de cuatro nuevas unidades en pequeñas localidades de Salamanca,Valladolid, Soria y Zamoraque llevaban años cerradas, en un curso en el que habrá 28 escuelas con tres o cuatro alumnos, cinco (13 en el curso anterior) y 23 en cada caso (15).

Respecto al coste de la gratuidad para los niños de 2-3 años, la consejera cifraba en 38 millones de euros por curso el desembolso de la Junta, aunque reconocía que se ha recibido una subvención europea de la misma cuantía para los próximos tres años.

Además, se han realizado obras en 118 centros educativos públicos para acoger estas aulas con todas las infraestructuras y equipamiento necesario por valor de cinco millones y medio de euros.

El presupuesto para este curso será de unos 52,2 millones de euros para adquirir portátiles o pizarras digitales, entre otro equipamientos, y 11,5 millones para mejorar las infraestructuras internas de los centros educativos en las anualidades de 2022 y 2023.