Sociedad

Corrigen en los últimos meses más de 100 apoyos eléctricos considerados peligrosos para las aves en Segovia

Las acciones se han realizado dentro de la ‘Convocatoria de Medioambiente 2021′ que impulsa iniciativas de mejora del patrimonio natural a través de la conservación de la naturaleza y la biodiversidad

Trabajos realizados en la provincia de Segovia
Trabajos realizados en la provincia de SegoviaLa Razón

En el contexto del proyecto “La conservación de la avifauna protegida en Segovia frente a los tendidos eléctricos”, seleccionado en el marco de la Convocatoria de Medioambiente 2021, a través de CaixaBank y Fundación Caja Segovia, se han llevado a cabo en los últimos meses las medidas correctoras necesarias en un total de 108 apoyos eléctricos considerados peligrosos para las aves, y que supondrá un importante descenso en la mortalidad interanual en la provincia de Segovia.

En este sentido, a la intensificación de las correcciones por las Compañías Eléctricas se ha unido la instalación de salvapájaros, para evitar posibles colisiones de la avifauna. Por otra parte, el Colectivo Azálvaro, además, para la identificación y resolución del problema de la electrocución en Segovia, y seguir recabando datos de líneas que no se ajustan al Real Decreto 1432/2008 de protección de la avifauna contra la electrocución, ha hecho hincapié en los titulares particulares, para así poder beneficiarse de las ayudas y actuaciones que ha previsto la JCyL para reducir el riesgo de accidentes de aves en estas infraestructuras.

En el marco de las acciones del proyecto para la localización de tendidos eléctricos peligrosos, fueron prospectados más de 350 apoyos en un total de 3 ZEPAS en la provincia, Campo Azálvaro-Pinares de Peguerinos, Sierra de Guadarrama y Valles del Voltoya y el Zorita, registrado un total de 93 electrocuciones. Y cuyos datos se han incluido en el mapa del proyecto “‘Pon un Tendido en tu Punto de Mira”, cuya acción pretende crear un inventario de tendidos eléctricos potencialmente peligrosos para las aves a través de una red de voluntarios con el objetivo de llamar la atención sobre el problema a compañías eléctricas, titulares particulares y administraciones públicas y exigir que se corrijan.

Para situar en contesto el importante resultado alcanzado en el proyecto se compara este dato con los datos oficiales publicados por la Dirección General de Patrimonio Natural de la Junta de Castilla y León, con 327 nº de electrocuciones registradas en el periodo 2012-2016 por un lado, y pasando de las 162 aves recogidas en 2015 a las 551 en 2020 por otro lado, último año en que se registraron estos datos en todo Castilla y León y donde se refleja que la mortalidad por electrocución se ha disparado en los últimos años hasta un 70%.

Pero si analizamos estos datos con los obtenidos en el marco del proyecto, dista muchísimo de los poco más de 300 animales en 4 años; es decir, apenas 80 aves electrocutadas por año en todo Castilla y León, en comparación con las cerca de 90 aves electrocutadas contabilizadas en el periodo enero/junio 2022, solo en una parte del territorio de la provincia de Segovia, según ha señalado José Aguilera, presidente de la entidad conservacionista.

«Las más susceptibles a la electrocución son las rapaces, que han representado un 68 % del total de aves electrocutadas, de las cuales el 10% están catalogadas como en peligro de extinción o vulnerables. Entre ellas se incluyen 5 milanos reales y 4 buitres negros, por citar algunas de las más amenazadas. En números absolutos las especies que más frecuentemente se han detectado muertas por electrocución son el Busardo ratonero y el buitre leonado, así como córvidos y cigüeñas blancas»