Policía Nacional

Oterino se compromete a mejorar los índices de criminalidad actuales de Valladolid

El nuevo comisario provincial toma posesión del cargo con el objetivo también d eproteger a los más vulnerables y combatir la ciberdelincuencia

Francisco Javier Oterino toma posesión como nuevo comisario provincial de Valladolid en presencia de Virginia Barcones, Alicia Villar y el jede superior de la Policía en Castilla y León, Juan José Campesino
Francisco Javier Oterino toma posesión como nuevo comisario provincial de Valladolid en presencia de Virginia Barcones, Alicia Villar y el jede superior de la Policía en Castilla y León, Juan José CampesinoLa RazónLa Razón

Combatir a la ciberdelincuencia; plantar cara al tráfico de drogas; potenciar la colaboración con los magistrados, jueces y fiscales; y, sobre todo, proteger a las víctimas más vulnerables y los delitos derivados de procesos migratorios.

Estos son, grosso modo, los objetivos que se ha marcado el nuevo comisario provincial de Valladolid, Francisco Oterino, que ha tomado posesión de su cargo este viernes en la ciudad en un acto presidido por la delegada del Gobierno en Castilla y León, Virginia Barcones, que ha estado acompañada, entre otras autoridades, por la subdelegada del Gobierno en Valladolid, Alicia Villar.

En su intervención, el nuevo comisario jefe se comprometía también a mejorar los índices de criminalidad actuales, así como a prevenir las amenazas terroristas o los robos en domicilios. “Nuestra misión es que los ciudadanos se sientan más seguros”, aseguraba Oterino Durán, que sustituye en el cargo a Luis Gibert, que cesó como jefe provincial por jubilación el pasado 15 de septiembre, tras una gran y aplaudida labor.

En el acto participaba también el jefe superior de Policía en Castilla y León, Juan José Campesino, quien ponía de manifiesto los valores y la formación de Oterino, al que considera sobradamente capacitado para su nuevo puesto.

Por su parte, la delegada del Gobierno en Castilla y León destacaba el listón “tan alto” que deja Gibert, algo “positivo” según Barcones, mientras aseguraba, contundente, que a pesar de los últimos sucesos acaecidos en la capital del Pisuerga, con varios asesinatos y casos de violencia de género, Valladolid es una de las provincias “más seguras de España”, con 39 infracciones penales por cada mil habitantes, siete puntos inferior a la media nacional, frente al entorno de los 35 de la Comunidad.

“En todo caso -decía- no queremos caer en la autocomplacencia. Vivimos en una ciudad segura y la gente se siente segura. Ha habido una coincidencia de sucesos. Hay que seguir ampliando plantillas, avanzar contra los nuevos delitos y en formación”.

Igualmente, Barcones transmitía que la seguridad es un “pilar fundamental de la sociedad” y que por ello “nadie está seguro si hay amenazas”;, de ahí que hiciera especial hincapié en la especialización necesaria para combatir los nuevos tipos de delincuencia.

También aprovechaba para reafirmar el compromiso del Gobierno de España para complementar “al máximo la plantilla” de agentes de la Policía Nacional. Al respecto, recordaba que Castilla y León alcanza los 3.100 efectivos, la mayor cifra en la última década, lo que le permite acercarse al máximo histórico, 3.123 contabilizados en 2011. “Nuestro objetivo es seguir ampliando la plantilla”, apuntaba.

Sumisión química

Por otro lado, la delegada del Gobierno señalaba que todas las denuncias por un posible pinchazo de sumisión química realizas este verano en la Comunidad, en torno a una veintena, han dado negativo posteriormente en la serología y en los análisis de sangre.

Pese a ello, afirmaba que es preferible “atender cien actuaciones” de mujeres que creen que han podido sufrir este tipo de agresión, y que posteriormente “den negativo”, a que una sola mujer “no lo denuncie por tener dudas o incertidumbre y que haya un sujeto agrediendo a mujeres”. “Seguiremos con todos los protocolos para evitar este tipo de actos”, decía, tras advertir a quien tenga intención de “generar el pánico o inseguridad” en conciertos o discotecas de que “esto no es una broma, es un delito”.