Sociedad

La Asamblea Popular Contra la Guerra pide en León “un algo al fuego y una negociación” como “única forma de luchar” contra la guerra de Ucrania

La organización se muestra en contra "de todos los bloques y todas las batallas" y apuesta por "una postura contra el militarismo"

La Asamblea Popular contra la Guerra convoca una movilización contra la guerra de Ucrania un año después de la invasión rusa
La Asamblea Popular contra la Guerra convoca una movilización contra la guerra de Ucrania un año después de la invasión rusaCampilloIcal

La Asamblea Popular Contra la Guerra se concentró hoy en la Plaza de Botines de la ciudad de León para señalar que “la única forma que hay de luchar contra la guerra de Ucrania es presionar para que haya una negociación y un alto al fuego”, al tiempo que “en un contexto de crisis ecológica ecosocial” haya un freno a “una lucha entre dos bloques para asegurarse los últimos recursos del planeta”.

Así lo apuntó el portavoz de la Asamblea, Antonio Gómez, quien quiso dejar claro que esta “no está ni a favor de alimentar la dictadura de Putin ni tampoco a la Organización del Atlántico Norte (Otan)”, al entender que “se entiende que esta no es una guerra justa”, sino que se trata de “un conflicto entre bloques por apropiarse los últimos recursos del planeta”.

La cita leonesa formó parte de una convocatoria a nivel europeo y estatal “en contra de todos los bloques y todas las guerras”, al entender desde la organización que “hay que tomar una postura contra el militarismo” ante una situación que “está llevando hacia una tercera guerra mundial” en un contexto en el que “en todos los países europeos se está produciendo una reducción del gasto sociales, en sanidad o educación” para “dedicar los fondos al gasto militar”.

En este sentido, Gómez apuntó que el gasto en materia militar del Gobierno de España, “el más progresista de la historia”, llega a los 48.000 millones de euros, lo que supone “casi tres cuartas partes de lo que se gasta en sanidad”. Una cifra con la que “se podrían contratar 100.000 médicos o enfermeros durante cinco años”, mientras que “se está destruyendo el empleo en el sistema público de salud, con unas listas de esperas brutales”, informa Ical.