Opinión
Atracción de talento en las zonas rurales: la necesidad de equilibrar nuestro mapa de oportunidades
"La riqueza natural, combinada con la calidez de sus habitantes y la conexión con las raíces históricas, crea un entorno propicio para el florecimiento del talento en sus diversas formas"
En la ecuación de progreso de nuestro país, las zonas rurales, con su encanto, tradiciones y su riqueza cultural, han sido durante mucho tiempo áreas subestimadas en términos de atracción de talento. Estas regiones, a menudo pasadas por alto, albergan un sinfín de oportunidades esperando ser descubiertas y aprovechadas. La riqueza natural, combinada con la calidez de sus habitantes y la conexión con las raíces históricas, crea un entorno propicio para el florecimiento del talento en sus diversas formas.
Sin embargo, el flujo constante hacia los centros urbanos está suponiendo un verdadero desafío en lo que a contrataciones se refiere, dado que desvía la mirada de estas regiones, dejando un vacío en la expansión igualitaria de oportunidades.
Por eso, cuando hablamos de empleo en zonas rurales no solo implica generar puestos de trabajo, sino cultivar una red de oportunidades que promueva la inclusión y el desarrollo sostenible. Concretamente, atraer talento a estas áreas es una cuestión de redistribución geográfica, de reconocimiento y valoración de las habilidades únicas que pueden surgir de estos entornos. La diversidad en la procedencia geográfica del talento no solo enriquece el tejido social, sino que también diversifica las ideas y perspectivas, catalizando la innovación y el progreso en comunidades que anhelan revitalización.
El primer paso hacia esta meta es la creación de un ecosistema propicio para el crecimiento y el desarrollo personal y profesional. Por ello, las iniciativas que fomentan el acceso a oportunidades laborales y que, a su vez, impulsen la educación especializada y la capacitación técnica son fundamentales. Y en este punto es donde incidimos las empresas locales y las grandes compañías, puesto que no solo actuamos como motores económicos, sino también como puentes hacia un futuro próspero en los entornos rurales. La presencia de compañías como la nuestra es fundamental para la atracción y el mantenimiento del talento, ya que poseemos un entendimiento profundo de las necesidades locales y estamos en una posición única para ofrecer empleo de calidad, estable y sostenible.
Este empleo debe complementarse con el sentido de arraigo y pertenencia, ofreciendo salarios competitivos, condiciones laborales justas y oportunidades reales de crecimiento profesional. Cuando las personas sienten que sus habilidades son valoradas y que tienen la oportunidad de crecer dentro de su entorno, se crea un lazo sólido que beneficia tanto a la empresa como a la comunidad. Además, al invertir en la capacitación y el desarrollo de habilidades, construimos una fuerza laboral más competente, al tiempo que sembramos la innovación y progreso atrayendo a los mejores candidatos. De esta forma, nos convertimos en imanes para aquellos que buscan un cambio de vida, personas que desean contribuir al crecimiento de una comunidad mientras desarrollan sus capacidades.
Para reforzar nuestro compromiso, empresas como la nuestra lanzamos campañas centradas en: atraer el talento de la zona, para que puedan mantenerse en la comarca y desarrollar su proyecto de vida en ella; facilitar la vuelta de aquellas personas que en un momento decidieron emigrar, y desarrollar la comarca como territorio de acogida para personas que estén buscando una vida profesional retadora en un entorno personal tranquilo. Gracias a su implementación y la labor constante por optimizar dicha estrategia se han generado 200 puestos de trabajo en los últimos tres meses, con un plan de capacitación para respaldar esta expansión de más de 34.000 horas de formación.
Con esta realidad, estamos convencidos de que es hora de desplegar esfuerzos colectivos para redefinir la narrativa, destacar las oportunidades y atraer y retener el talento en las áreas rurales.
Solo lograremos construir un mapa de oportunidades equitativo y vibrante, donde cada rincón de nuestro país sea un escenario para el florecimiento del potencial humano, mediante colaboraciones público-privadas. Es decir, es importante destacar la colaboración entre empresas, asociaciones y administraciones públicas, así como el apoyo a iniciativas específicas como ‘Fundación España Habitar’, la plataforma ‘Vente a vivir a un pueblo’ y los proyectos ‘Arraigo’ y ‘Conecta Rural’ como elementos catalizadores necesarios para luchar contra la despoblación. Esa colaboración y la cooperación transversal nos permitirá abordar este reto de forma integral y con una perspectiva social completa.
Es vital que las compañías mantengamos un compromiso social que vaya más allá de la mera generación de empleo, permitiéndonos actuar como catalizadores sociales, colaborando con escuelas, universidades y centros de formación para moldear currículos acordes a las demandas del mercado laboral local.
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