Turismo

El sugerente viaje por los fascinantes Torozos y Alcores palentinos

En el límite de la provincia de Valladolid nos adentramos por los inmensos y paisajes de la zona

Castillo de Ampudia
Castillo de AmpudiaICAL

Hoy nuestros pasos retornan a la provincia palentina. Tierra de contrastes, de alta montaña y de llana meseta en un corto espacio. Nos acercamos al suroeste de la provincia, casi en el límte de Valladolid en Tierra de Campos donde nos aguardan los Montes Torozos, aunque más bien páramos y los Alcores. De hecho, algunos de los pueblos propuestos en esta ruta llevan el nombre de Alcor, al igual que otros en la vecina tierra vallisoletana, ejemplo de ello es Villalba de los Alcores.

Son paisajes inabarcables, llenas de campiñas y todavía hoy tierras dedicadas a la agricultura, aunque la modernidad y el abandono han hecho que sumerjan de la nada los molinos de viento del siglo XXI, rompiendo la armonía de siglos de historia. Nuestra primera parada nos lleva hasta Autilla del Pino.

 

Allí nos espera el primer mirador para contemplar la lejanía de la Tierra de Campos. Una visita por esta localidad, medio despoblada, con apenas 200 habitantes, nos sorprenderá, como lo hará su barrio de bodegas históricas. Su iglesia parroquial, del siglo XVI lleva el nombre de la Asunción y también en sus alrededores merece la pena acercarse hasta la ermita de las Angustias. En las eras del pueblo se encuentran unas chabolas denominadas "picotas", que son utilizadas para el resguardo en épocas de labor. También cuenta con el Museo Agrícola y Etnográfico.

Nuetras siguiente parada es Paradilla del Alcor, en la actualidad una finca privada, aunque lo que conserva en la actualidad son ruinas medievales. Allí se encuentra restaurada la iglesia parroquial de San Pelayo. Seguimos de ruta para llegar a Paredes de Monte donde destaca la iglesia de Santiago Apóstol, románica del siglo XII, con un Cristo gótico del siglo XIV.

En Santa Cecilia del Alcor, destaca su iglesia parroquial y son dignas de ver algunas viviendas rupestres excavadas en la zona.

Llegamos a la joya de la corona de este recorrido, Ampudia, villa señorial. Vivió épocas mejores, pero hoy todavía resiste los embates del tiempo y es una de las localidades más viistadas de la provincia. Calles porticadas que dan acceso a la arquitectura tradicional castellana y por ello el conjunto está declarado como Histórico Artístico.

Ampudia desde las alturas
Ampudia desde las alturasIcal

En las afueras llama la atención su castillo, restuarado por Eugenio Fontaneda, y que sacó de la ruina para admiración de los turistas que pasan por sus recintos. También en el pueblo podemos contemplar la Colegiata de San Miguel donde uno no debe perderse el retablo mayor, la capilla de Santa Ana o el púlpito de madera de nogal, de Alejo Vahia.

Y acabamos nuestro periplo palentino por Valoria del Alcor. Allí nos espera una iglesia románica dedicada a San Fructuoso y en sus alrededores se halla la ermita gótica de Nuestra Señora de Guadalupe. También cuenta con un Ecomuseo "La Huerta de Valoria", un centro de divulgación medioambiental.

Ecomuseo en Valoria del Alcor
Ecomuseo en Valoria del AlcorIcal

Un recorrido por tierras palentinas que nunca deja a nadie indiferente.