Política

Carlos Martínez: "Estamos preparados por si Mañueco adelanta las elecciones"

El líder electo del PSOE en Castilla y León, que dice no haber tomado la decisión de si sería el candidato a la Junta, toma el relevo de Tudanca izando la bandera del municipalismo como palanca para lograr el cambio de Gobierno en la comunidad

Proyecto, equipo y liderazgo. Estas tres palabras definen lo que quiere conseguir desde ya el nuevo líder electo del PSOE en Castilla y León, el soriano Carlos Martínez, pero especialmente cuando sea entronizado como secretario regional durante el XV Congreso Autonómico previsto para los días 22 y 23 de febrero en Palencia, y de cara también a los congresos provinciales que se avecinan.

El alcalde de Soria ha cogido esta mañana el testigo de Luis Tudanca de forma simbólica hasta este cónclave, durante una comparecencia conjunta con el todavía líder del partido del puño y la rosa en la comunidad para escenificar que hay unidad y que este cambio y transición en el PSOECyL se está haciendo bien, con diálogo y escucha a todas las partes evitando el ruido interno que podrían generar en estos momentos unas primarias. Algo que Martínez hacía responsable a Tudanca. "Él es el verdadero responsable de que este proceso sea un ejemplo: es lo que nos diferencia a los socialistas de Castilla y León", decía.

El político burgalés, además, seguirá al frente de la portavocía del Grupo Parlamentario Socialista"el tiempo que haga falta", según avanzaba, aceptando de esta forma el ofrecimiento de Carlos Martínez, quien desvelaba que le había pedido a Tudanca, desde el respeto a su decisión personal, que pudiera seguir mostrando su generosidad continuando como portavoz en las Cortes unos meses más y sin fecha.

De esta forma, ambos dirigentes abren otra bicefalia en el socialismo castellano y leonés, algo que no es nuevo en el partido, siguiendo la estela de Juan José Laborda, Jesús Quijano, Ángel Villalba, Óscar López, Julio Villarrubia y el propio Luis Tudanca

Martínez avanzaba algunas de sus prioridades en estos primeros meses al frente del partido, que pasan por el rearme programático y consolidar al PSOE como alternativa de Gobierno en la comunidad, pero también y sobre todo por convencer a la gente de que esto es posible y de que se puede gobernar de otra manera a como lo lleva haciendo el PP más de tres décadas.

Asimismo, el nuevo líder socialista mostraba también la importancia que tendrá el municipalismo en su decisiones y en la hoja de ruta del PSOECyL como palanca para conseguir este rearme, pero también su compromiso con las políticas europeas y la Agenda Urbana y la Agenda 2030, así como la defensa del derecho que tienen los ciudadanos a quedarse a vivir en sus territorios, en este caso Castilla y León. Aspectos en los que Martínez decía que será beligerante y estará comprometido.

Respecto a un posible adelanto electoral en Castilla y León, cuyas próximas elecciones deben realizarse en febrero de 2026, Martínez aseguraba que el PSOE está preparado ante lo que pueda ocurrir, si bien decía no tener decidido si será él u otra persona el candidato a presidir la Junta de Castilla y León.

En este sentido, señalaba que esto no es lo más importante para él en estos momentos, por un lado por respeto a los tiempos y las reglas del partido, y, por otro, porque su prioridad ahora es consolidar el proyecto del PSOE en las nueve provincias a través de los congresos territoriales, en los que Martínez afirmaba que será respetuoso para favorecer la autonomía de cada federación, con el objetivo de que la sociedad "visualice" que son una alternativa, " y luego ya se repartirán los cargos".

"Si Mañueco decide convocar elecciones anticipadas, que podría hacerlo porque le están flaqueando las piernas, estamos listos para dar la batalla", decía el nuevo mandamás socialista, quien resumía la legislatura de el presidente de la Junta en cuatro palabras: inacción, desidia, desinterés e inestabilidad.

En su debe, Martínez desvelaba haber recibido la felicitación del presidente de la Junta en una conversación respetuosa y cortés, al que lanzaba un guante al mostrarse dispuesto a desarrollar pactos de Comunidad con “objetivos claros” y alejados de los "autoengaños" a los que Mañueco, según decía, ha sometido a la sociedad, en general, y a los socialistas, en particular.