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Tradiciones

Castilla y León se va de parranda: Los pueblos con los festejos taurinos más divertidos

Media comunidad castellano y leonesa se irá de fiesta estos días con festejos populares muy arraigados que atraen cada año a miles de visitantes y paisanos que regresan unos días al lugar que les vio nacer

Plaza del Coso de Peñafiel, donde es típica la suelta de toros por dentro y por fuera del ruedo en las capeas Dip. ValladolidLa Razón

Esta semana que acaba de empezar, coincidiendo con la festividad de la Asunción de la Virgen (subida de la Virgen María en cuerpo y alma al cielo), y San Roque, de quien se dice que protege de enfermedades y salvaguarda los cultivos de tormentas y plagas, son miles los municipios de España, en general, y de Castilla y León, en particular, los que se van de parranda, ya que celebran sus fiestas patronales grandes.

Media comunidad castellano y leonesa se irá de fiesta estos días con festejos populares muy arraigados que atraen cada año a miles de visitantes y paisanos que regresan unos días al lugar que les vio nacer, que inundarán las calles y plazas de estos pueblos con ganas de pasarlo bien pero también y sobre todo de empaparse de las costumbres de cada localidad, así como de disfrutar de su gastronomía, en el caso de los turistas.

Unas fiestas conun nexo común en la mayor parte de los pueblos: los toros, que son sin duda alguna los principales protagonistas. Y es que Castilla y León es una región de gran tradición taurina y que cuenta con algunos de los encierros con más solera de España, como Cuéllar y Coca, en Segovia, o el municipio vallisoletano de Peñafiel, que precisamente es uno de los que celebra esta semana sus fiestas patronales, del 14 al 18 de agosto, aunque anoche dieron el pistoletazo de salida con la tradicional Velada de Santa Clara.

Los encierros y capeas de Peñafiel son de los más añejos, y su escenario, la Plaza del Coso, un lugar especial y peculiar. Se trata de un recinto único en España en el que se sueltan toros por dentro y por fuera del ruedo, una peculiaridad que ha otorgado a las fiestas de Peñafiel una fama que traspasa las fronteras nacionales.

Se trata de un espacio público creado en la Edad Media para albergar festejos taurinos que continúa teniendo esa función en la actualidad en la que destaca la abundancia de balcones de madera muy decorados con motivos tales como hojas, flores o frutos (guardamalleta es el nombre que reciben estos adornos de madera calada).

Capea en el coso de Peñafiel (Valladolid), con un toro por fuera del ruedo, como es típico en esta plaza medievalLeticia PérezIcal

Este recinto acoge numerosas actividadesdurante el año como la tradicional Bajada del Ángel del Domingo de Resurrección, de Interés Turístico Nacional, pero, sobre todo, los festejos taurinos de las Fiestas de Nuestra Señora y San Roque, declaradas de Interés Turístico Regional. En ellas, se instala un ruedo en el interior de la plaza que permite la suelta de reses al estilo de la villa, es decir: con un toro por dentro del ruedo y otro por fuera, una peculiaridad que ha otorgado a las fiestas de Peñafiel una fama que traspasa las fronteras nacionales.

Además, como curiosidad, la Plaza del Coso cuenta con otra peculiaridad: conserva el derecho consuetudinario, basado en la costumbre de "derecho de vistas" o "balcón de servidumbre". Esta concesión permite contemplar los festejos de las fiestas patronales de San Roque desde los balcones de la Plaza del Coso, siendo o no propietarios de la vivienda.

Pero además de Peñafiel, los toros son también importantes en otros municipios vallisoletanos como Rueda, Tudela de Duero o Viana de Cega, que también celebran sus fiestas estos días también, con espectaculares encierros por las calles y el campo.

Así como en el municipio burgalés de Roa de Duero y el soriano de El Burgo de Osma, donde los festejos taurinos son el alma de la fiesta, con magníficas corridas y novilladas en los que suelen participar algunos de los primeros espadas de nuestro país.

También son fiestas durante la semana que viene en El Barco de Ávila. Piedralaves y Las Navas del Marqués, en la provincia de Ávila; en Alcañices, Morales de Toro,Villalpando y Galende, en territorio de Zamora; y en Villamuriel de Cerrato, Dueñas, Villalobón o Alar del Rey, en Palencia.

Precisamente en este último municipio se celebra el viernes la Fiesta de las Piraguas, de Interés Nacional, en la que cientos de piragüistas participarán en el Descenso Internacional por un río Pisuerga joven y bravo, y con los márgenes a rebosar de gente.

La localidad salmantina de La Alberca, en la Sierra de Francia, acoge una de las fiestas más devotas y arraigadas de la Región, y también de Interés Turístico Nacional. Dos actos las protagonizan: el ofertorio, más religioso, y la loa, más pagano. El primero se celebra para honrar a la Virgen, y, el segundo, un auto sacramental de origen medieval que muestra la lucha entre el bien y el mal.

Tradicional Pinochada en la localidad soriana de Vinuesalarazon

Y el municipio soriano de Vinuesa es también otro de los que cuenta con una tradición curiosa: «La pinochada». Una batalla entre hombres y mujeres que recuerda a un enfrentamiento que mantuvieron hace siglos los visontinos con los de vecinos de Covaleda.

Novedades en el Cronicón de Oña

Y en Burgos, concretamente en la localidad de Oña, se celebrará desde el miércoles y hasta el domingo la recreación histórica del Cronicón de Oña, en el que vecinos de este municipio exhiben la historia de la Villa, la fundación de su Monasterio, así como acontecimientos referidos a los orígenes de Castilla.

Un evento que este año incluirá como novedad una nueva escena dedicada a la figura de Alfonso V de León, que fue proclamado rey con solo cinco años, en un guiño a su ambición de crear cantera que garantice el relevo generacional de esta recreación declarada Fiesta de Interés Turístico Regional.

Ensayos del Cronicón de OñaRicardo Ordóñez/Ical

Alfonso V de León fue coronado rey con solo cinco años, tras la muerte de su padre Bermudo II, y la escena diseñada para este año está protagonizada por niños, desde los que juegan con el joven infante hasta los que participan en la danza de entronización de Alfonso V.

El espectáculo principal, que tiene lugar en el patio de San Íñigo del Monasterio de San Salvador de Oña -declarado Bien de Interés Cultural (BIC) -, incluye también novedades en el vestuario y la escenografía, con una renovación estética que busca aportar frescura y profundidad a la puesta en escena.