Medio Ambiente

Castilla y León recibe un millón de euros para restaurar cuatro lagunas de Tierra de Campos donde descansa el carricerín cejudo

Se trata de una de las aves más amenazadas que utiliza hábitats de la región durante su viaje migratorio de Ucrania al Sáhara

Carricerín Cejudo en las graberas de Fuentecantos (Soria)
Carricerín Cejudo en las graberas de Fuentecantos (Soria)Cenaida Largo/Ical

Castilla y León contará con un millón de euros para restaurar y conservar cuatro humedales de Tierra de Campos que permitan el descanso en el viaje migratorio a una de las aves más amenazadas: el carricerín cejudo. Los hábitats que se persiguen recuperar se ubican en la Red de Espacios Natura 2000 y se encuentran en la provincia de Palencia. En concreto, se actuará en las Charcas del Cruce (Villarramiel) y las lagunas de Pedraza (Pedraza de Campos), de la Nava (Fuentes de Nava y Mazariegos) y Boada (Boada de Campos).

La Fundación Global Nature, encargada de desarrollar el proyecto, lleva más de 20 años intentando recuperar esta especie con tres proyectos financiados por la Comisión Europea. Este último, denominado ‘Carricerines en movimiento’ (Life AWoM) hace referencia a un viaje migratorio de más de 6.000 kilómetros entre Europa y África que protagoniza este ave diminuta (de apenas diez gramos, menos que una cucharilla de café) y con una capacidad de resistencia asombrosa.

El carricerín cejudo, paseriforme más amenazado de Europa continental, migra cada año desde sus zonas de cría en el centro y este de Europa hasta sus áreas de invernada en el África subsahariana. En su ruta necesita detenerse en humedales clave para alimentarse y descansar. Varios de esos enclaves están en España, donde Fundación Global Nature trabaja para mejorar su estado de conservación.

El responsable de desarrollar el proyecto en Castilla y León y catedrático en Biología por la Universidad de León David Miguélez indicó que en España se invertirán tres millones de euros para proteger a esta ave que requiere algo más que conservar sus puntos de origen o destino.

En este sentido, señaló que necesita de una red internacional de humedales sanos que aseguren su supervivencia durante el trayecto. Por ello, de la importancia del proyecto LIFE AWoM, que une a países como España, Francia, Portugal, Bélgica o Senegal, Los trabajos que se realizarán en los cuatro humedales de la Tierra de Campos pasan por realizar acciones de conservación, en el suelo, en el agua y en la vegetación.

En concreto, los técnicos identificarán los problemas o las perturbaciones que el ser humano ha generado en el humedal e intentarán “resetearlos”, es decir, restaurar los hábitats para recuperar los valores iniciales de esos hábitats.

“Lo que está ocurriendo en muchos humedales es que están cargados de nutrientes y vegetación que crece masivamente, a consecuencia de la contaminación y la llegada de nutrientes en las aguas procedentes de los fertilizantes agrícolas o de las depuradoras de los pueblos. Por ello, se trata de corregir ese problema creando aguas abiertas; diversificando la vegetación, de manera que favorecemos la conservación de hábitats de interés comunitario más favorable para la conservación de especies amenazadas como el carricerín cejudo”, especificó.

Las labores pasarán por mejorar la gestión hídrica para de favorecer la inundación del humedal; realizar siegas para conseguir laminas de aguas abiertas; la retirada de tierra (decapados )con el objetivo de retirar vegetación y materia orgánica que se ha acumulado durante años y conseguir laminas de agua libre o abiertas; y favorecer el pastoreo tradicional, que también se alimenta de vegetación.

De Ucrania al Sagel

El carricerín cejudo es una especie insectívora que en España es exclusivamente migratorio. Se reproduce regularmente en Bielorrusia, Alemania, Hungría, Lituania, Polonia y Ucrania, e irregularmente en Rusia y en Leton e inverna en África occidental, al sur del Sahara. Su área de distribución actual se encuentra muy fragmentada y se estima una población mundial de entre 8.000 machos cantores, es decir, 16.000 cejudos. “Hay muy pocos ejemplares para una especie que pesa diez gramos y que hace una migración de 12.000 kilómetros”, reseñó

El paso prenupcial acontece principalmente en abril y a través de una ruta ligada principalmente a los humedales de la costa mediterránea. Por el contrario, el paso postnupcial es más dilatado en el tiempo, entre finales de julio y primeros de octubre, y abarcaría un territorio peninsular mucho más amplio, pero evitando en general la costa mediterránea.

David Miguélez señaló que, a pesar de los esfuerzos y de las estrategias de conservación, la población sigue disminuyendo. En concreto, hace aproximadamente siete u ocho años la población estaba estimada en 22.000 aves y ahora mismo alcanza solo los 16.000.

Al respecto, afirmó que la principal amenaza siempre han sido la destrucción de su hábitat. Es una especie que tiene unos requerimientos de hábitat muy específicos y necesita vegetación de lagunas de juncos y de vegetación herbácea de bajo porte, aproximadamente de 30, 40 o 50 centímetros y que esté encercada solo unos centímetros para poder capturar insectos.

Además de las acciones de conservación, Global Nature también realiza seguimientos mediante anillamiento científico. En abril estudian la especie en el paso migratorio primaveral y en agosto y septiembre en la migración hacia África que es el paso postnupcial, de esa manera, testan cómo se comporta la población mundial y también si sus acciones de conservación dan resultados en el humedal viendo la cantidad de aves que hay en estos hábitats.

Esto se realizan gracias a los seguimientos mediante anillamiento científico. “Capturamos las aves, las individualizamos con una anilla metálica que tiene un código de números y letras y se liberan. Gracias a esta herramienta hemos ido conociendo como el viaje migratorio de la especie”, puntualizó.

El proyecto europeo incluye, según el técnico, desplegar una tecnología novedosa, que permitirá el marcaje del ave con una especie de mochila muy ligera, que incorpora una pequeña célula fotoeléctrica y un chip. Además, se desplegarán una antenas que tienen una radiación de kilómetro y medio para detectar las aves que se marcarán en los humedales palentinos y en el resto de hábitats de la Península (Comunidad Valenciana, Cataluña y Castilla La Mancha) y Europa ( Países Bajos, Portugal, Francia, Bélgica, España y Senegal).

En Castilla y León el ave además de poder verse en Palencia durante su viaje migratorio también se ha podido citar en las graveras de Fuentecantos en Soria. Miembros de SEO Bird Life-Soria en prospecciones en la zona en años posteriores descubrieron que la dehesa de Fuentecantos era un buen lugar de paso, al menos puntualmente.