
Sociedad
El consumo de antidepresivos se dispara en Castilla y León en la última década
Solo durante el último año, los médicos de la comunidad recetaron 714.283 envases más de psicofármacos

La prescripción de antidepresivos -entre ellos la fluoxetina (el célebre Prozac)- se ha disparado en Castilla y León un 38 por ciento durante la última década, al pasar de 1.875.790 envases en 2015 a 2.590.073 en 2024.
Solo durante el último año, los médicos de la Comunidad recetaron 714.283 envases más de psicofármacos para tratar una patología que en España afecta a cerca de 2,1 millones de personas, lo que equivale al 5,25 % de esta población.
De estas, aproximadamente 230.000 sufrirían una depresión grave, mientras que la prevalencia es mayor en mujeres (7,1 %) que en hombres (3,5 %), y aumenta con la edad, alcanzando su punto máximo en personas mayores de 85 años, según los datos del Servicio de Salud de Castilla y León de la Consejería de Sanidad.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que en 2030 la depresión será la primera causa de discapacidad en todo el mundo.
Hasta 1980, su diagnóstico era infrecuente y la sufrían del orden de 50 a 100 personas por millón, mientras que estimaciones de esta década la sitúan en 100.000.
Por provincias, León copa la cuarta parte de envases dispensados en las oficinas de farmacia (636.200 con un incremento del 35,9 por ciento en diez años) por delante de Valladolid (500.792), Salamanca (386.161), Burgos (350.743), Zamora (175.823), Ávila (174.837), Palencia (163.863), Segovia (126.055) y Soria (75.599).
Por otro lado, el uso de ansiolíticos (las benzodiazepinas como lorazepam y el alprazolam, comercializados por Pfizer como Orfidal y Trankimazin) se ha incrementado el 10,8 con 2.880.903 cajas recetadas en el último año frente a las 2.599.419 anotadas en 2015.
En el análisis por provincias, Valladolid, con 674.733 envases, y León, con 644.949, se situaron a la cabeza de la Comunidad. Les siguieron Salamanca (396.729), Burgos (291.291), Zamora (218.483), Palencia (233.827), Ávila (202.650), Segovia (135.226) y Soria (83.015).
Antidepresivos o tranquilizantes
Mientras los antidepresivos se indican ante cuadros del estado de ánimo, fobias y casos de estrés postraumático; los tranquilizantes son recetados por los médicos para abordar trastornos adaptativos que provocan a quien los padece una ansiedad excesiva.
No obstante, los antidepresivos pueden ser prescritos de forma segura y eficaz para el tratamiento de otras condiciones, como el insomnio y el dolor crónico.
Como alertan los expertos, la falta de psicólogos clínicos en el sistema sanitario público es una realidadque hace que gran parte de los pacientes no pueden beneficiarse de psicoterapias, que pueden usarse bien combinadas con fármacos o en solitario.
En este sentido, el Consejo General de Colegios Farmacéuticos lanzó a finales de 2024 una campaña junto a la Sociedad Española de Psiquiatría y Salud Mental (SEPSM) para potenciar la intervención del farmacéutico comunitario en patología mental.
"Es importante explicar que el efecto de los antidepresivos es mantenido en el tiempo y que no debe esperarse un efecto inmediato; o que el uso de benzodiacepinas debe ser limitado en el tiempo", explica a Efe la presidenta de la SEPSM, Marina Díaz, sin olvidar que "el farmacéutico es una pieza clave asistencial a la hora de detectar cuando una persona debe ir al médico, porque los síntomas están interfiriendo en el desarrollo adecuado de su día a día".
Además, en caso de enfermedad mental grave, son una figura muy importante a la hora de mejorar la adherencia al tratamiento. Y es que uno de los mayores riesgos en los pacientes con problemas de salud mental es el abandono del tratamiento, como alertan los profesionales.
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