Día Internacional

La Enfermería se reivindica como profesión y denuncia la creciente violencia hacia sus profesionales

Los Colegios Oficiales de Enfermería calculan que en la actualidad existe un déficit de al menos 6.000 profesionales en Castilla y León

Dos enfermeras leen un informe de un paciente con covid
Dos enfermeras leen un informe de un paciente con covidJesús DigesAgencia EFE

Bajo el lema "Nuestras enfermeras, nuestro futuro", los profesionales de la Enfermería de Castilla y León celebran este viernes 12 de mayo el Día Internacional de la Enfermería en el que reivindican la importancia de esta profesión para la salud, por lo que aprovechan esta jornada para demandar un mayor apoyo e inversión, pero, sobre todo, poder estar en el lugar que estos sanitarios consideran que deben de ocupar. "Somos un grado universitario con la misma preparación académica y con el mismo nivel de formación que el resto de egresados", apuntan.

Este Día Internacional, además, llega en medio de la preocupación que surge por el incremento de los síntomas del llamado síndrome de ‘burnout’ o del trabajador agotado, junto con la creciente cifra de casos de violencia contra los sanitarios, en los que las enfermeras resultan ser las principales víctimas.

El gremio de enfermeros advierten de que la administración penaliza a la Enfermería al mantenerla en un nivel A2, frente al nivel A1 de prácticamente el resto de grados universitarios. Un límite que los profesionales del sector ven injusto para el desarrollo de las competencias para las que está capacitada. "Invertir en Enfermería es hacerlo en salud", insisten desde el Colegio Profesional de Enfermería de Castilla y León, donde se muestran preocupados también por el hecho de que el esfuerzo formativo que llevan a cabo los enfermeros no tiene un reflejo claro en la contratación en las plantillas de los equipos de la Sanidad, ni la hospitalaria ni la de Atención primaria.

En este sentido, advierten de que la ratio de enfermeras por pacientes es ahora en España dos puntos inferior a la media de los países del entorno con un déficit de 6.000 profesionales cuando calculan que en este momento serían necesarias 153.000 enfermeras más en todo el país y en Castilla y León.

"Mientras no se alcancen esos estándares, la calidad asistencial puede verse mermada, pero si somos capaces de programar la reducción de este déficit en los cinco próximos años, el problema será grave", apuntan, inquietos desde el Colegio.

Un problema al que se unen otros como la pérdida constante de profesionales cualificados con una excelente formación en los centros universitarios de esta comunidad y que buscan mejores condiciones laborales en países como Noruega o Finlandia, cuya ratio de enfermeras por habitante es tres veces superior a la nuestra. Además, dentro de España hay profesionales que se trasladan a comunidades como Cataluña, País Vasco o Madrid, por ejemplo, donde los salarios están por encima de los de Castilla y León.

Los enfermeros, además, demandan nuevos protocolos que añadan seguridad a su trabajo frente al aumento de agresiones de los últimos años. En 2022 se contabilizaron nada menos que 793 agresiones a personal sanitario en las nueve provincias de Castilla y León de las que casi la mitad, en concreto 317, tuvieron como víctimas a enfermeras, el mayor colectivo afectado por esta violencia centrada además en las mujeres. Del total, más de quinientas víctimas lo fueron de la violencia que se ejerció sobre el personal femenino de centros hospitalarios y de atención primaria.

"Exigimos que las agresiones, incluidas las amenazas verbales, las presiones, los insultos y las vejaciones, tengan una especial consideración penal y que las leyes cumplan su función punitiva sobre el agresor y una labor ejemplarizante frente a esa parte de la sociedad, afortunadamente pequeña, que no entiende que el trabajo de los sanitarios, y especialmente de las enfermeras, debe respetarse de forma escrupulosa", señalan desde el Colegio Profesional en un comunicado al que ha tenido acceso este periódico

El sector considera también que la pandemia fue posiblemente el principal detonante de un problema latente en la Enfermería y que ha sido revelado recientemente por la Organización Mundial de la Salud (OMS), entidad que precisa cómo en España, uno de los países más afectados por esta circunstancia, cerca del 80% de los profesionales de este sector sanitario declaran sufrir síntomas de ansiedad y de hallarse inmersos en lo que se denomina síndrome de ‘burnout’ o del trabajador agotado, ‘quemado’. Una dificultad creciente para el ejercicio de la profesión que eligieron y que ven cómo, de lo que esperaban al finalizar su formación académica a la realidad, hay un mundo repleto de olvidos, frustración y, afortunadamente solo en pocos casos, violencia.

Pese a todo, recuerdan que una enfermera vela por los intereses de los pacientes y de sus familias, y destacan también que esta profesional se encuentra en el corazón de los equipos sanitarios, desempeña un papel fundamental en la prevención y en el tratamiento de las enfermedades y al ser uno de los profesionales más cercanos a la población protagonizan un papel fundamental en el desarrollo de los nuevos modelos de cuidados.

Desde el sindicato Satse, por su parte, denuncian que las listas de espera siguen aumentando, que los centros de salud están colapsados además de que no hay suficientes enfermeras o las que hay trabajan en unas penosas condiciones. Una situación que, en opinión de este sindicato, tiene unas consecuencias son claras:: menos salud, menos seguridad asistencial y menos calidad de vida.

Si bien, aprovechan esta jornada para trasladar a las administraciones y partidos políticos que se puede revertir esta situación a través de la mejora de la realidad profesional y laboral del colectivo sanitario, en general, y de la Enfermería, en particular.