Historia

Desde este impresionante castillo salió Isabel La Católica para ser coronada hace 550 años

Fue en una fría mañana del 13 de diciembre de 1474

Cuadro de la Coronación de Isabel la Católica que está en el Alcázar de Segovia
Cuadro de la Coronación de Isabel la Católica que está en el Alcázar de SegoviaAlcázar de SegoviaAlcázar de Segovia

Transcurría una fría mañana del 13 de diciembre de 1474 y el Castillo más bonito de Europa abría sus puertas para que la princesa Isabel, fuera coronada Reina. Un hecho que ha quedado en los libros de la historia española y que este año tiene más relevancia, ya que se celebra el 550 Aniversario. Para tal efeméride se están llevando a cabo numerosas actividades, sobre todo en la ciudad en la que se celebró esa coronación.

Al morir el Rey Enrique IV, Isabel se proclamó reina de Castilla el 13 de diciembre de 1474 en Segovia, basando su legitimidad en el Tratado de los Toros de Guisando, en el que el monarca e Isabel acordaron que esta última fuera proclamada princesa de Asturias y reconocida como heredera legítima del trono de Castilla, con reserva del derecho por parte de Enrique IV para acordar el matrimonio de Isabel. Todo ello, renunciando a los derechos de su hija Juana «La Beltraneja» sobre el trono. El pacto fue firmado el día 18 de septiembre de 1468, siendo ratificado al día siguiente, 19 de septiembre de 1468, en la explanada de los Toros de Guisando (Ávila) junto a nobles, eclesiásticos y los vecinos de los cercanos pueblos: el Tiemblo, Cadalso de los Vidrios, San Martín de Valdeiglesias y Cebreros.

 

Tras esta coronación estalló entonces la guerra de Sucesión castellana (1475-1479) entre los partidarios de Isabel y los de su sobrina Juana. Pero eso lo dejaremos para otro capítulo, ahora nos centraremos en la coronación, que sucedió en Segovia.

Todo arrancó en el espectacularAlcázar segoviano, que era donde residían unos jóvenes Isabel y Fernando. La fortaleza se construyó en el siglo XII, bajo el reinado de Alfonso VIII, monarca que aportaría una decoración claramente hispano-musulmana de aspecto cisterciense. En la centuria siguiente Fernando III y Alfonso X realizaron varias ampliaciones. El aspecto actual del Alcázar tiene lugar durante los reinados de Juan II y Enrique IV, ya en el siglo XV.

A finales del siglo XVI, durante el reinado de Felipe II, Francisco de Mora reformó el Patio de Armas y sería el encargado de colocar los chapiteles y tejados de pizarra. Debido a las continuas reformas realizadas en el complejo entre los siglos XII y XVI, se pueden apreciar elementos de diferentes estilos artísticos: románico, gótico, mudéjar y renacentista.

 

Consta de un gran perímetro de 728 metros que se adapta perfectamente a la compleja orografía del peñasco rocoso sobre el que se asienta. Se accede salvando el foso de 26 metros de altura a través de un puente de piedra realizado en época de Felipe II y que sustituiría al antiguo puente levadizo de madera.

El castillo segoviano se sitúa alrededor de dos patios: el Patio de Armas y el Patio del Reloj. En los extremos del complejo se hallan dos torres: la torre de Juan II, en la zona de acceso, y la Torre del Homenaje, en la zona más exterior del promontorio. El Alcázar de Segovia es considerado uno de los castillos más espectaculares del mundo. Su arquitectura única, su ubicación estratégica y su rica historia lo hacen verdaderamente inolvidable.

Su gestión es un ejemplo único en materia de difusión y conservación del patrimonio histórico y artístico, con la ventaja de que las visitas generan los ingresos suficientes como para garantizar el mantenimiento, la seguridad y la salvaguarda de un legado histórico que impresiona. Se trata del monumento más visitado de Castilla y León, y uno de los más de toda España. Además cuenta con la declaración de Monumento Histórico Artístico en el año 1931 y Patrimonio de la Humanidad en 1985.

Tras salir del majestuoso castillo, la nueva Reina se trasladó hasta la iglesia de San Miguel, situada en el centro de la Plaza Mayor de Segovia, para recibir la corona. Se trataba del lugar más importante de la ciudad, puesto que en él se impartía justicia y se celebraba el concejo.

 

Tras su coronación como reina, Isabel de Castilla regresó al Alcázar de Segovia pasando por la antigua Catedral, también desaparecida, donde cantó un tedeum. En la ceremonia, a la que acudieron autoridades locales y regionales se entonó la pieza ‘Propiñán de Melyor’ del Cancionero de la Colombina, del hijo de Cristóbal Colón. Además, la historiadora leyó un fragmento de lo recogido en el acta de proclamación.

Este hecho tuvo mucho calado en Segovia, hasta el punto que existe una Ruta turística, que este año tiene más relevancia, ya que se celebra el 550 Aniversario.

El recorrido discurre tanto por la capital como por la provincia segoviana, y permite recordar una época fascinante, recorriendo algunos de los mejores conjuntos históricos y artísticos de toda España, descubriendo auténticos tesoros patrimoniales y naturales.

La ruta comienza en Segovia capital, y más concretamente en el Acueducto continuando hasta la casa de las Cadenas, el palacio real de San Martín, la judería, la casa de Abraham Senneor y la Plaza Mayor terminando en el Alcázar donde el visitante tiene la oportunidad de ver el mural que representa su proclamación y la sala del trono, en la que se muestra el escudo de los Reyes Católicos y el dosel con su lema “Tanto monta, monta tanto”, de profundo significado en los años del reinado de los Reyes Católicos. Desde sus ventanas nos llegará el recuerdo del marqués de Villena, Torquemada, Cristóbal Colón y otros personajes que dejaron su espíritu en rincones escondidos y en monasterios de gran belleza, que se pueden contemplar a los pies de la fortaleza.

 

Tras degustar la famosa gastronomía de la capital segoviana, el viaje continúan por:

Aguilafuente

El Sinodal allí escrito destaca a esta localidad con letras de oro en la historia de la cultura española. El promotor del que fuera el primer libro impreso de España fue el obispo Arias Dávila. La reina Isabel, dejó su huella en Aguilafuente, con su paso por la localidad, en mayo de 1483 camino de Burgos. Durante los años de su reinado se han conservado documentados firmados por la reina Isabel cuyo protagonista es Aguilafuente.

En octubre de 1505 Fernando, ya viudo, se trasladó desde Segovia a Aguilafuente ya que en el Alcázar “las paredes oían”, instalándose en la localidad durante varios días con su secretario y enviando desde aquí varias cartas referentes a los asuntos de Aragón. Coincidiendo con su marcha el 12 de octubre, se firmó por parte de sus representantes y los de Luis XII de Francia, el Segundo Tratado de Blois, en el que entre otras cuestiones, se acordó su matrimonio con Germana de Foix.

 

La ruta permite visita los mismos sitios que la monarca: la Iglesia de Santa María, de origen románico tardío y muy reformada durante el siglo XV, la iglesia de San Juan Bautista, del siglo XII con modificaciones sustanciales hasta el XVI, actual aula arqueológica del vecino yacimiento de la Villa romana de Santa Lucía.

Turégano

El recorrido sigue la estela de la reina Isabel, camino a Turégano, Villa episcopal segoviana por excelencia, donada en el siglo XII por la reina Doña Urraca a Pedro de Agen, primer obispo de la restaurada diócesis de Segovia. En Turégano destaca la figura de Juan Arias Dávila, buen ejemplo de la promoción social a la que llegaron en Segovia muchas familias de conversos durante los reinados de Enrique IV y de los Reyes Católicos. Partidario de Enrique IV, cambió de bando a favor de Alfonso, y luego de Isabel, por haber mandado el rey prender, encarcelar y requisar los bienes a su hermano Pedro. Ambos se refugiaron en el castillo de Turégano.

 

El 4 de enero de 1469, fue el lugar donde se encargó de ejecutar a instancias del arzobispo Carrillo, la falsa dispensa apostólica que eximía a Isabel y Fernando del impedimento canónico para casarse por ser primos segundos. En el castillo estuvo, además, alojado Fernando durante tres días esperando a ser recibido por su esposa Isabel tras su proclamación como reina de Castilla, el 13 de diciembre de 1474 en Segovia. Finalmente el encuentro tuvo lugar el 2 de enero de 1475, momento en el que se negociaron las competencias de cada uno de los monarcas que quedaron recogidas en la Concordia de Segovia.

Castillo de Villafranca en Condado de Castilnovo

Esta fortaleza fue residencia ocasional de los Reyes Católicos en algunos de sus desplazamientos desde Segovia a Burgos. Fernando, mantuvo antes de casarse con Isabel, relaciones con Aldonza Roig de Iborre y Alemani, noble catalana de Cervera, quien se vestía de hombre para acompañarle en sus cacerías, y de quien tuvo dos hijos: Alfonso, futuro Arzobispo de Zaragoza y Virrey en Aragón; y Juana, para quien compró el rey este castillo y el territorio adyacente.

 

Juana de Aragón acompañó en 1507 a su medio hermana, la reina Juana I, en el castillo de Arcos, donde esta mantenía el féretro de su difunto esposo. Fue la segunda esposa de Don Bernardino Fernández de Velasco y Mendoza, Conde de Haro y Condestable de Castilla. De este matrimonio nacería Juliana Ángela de Velasco y Aragón, quien ya viuda obtuvo de su tío Felipe II el título de Condesa de Castilnovo, integrando los términos de La Nava, Torrecilla y Valdesaz.

El aspecto actual del castillo se debe a las restauraciones y reformas realizadas por José de Galofre, pintor y secretario de Isabel II, quien lo adquirió en el siglo XIX, y a los Marqueses de Quintanar, sus propietarios en el siglo XX.

Sepúlveda

Esta localidad es una parada fundamental en la ruta debido a su importancia histórica durante el reinado de Isabel de Castilla. Dentro de su patrimonio destacan los restos de sus fortificaciones medievales (puertas y murallas) y sus iglesias románicas. Sepúlveda se vio afectada de modo directo durante la guerra mantenida entre los partidarios de Enrique IV, y los de su hermanastro Alfonso. Esta lucha continuó posteriormente entre los partidarios de Enrique IV y los de Isabel y Fernando.

 

El firme posicionamiento de Sepúlveda a su favor de Isabel y Fernando, provocó en 1471 como represalia la donación por parte del rey de Sepúlveda y su tierra al Marqués de Villena, cuyas tropas fueron rechazadas en la villa, poniéndose el concejo de nuevo a disposición de Isabel y Fernando e invitándoles a trasladar su corte a la villa. En 1472, Isabel y Fernando acudieron para agradecerle su lealtad, partiendo tras esta estancia a Alcalá de Henares, para encontrarse con el Arzobispo Carrillo.

Monasterio de Nuestra Señora de Los Ángeles de La Hoz, de Sebúlcor

A pocos kilómetros de distancia el visitante puede descubrir las ruinas del monasterio franciscano de Nuestra Señora de la Hoz, un paraje de excepcional belleza, enclavadas en el corazón del Parque Natural de las Hoces del río Duratón, gozando de una de las ubicaciones más privilegiadas del territorio provincial.

El monasterio fue fundado por monjes franciscanos en el siglo XIII, según la tradición sobre una iglesia paleocristiana dedicada a la Virgen y a San Pantaleón. En 1492, estando en Aranda de Duero, la reina Isabel supo la noticia de su derrumbe ocurrido durante una horrible tormenta, salvándose tan sólo la iglesia en la que se había reunido para el oficio de maitines toda la comunidad. Inmediatamente donó dinero para su reconstrucción, por lo que sus armas aparecen muy visibles en la obra.

 

La reina visitó en varias ocasiones el monasterio. Posteriormente acudiría a venerar a la Virgen Felipe II, promotor también de algunas reformas en el templo. El abandono tras la desamortización de Mendizábal en el siglo XIX provocó su deterioro y progresiva ruina. Sus objetos de arte y de culto, se dispersaron, guardándose la imagen de la Virgen en la iglesia de San Justo de Sepúlveda, y uno de sus retablos en la iglesia de San Pedro de Gaillos, en cuyas tablas del siglo XV se viene identificando a dos personajes orantes con el rey Fernando y la reina Isabel.

Cuéllar

Otra localidad importante del camino es Cuéllar, que fue cabeza de los estados de los De la Cueva y de los Duques de Alburquerque. El origen del señorío proviene de una donación de Enrique IV a Don Beltrán de la Cueva, en la cual entregaba la villa y tierra de Cuéllar en 1464, contraviniendo el testamento de Juan II que dejaba sus rentas, más un millón de maravedíes adicionales al año, para el mantenimiento de su hija Isabel, futura reina Católica.

 

Beltrán de la Cueva siempre temió la reclamación de Cuéllar por parte de Isabel, cuando ésta se trasladó junto a su hermano a Segovia, por lo que fortificó el castillo levantando una barrera y demoliendo la iglesia de San Nicolás que se hallaba frente a la fortaleza.

Durante el enfrentamiento de Isabel y Fernando con el rey Enrique por la sucesión al trono, fue partidario Don Beltrán de los primeros, y su lealtad fue premiada con la confirmación de los estados donados por Enrique IV, incluido Cuéllar, en 1476.

Coca

La ruta concluye en la villa de Coca, cuya historia está ineludiblemente vinculada desde el siglo XV a la familia Fonseca, señores de Coca y Alaejos. En la capilla mayor de la iglesia de Santa María fundaron su panteón, uno de los mejores conjuntos del renacimiento castellano, debido a los mismos artistas que realizaron en la Capilla Real de Granada los monumentos funerarios de los Reyes Católicos y de Juana I junto con Felipe el Hermoso: Domenico Fancelli y Bartolomé Ordóñez.

 

Alonso de Fonseca, arzobispo de Sevilla, promovió en su momento el frustrado enlace entre Isabel y Pedro Girón, hermano del Marqués de Villena. Además de éste, hubo otros pretendientes matrimoniales dispuestos por la corte como Carlos Príncipe de Viana, Alfonso V de Portugal, Eduardo IV de Inglaterra, Ricardo de Gloucester, el duque de Berry y Guyena, hermano de Luis XI de Francia.