Sociedad

Incomunicados en la España despoblada: una semana sin teléfono ni internet en el siglo XXI

Son tres pueblos en la Montaña Palentina afectados, Triollo, Vidrieros y La Lastra

Triollo, uno de los municipios palentinos afectados
Triollo, uno de los municipios palentinos afectadosEduardo Margareto/Ical

Los habitantes de Triollo, Vidrieros y La Lastra, en la Montaña Palentina, saben lo que es vivir a 135 kilómetros de la capital y 1.300 metros de altura sin cobertura móvil. Pero desde hace una semana tampoco tienen teléfono fijo ni internet.

"Es como no tener luz o agua caliente", explica a EFE uno de sus vecinos, Fructuoso Díez Martín, que además es concejal en el Ayuntamiento de Triollo, cabecera de los tres municipios que no suman cien habitantes, y no concibe el abandono que sufren los pueblos de la denominada España vaciada.

Para hablar por teléfono ha tenido que salir del pueblo, llegar a la nave ganadera donde cuida a sus vacas y alejarse otros quinientos metros para pillar cobertura y poner voz a la desesperación de sus vecinos.

Es habitual verles, a los vecinos, en el alto de Labarga buscando cobertura porque en estos pueblos, que suman un centenar de habitantes, no hay nunca cobertura móvil. "A eso estamos ya acostumbrados, lo tenemos asumido", afirma Fructuoso Díez. También a quedarse incomunicados y a oscuras cuando la nieve suma centímetros cubriendo calles y carreteras.

Pero desde hace una semana, sin temporal por medio, están sin teléfono fijo y sin internet. "Y no vemos voluntad de solucionarlo", añade este vecino. "La línea es de Movistar, pero ha debido haber una avería en el repetidor de La Lastra y estamos a oscuras", explica el concejal de Triollo.

"Nos cansamos de llamar, todos los vecinos y a todas las horas, para pedir que lo solucionen. Pero ni puñetero caso. Se ve que para esta empresa no somos rentables", continúa.

Es más, asegura que las respuestas no pueden ser más peregrinas: "Nos dicen que las líneas están saturadas, en Triollo, lo que hay que oír, con 70 vecinos", ironiza. "O que nos arreglemos poniendo parabólicas. Si a este paso nuestras casas van a parecer un árbol de Navidad", continúa.

Por eso, pide la urgente intervención de las administraciones públicas, de todas, porque sin su intervención están abandonados y porque deben garantizar la prestación de los servicios esenciales en todos los territorios. "También en la España vaciada de la que tanto se habla en las campañas electorales", sostiene Diez Martín.

Y no hay duda de que hoy por hoy internet es un servicio esencial. Y si no, que se lo digan a los pocos negocios, alojamientos rurales y un hotel restaurante, que se asientan en este paraíso natural a 1.300 metros de altitud que asoma al pantano de Camporredondo, en un paisaje privilegiado estos días incomunicado con el resto del mundo.

Lo explica otra vecina, Montse, que regentaba la casa rural La Parada en Triollo, ahora cerrada. "Nosotros podíamos gestionar el alquiler porque durante la semana vivimos en Palencia y tenemos cobertura", afirma a EFE, recalcando lo complicada que es la vida en Triollo si se quiere tener un negocio.

Y si no, también. Ella va y viene al pueblo. Estaba allí este fin de semana, pero el martes decidió regresar a Palencia porque sin teléfono fijo, ni móvil, ni internet no se puede trabajar.

"Eso le pasa a los jóvenes", añade Fructuoso, que reconoce que para llevar su ganadería puede vivir sin Internet, pero los jóvenes y los negocios no. "La gente que viene a pasar el fin de semana alucina", sostiene.

A veces, no se ve ni la tele, asegura Montse, que ya hace años decidió repartir el tiempo entre Triollo y Palencia para no desesperarse.

Ellos son parte de la vida de estos pueblos que piden soluciones, que se cumplan las promesas que se hacen en campaña, que no se les abandone. "No queremos dar pena. Queremos tener los mismos derechos que los demás", zanja Fructuoso Diez.