Sociedad

El incremento de afiliados convierten a CSIF en la "alternativa real a los sindicatos de clase"

Benjamín Castro reivindica que la voz de los miles de empleados públicos y privados que representa la organización sea escuchada en los máximos foros de la Comunidad

Benjamín Castro atiende a los medios de comunicación
Benjamín Castro atiende a los medios de comunicaciónCSIF

La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) no solo se erige como la primera fuerza sindical en las administraciones públicas, sino que, además, da pasos firmes y sostenidos para situarse como una “alternativa sindical real a los sindicatos de clase” en España, y también en Castilla y León.

Así lo ha señalado Gregorio Pastor, responsable de Empresa Privada de CSIF en Castilla y León, durante las II jornadas autonómicas de empresa privada en la Comunidad, que han servido para revalidarlo en el cargo para los próximos cuatro años.

“Las cifras avalan que sí somos esa alternativa”, ha subrayado Pastor, quien ha expuesto que solo en los últimos cuatro años CSIF ha incrementado en un 34% el número de afiliados en empresas castellanas y leonesas, y en un 20% el volumen de delegados, estando presentes en más de 180 empresas de la Comunidad, entre ellas algunas de envergadura, como Michelín, Renault Horse, Entrepinares, Helios, Grupo Siro, Quirón Ibermutua, Plastic Omnium, Clece o Fico Mirrors.

Este notable incremento en la representatividad de CSIF en las empresas demuestra, a juicio de Pastor, que “hay otra forma de hacer sindicalismo” y que “los trabajadores están satisfechos con la forma de trabajar” de este sindicato que lleva en el ADN la ‘i’ de independencia”.

Consciente de que aún queda mucho por hacer, Pastor ha avanzado que su objetivo es trabajar de forma concienzuda por incrementar considerablemente esa tendencia ascendente en el número de afiliados; “la auténtica gasolina del sindicato”.

Todo con la mirada puesta en contribuir a engrandecer el tejido industrial y empresarial de Castilla y León, algo que pasa, según Pastor, por mejorar los salarios de los trabajadores, cumplir con los planes de igualdad que permitan conciliar la vida familiar y laboral, así como mejorar la prevención de riesgos laborales y, como recalca la vicepresidenta segunda del Gobierno español y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, lograr la reducción de la jornada laboral a las 37,5 horas.

Precisamente en la independencia de CSIF, sin ataduras políticas, es en lo que Pedro Poves, presidente del sector nacional de Empresa Privada, ha fundamentado el éxito del sindicato. En eso y en la “profesionalidad a la hora de negociar los distintos convenios colectivos, además de en la “pluralidad y en la generalidad” que ha llevado a CSIF a estar presente en todos los sectores productivos del país.

CSIF es “la voz legítima” de cientos de miles de empleados y empleadas de la Administración pública y de las empresas privadas de Castilla y León y, por ello, el presidente autonómico de CSIF, Benjamín Castro, ha reivindicado que la Junta de Castilla y León “remiende el error” y “deje de marginar la voz de esos miles de empleados públicos y privados que representa el sindicato en foros de representación institucional como es el Diálogo Social.

Para Castro, es una “grave equivocación” que se utilice como un “cajón de sastre para modificar políticas de todo tipo y en cualquier momento”, cuando, a su juicio, “el Diálogo Social nunca puede suplantar, ni puentear, la negociación colectiva”. En la clausura de las jornadas, además de Poves, ha participado Antonio Miguel Méndez Pozo, presidente del Consejo de Cámaras de Comercio, Industria y Servicios de Castilla y León.