
Sociedad
¿Por qué los de Valladolid llaman cazurros a los de León?
Además cada vez es más común el cántido "Pucelano el que no bote" o "Leonés" el que no bote" en las actividades deportivas y musicales que se celebren en estas ciudades

El distancimiento entre los territorios cada vez es más común. Los nacionalismos cada vez cuentan con más adeptos en España. Los territorios no dejan de mirarse al ombligo y dejar de lado la solidaridad en busca de conseguir lo máximo para sus propios intereses. Todo el mundo conoce la enemistad que se tienen Madrid y Barcelona o Sevilla y Málaga. Pues en Castilla y León también sucede eso entre dos de sus principales ciudades, Valladolid y León. En un término despectivo los vallisoletanos llaman cazurros a los leoneses. Y lo hacen "por su carácter y por defender y mantener su tierra casi sin cambios".
Además es cada vez es más común que en los conciertos musicales o los acontecimientos deportivos uno de los principales cánticos sea "¡Pucelano el que no bote!" si es en León; o "¡Leonés el que no bote!" si es en Valladolid, como se pudo ver en la celebración del ascenso de la Cultural, cuando el propio alcalde, José Antonio Diez, protagonizó el cántico. Además este año esta rivalidad se puede acrecenter tras el descenso del Real Valladolid y el ascenso de la Cultural Leonesa, con lo que sus dos equipos más representativos se verán las caras en la Segunda División del fútbol español.
Estos es en la actualidad, pero para saber de donde viene esta enemistad hay que remontarse hasta la Edad Media. La villa de Valladolid fue fundada por el conde leonés Pedro Ansúrez y por su esposa Eylo Alfonso, oriunda de la localidad leonesa de Sahagún. Fue el rey Alfonso VI de León, apodado «El Bravo», el que encomendó a este matrimonio de origen leonés la expansión del antiguo núcleo de población agrícola y su repoblación tras la conquista cristiana. Durante esa época ya se organizaba en concejo abierto, igual que León, el precedente de las juntas vecinales actuales.
Pero tras su fundación por los condes leoneses y bajo mandato del rey de León, tanto Valladolid como Palencia fueron territorios disputados entre el Reino de León y el Reino de Castilla, ya que este último que nació como un condado leonés terminó convirtiéndose en reino independiente de León. Finalmente, y después de muchos conflictos, quedó intergrada dentro del Reino de Castilla, olvidándose que había tenido una fundación leonesa.
Pero en ciertos momentos de la historia reciente de España, decidieron agregar a la Región Leonesa a Valladolid y Palencia, además de a León, Zamora y Salamanca. Aunque es verdad que durante la mayor parte de la historia se ha considerado a Valladolid como castellana y a la Región Leonesa sólo formada por tres provincias. Sin duda, el conflicto entre ambas ciudades aumentó desde la Transición, ya que se le negó a León a tener su propia autonomía contra el sentir popular del pueblo además de centralizarse todo en Valladolid en detrimento de León.
Además los leoneses siempre se quejan de que todo se lo lleve Valladolid, con lo que es bastante habitual escuchar el ya mítico "Valladolid nos roba". Y es que hay que recordar que las principales sedes administrativas de la Comunidad está situadas en Valladolid, y eso no gusta mucho, ya que consideran que la capital vallisoletana se beneficia, y mucho, de esta circunstancia.
Este es uno de los motivos, incluso puede ser el más importante, de que haya acrecentado el leonesismo hasta el punto de que muchos municipos de la provincia leonesa empezando por la capital, se hayan sumado a la propuesta de la creación de una autonomía propia.
El proceso autonómico leonés es un proceso electoral en curso iniciado el 27 de diciembre de 2019 en el consistorio leonés. Esta votación trata de oficializar la autonomía leonesa, así defendida de manera indirecta en la Constitución Española, y ha sido seguido hasta la actualidad por distintos municipios y localidades de las tres provincias leonesas: León, Salamanca y Zamora. De la misma manera han sido otros municipios los que han votado en contra o se han abstenido.
El 26 de junio de 2024, la Diputación Provincial de León votó a favor de la moción para la autonomía de la Región Leonesa llevado a cabo a través de la corporación leonesista UPL con el apoyo del PSOE de León. Ese mismo día se pronunciaron en su defensa los ministros de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente y de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, aludiendo en ambos casos a la legitimidad de este territorio para configurarse dentro del estado de las autonomías. Hasta el momento se han sumado a esta petición 80 municipios, la mayoría de la provincia de León, pero también hay alguno de Salamanca y Zamora. A ellos se suman 52 juntas vecinales.
Lo que se busca con la independencia de la Región Leonesa es el “revertir la actual situación de agravio de la zona, ya que es la única región histórica de España que no es autonomía”. Este sentimiento se ha reforzado en el año 2019, pero ya en 1984, León intentó separarse de Castilla, aunque recibió la negativa como respuesta. En este entonces, más de 90.000 leoneses salieron a la calle al grito de “León sin Castilla es una maravilla”, y protestaban contra la falta de industria y oportunidades para esta parte de la comunidad, llevándose todos los beneficios Valladolid: “Castilla y León no nos representa, protege ni defiende”. Hoy en día se puede ver por todo el territorio leonés pintadas y protestas con lemas como “León solo” o “Reino de León”, además de señales del Gobierno regional tachadas y escudos de la comunidad con los castillos tachados.
El aspecto identitario es uno los principales en la reivindicación del leonesismo. La comunidad se impuso, no se preguntó al pueblo leonés, es lo que han enfatizado desde la Unión del Pueblo Leonés (UPL), impulsores de la moción. Además, consideran que no hay ningún tipo de identidad que una a los ciudadanos de León con los de Castilla, solamente se unieron por ser vecinos.
También, entra en juego el aspecto económico y, especialmente, el sector industrial. Los leonesistas denuncian la gestión que se ha llevado a cabo en la autonomía, donde se han visto grandes desigualdades. En este sentido, desde UPL han argumentado que mientras el estado de las autonomías se llevó a cabo con el propósito de descentralizar, en Castilla y León solamente sirvió para cambiar el centro, pasando de Madrid a Valladolid.
Los defensores de la separación de León creen que mientras algunas partes de Castilla han crecido y prosperado, como Valladolid, otras han sufrido el detrimento y el abandono, como la zona leonesa. Defienden en que León era la provincia más grande cuando se inició la Comunidad, así como la tasa de actividad de León cosecha hoy los peores datos, y Zamora los terceros, mientras hace cuatro décadas se encontraban a mitad de la tabla a nivel nacional.
A ello hay que sumar la alta tasa de abandono de población hacia otras comunidades, lo que hace descender la tasa de juventud y, con ello, el índice de envejecimiento crece. Actualmente, las tres provincias de la Región Leonesa son las más envejecidas de Castilla y León, mientras que cuando se formó la comunidad ocupaban los puestos segundo, cuarto y séptimo, respectivamente, en términos de envejecimiento.
Y los leoneses, no todos, solo una parte, consideran que la gran culpa de todo esto lo tienen los vallisoletanos, y por ello el distanciamiento entre ambos territorios es mayor, pero esperemos que se queden solo en disputas políticas o en cánticos en los campos de fútbol o en los conciertos.
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