Sociedad

¿Por qué a los vallisoletanos se les llama pucelanos?

Casa Consistorial y Plaza Mayor de Valladolid
Casa Consistorial y Plaza Mayor de ValladolidAyuntamiento Valladolid

Algo originario, relativo a, o propio de la capital española de Valladolid, en España, o se dice de algo que proviene o tiene relación con Valladolid. Esta es la definición de la palabra “pucelano”. Pero ¿por qué a los vallisoletanos se les llama pucelanos? Son muchas las hipótesis sobre el origen de esta denominación.

Una de las teorías más aceptadas es la que vincula el nombre de la ciudad del Pisuerga de una derivación árabe Balad al-Walid («Puebla de Walid», «ciudad de Wallid», en referencia al califa omeya Walid I), o de Vallis Tolitum, un término latino-celta que significa “Valle de aguas”.

Otros apuntan a que procede de “Vallis Olivetvm”, lo que significaría «valle de los olivos» y por otro lado se cree, que analizando el gentilicio vallisoletanos, podría derivar de “Valle del sol”.

Otra hipótesis señala que el origen de esta palabra se sitúa en el siglo XV. Y cuentan que en este siglo caballeros vallisoletanos fueron con sus tropas a Francia, a luchar del lado de Juana de Arco, la “Doncella de Orleans”. En francés, doncella se dice “pucelle”,y en el castellano de la época, la palabra era muy parecida: ‘pucela’. A su regreso, los caballeros contaron sus hazañas con la “Pucela de Orleans”, lo que derivó en el término pucelanos, y Pucela a la ciudad.

 

También se cree que que pudiera venir de «puellicella» (jovencita) o «pullicella» (pulguita), mientras que otra dice que Valladolid se encuentra en un valle y está regada por el Pisuerga, el Esgueva y el canal de Castilla. Sería una charca en un entorno seco. Esa charca se puede llamar poza, o su diminutivo pozuela, del cual derivaría pucela.

El prestigioso etnógrafo Joaquín Díaz defiende una teoría en la que señala que la palabra pucela derivaría de la exclusiva que tuvo la ciudad con los cementos de Pozzuoli (Italia). Puteoli en tiempos romanos, de donde resulta puzolana. Al ser Valladolid la ciudad desde la que se distribuían, se les conocía como pucelanos a los vallisoletanos que entregaban las cargas.

Además, existe hipótesis sostenida por el académico César Hernández que hace referencia al mal olor que en el siglo XVI había en la ciudad como consecuencia de la falta de un sistema de saneamiento adecuado. Esta habla de que el término Pucela está asociado al mal olor que provocaba el Río Esgueva antiguamente, algo que Quevedo por ejemplo menciona con lenguaje en clave en algunos de sus escritos.

Por último, el catedrático de Historia Contemporánea César Almuiña concluye que «Pucela» y «los pucelanos» son una «invención del siglo XX».

“Grito de Guerra” del Real Valladolid

Además ¡¡¡¡PUCELA!!!! ¡¡¡¡PUCELA!!!! es el grito más escuchado en el Estadio de Fútbol José Zorrilla para animar al conjunto blanquivioleta, que este año volvió a la Primera División, y que necesita del empuje de su afición para poder salvar la categoría, y seguir en el lugar que se merece.

El Real Valladolid celebra el ascenso a Primera División
El Real Valladolid celebra el ascenso a Primera DivisiónPHOTOGENIC PRAgencia ICAL

Historia de Valladolid

Para conocer el origen de Valladolid es necesario remontarse al año 200 a.C., de cuando datan los primeros asentamientos en la zona. Los primeros en habitar el territorio de la actual Valladolid fueron los vacceos, que fundaron un poblado llamado Pintia.

Este grupo no nómada llegó a la Península Ibérica desde el norte de Europa y dejó importantes vestigios en Padilla de Duero, una localidad vallisoletana que hoy alberga un yacimiento arqueológico dedicado a los vacceos.

La fundación de la ciudad

Junto a la Iglesia de La Antigua de Valladolid se han hallado restos arqueológicos de una antigua villa romana que data de los siglos I, II y III d.C. Además, varias excavaciones realizadas cerca de la calle Santiago han revelado mosaicos romanos de gran valor.

Sin embargo, la fundación de Valladolid como la ciudad que conocemos hoy en día no llegó hasta el año 1074, cuando el rey Alfonso VI donó la Plaza Mayor alConde Pedro Ansúrez. Este noble impulsó su desarrollo en base a los privilegios y franquicias concedidos por los reyes de León y de Castilla. Tras la fundación de Valladolid, el Conde Ansúrez hizo construir la Iglesia de La Antigua, uno de los símbolos de Valladolid.

 

Valladolid en la Edad Media

Desde la invasión musulmana de la península hasta el siglo X, Valladolid y toda la Ribera de Castilla vivieron un largo periodo de despoblación, que fue progresivamente mejorando a principios del siglo XI.

En 1208, Valladolid fue incorporada a la corte de Alfonso VIII y se convirtió en el centro cultural de Castilla experimentando un rápido crecimiento, favorecido por los privilegios comerciales otorgados por Fernando III, Alfonso X y la reina regenta María de Molina.

Gracias a una bula otorgada por el Papa Clemente VI, en 1346 se creó la Universidad de Valladolid, una de las primeras de España. Varias décadas más tarde, la Audiencia de Castilla se instaló en Valladolid. En 1412 se decretó la segregación de los judíos y se creó un barrio para ellos, el “barrio nuevo” hoy desaparecido, que se ubicaba en el corazón del Valladolid actual.

Acontecimientos históricos en Valladolid

Los siglos XVI y XVII fueron claves en la historia de Valladolid. El 19 de octubre de 1469 los Reyes Católicos celebraron su matrimonio secreto en el Palacio de los Vivero de Valladolid.

Después de establecerse en Valladolid el Tribunal de Chancillería, llegó a Valladolid la Inquisición, dando lugar a la celebración de famosos autos de Fe en la Plaza Mayor.

Uno de los personajes ilustres de Valladolid fue Cristóbal Colón, que pasó aquí los últimos años de su vida hasta su muerte en el año 1506. Al conquistador le seguiría el literato español más famoso de todos los tiempos: Miguel de Cervantes. El célebre escritor se trasladó a la ciudad del Pisuerga para escribir sus novelas más reconocidas, entre ellas El Quijote, que se publicó por primera vez en Valladolid en el año 1604.

 

Valladolid, capital de España

En el año 1601, la historia de Valladolid dio un giro inesperado. El valido de Felipe III, el Duque de Lerma, movió hilos para traer la Corte de Madrid a Valladolid. Desde 1601 a 1606, Valladolid se convirtió en la capital del Imperio. En este periodo la ciudad ganó importancia a nivel internacional y por sus calles y plazas se pasearon los más célebres autores de la Corte, como Góngora, Quevedo o el citado Cervantes.

En 1606 se trasladó la capital a Madrid. La pérdida de la Corte supuso un gran cambio para la ciudad, iniciándose una época de decadencia de la que no se recuperaría hasta mediados del siglo XIX.

Industrialización

Valladolid fue ocupada por los franceses en 1808 y liberada por el ejército mandado por Wellington en julio de 1812. La llegada del ferrocarril, en 1860, supuso un primer paso para su industrialización. En ese año contaba con 43.350 habitantes y desde entonces su crecimiento ha sido lento pero continuo.

Alrededor de 1900, las harineras, el textil, las fundiciones, las fábricas de papel y el tratamiento del algodón, dieron lugar a una clase pudiente cuyas casas levantadas en las calles de Miguel Íscar y Acera de Recoletos son muestras vivas del esplendor de su pasado. Esta pujanza coincide con Don Miguel Íscar en la alcaldía, el alcalde más recordado por los vallisoletanos.

 

En la guerra civil, Valladolid, siendo uno de los 12 centros de levantamiento militar, fue bombardeada por el ejército republicano. Al acabar la guerra, la instalación de grandes fábricas, Nicas en 1939, Fada, Endasa, Tafisa, y sobre todo la Fasa Renault en 1953 y la Sava en 1957, provocaron un importante crecimiento demográfico y urbanístico.

El fuerte desarrollo de los años 50 ocasionó a Valladolid la mayor pérdida de patrimonio urbano de España. En el casco viejo de la ciudad edificios antiguos, conventos e incluso palacios de época renacentista fueron derribados para construir bloques de pisos que modificaron el casco histórico de la ciudad.

Valladolid en la actualidad

Hoy en día, Valladolid es una ciudad moderna de 298.800 habitantes que mira al futuro con ilusión. Sus eventos más famosos, la Semana Internacional de Cine (Seminci) y la Semana Santa, atraen cada año a miles de visitantes, que terminan por enamorarse de la ciudad gracias a su patrimonio y a su famosa gastronomía.