Turismo

Las mejores escapadas por Castilla y León para los madrileños en el "Puente" de mayo

Lugares que aúnan naturaleza, patrimonio y gastronomía, que aseguran diversión, y que se pueden visitar en solitario, con amigos, en pareja o con la familia

Panoramica de la villa segoviana de Sepúlveda, ubicada junto al Parque natural de las Hoces del Duratón, que recibirá 148.000 para depuración de sus aguas residuales
Panoramica de la villa segoviana de Sepúlveda, ubicada junto al Parque natural de las Hoces del Duratón, que recibirá 148.000 para depuración de sus aguas residualesLa RazónLa Razón

Se acerca el mes de mayo, y con él, no solo el buen tiempo primaveral, sino una época especial para las escapadas de fin de semana, o como es el caso, para disfrutar de un "Puente", como suele ser siempre el del Primero de mayo para los madrileños, que este año es más bien un "macropuente" que empezará el martes por la tarde y se prolongará hasta el domingo. Cinco días para desconectar del mundanal ruido y cargar las pilas para afrontar los meses que restan hasta las vacaciones de verano.

Desde estas líneas de La Razón queremos lanzar varias ideas de escapadas que los madrileños pueden hacer en Castilla y León. Tres provincias más o menos cerca, a menos de dos horas todas ellas en coche e incluso mucho menos en algún caso, para que gocen los cinco sentidos. Son rutas que aúnan naturaleza, patrimonio y gastronomía, que aseguran diversión, y que se pueden visitar en solitario, con amigos, en pareja o con la familia.

Sepúlveda (Segovia)

En apenas una hora y cuarto un madrileño se puede presentar en coche en uno de los pueblos más espectaculares y bonitos de ver en la España del interior: Sepúlveda. Una villa medieval situada en tierras segovianas, encajonada entre los cerros de Somosierra y la Picota, y que está considerada como uno de los pueblos más bonitos de España por lo que, como tal, pertenece a la Asociación que los declara, y que el viajero debe conocer en algún momento de su vida además de recorrer sus empinadas calles y plazas, contemplar la muralla o conocer por dentro sus iglesias románicas.

Sepúlveda es conocida también como la villa de las siete puertas, por los accesos de su muralla (Puerta del Ecce Homo o del Azogue; Puerta del Río; Puerta de la Fuerza; Puerta del Postiguillo; Puerta de la Judería; Puerta de Duruelo; Puerta del Vado), o como la Villa de las mil miradores, por su privilegiado entorno natural para la contemplación y práctica de senderismo.

Sepúlveda aúna historia, arte, gastronomía, naturaleza, cultura inmaterial y cultura viva como ninguna otra localidad en este país llamado España. De hecho, hay quienes van más allá y consideran que este municipio segoviano es el museo vivo más grande del mundo. así como por sus empinadas calles, vimos su muralla, iglesias románicas y plazas

Otra de las singularidades de Sepúlveda es su paisaje, condicionado por su geología, ya que esta Villa segoviana está situada entre barrancos, fruto de la erosión del río Duratón, que nace en Somosierra, y avanza en su recorrido hasta que se encaja en las calizas sepulvedanas.

Plaza Mayor de Sepúlveda
Plaza Mayor de SepúlvedaLa RazónLa Razón

La fauna es abundante, con las aves como protagonistas con el buitre leonado a la cabeza. Y es que las Hoces del Río Duratón, declarado Parque Nacional, albergan una de las mayores reservas existentes en España de este majestuoso rey de los cielos. Pero lo mejor de todo, es la facilidad que hay para poder disfrutar de ellas con la vista.

Y antes de llenar el estómago con un típico cordero lechal de la zona, lo primero que hay que hacer en Sepúlveda es pasear y disfrutar de esta villa medieval de sus calles y callejuelas del casco antiguo que apuntan al cielo; de sus casas palaciegas, como La casa de los Proaño o la Casa del Moro, que destaca por su fachada plateresca con la cabeza de un moro en su frontón que hace referencia a la toma de la villa por el Conde Fernán González; o de su preciosa Plaza Mayor situada junto al antiguo castillo y las murallas, donde puede verse una de las siete puertas de acceso a la ciudad: la del Ecce Homo.

El castillo es visita obligada en la actual Plaza Mayor así como la Iglesia de Nuestra Señora La Virgen de la Peña, un santuario románico datado en el siglo XII que se encuentra situado sobre una de las Hoces del Río Duratón. Pero la principal iglesia románica de esta Villa segoviana es la del Salvador, primera también de la provincia de Segovia, ya que data de finales del siglo XI y declarada Bien de Interés Cultural.

Y en la Casa del Parque de las Hoces del Duratón se encuentra otra joya románica como es la Iglesia de Santiago, en cuyo interior también se conserva una necrópolis del siglo X

Peñafiel (Valladolid)

En pleno corazón de la Ribera del Duero se encuentra la localidad vallisoletana de Peñafiel, que hace apenas unos días se que ha quedado cerca de haber sido considerada como la capital del turismo rural en España en el prestigioso concurso que organiza la web especializada EscapadaRural.

Su meritorio cuarto puesto convierte a Peñafiel, sin embargo, en un lugar de obligada visita para aquellos que gusten del buen vino y quieran desconectar unos días visitando algunas de las bodegas más importantes del mundo como Protos o Pago de Carraovejas, en plena Milla de Oro del Vino, y otras típicas donde se enseña cómo se hacía el vino antes y con entretenimiento, como es la Bodega La Olmilla, o empapándose de una zona que es parte importante de la historia del Reino de España.

No en vano, se trata de una Villa con más de mil años de historia, cuna también del infante Don Juan Manuel, notable escritor, sobrino de Alfonso X "El sabio" y nieto de Fernando III "El Santo", y una zona en la que se asentaron los vacceos.

Los madrileños tienen a este municipio a apenas una hora y media en coche o menos, yendo por la A-1. Entre las bondades que ofrece este municipio ribereño se encuentra, sobre todo, su medieval castillo. Monumento Nacional desde hace ya más de cien años, que se encuentra en los alto protegiendo a peñafielenses y turistas y en cuyo interior, además, esta la sede del Museo Provincial del Vino de Valladolid. Una fortaleza que ofrece unas magníficas vistas a los valles que rodean la localidad, y que ha sido reformado hace unos meses ofreciendo una visita integral al mismo.

Peñafiel cuenta con un patrimonio religioso de enjundia, con la Iglesia-Convento de San Pablo de estilo gótico-mudéjar, donde descansan los restos del autor de El Conde Lucanor; la iglesia de San Miguel de Reoyo; el convento de Las Claras, que acoge un hotel de cuatro estrellas; o la iglesia de Santa María, sede del Museo de Arte sacro

El turista puede ver la Casa Museo de la Ribera, uno de los mejores ejemplos de arquitectura tradicional conservados, donde un grupo de actores sitúa al visitante en una casa de principios del siglo XX, pero también y sobre todo pasear por su casco histórico y por el paseo del Vino que une la Plaza España con la Plaza del Coso, donde se celebran los festejos taurinos de mayo y de las fiestas patronales de agosto además de la Bajada del Ángel del Domingo de Resurrección, declarada de Interés Turístico Nacional, y numerosas actividades culturales durante todo el año.

Pero Peñafiel tiene una gastronomía espectacular, con el lechazo o cordero lechal al horno de leña como plato estrella, en asadores de relumbrón como Mauro, El Corralillo, El Molino de Palacios, Restaurante María Eugenia o El Lagar de San Vicente, por citar algunos, sin olvidar el pan de coscoja de aceite típico elaborado con cereal de la zona.

Vista área del casco histórico de Peñafiel con su medieval castillo en lo alto
Vista área del casco histórico de Peñafiel con su medieval castillo en lo altoSeventheLa Razón

Sierra de Gredos (Ávila)

Para los amantes de la naturaleza, la Sierra de Gredos es el lugar. En apenas dos horas se llega desde la capital de España a este espectacular enclave de la naturaleza que mantiene una estrecha relación con los madrileños.

Primero, porque parte de esta cadena montañosa está dentro de la Comunidad Autónoma madrileña, pero el principal motivo es que un gran porcentaje de sus visitantes, sobre todo en verano, proceden de la capital del Reino, que buscan en tierras abulenses una escapada de fin de semana a una casa rural o para unas pequeñas minivacaciones de un "Puente" como este del Primero de Mayo. Da lo mismo la zona norte o la sur, puesto que ofrece numerosas actividades lúdicas y de naturaleza, además de una gastronomía estupenda, para hacer de estas fechas un momento inolvidable.

De visita obligada en la Sierra de Gredos están los cinco pueblos que forman parte de la denominada comarca natural del Barranco de las Cinco Villas, catalogada como Paisaje Pintoresco con la condición de Bien de Interés Cultural desde 1975: Mombletrán, con su espectacular Castillo de los duques de Alburquerque del siglo XV, su iglesia de San Juan Bautista, de los siglos XIV y XV o los yacimientos de poblados vetones y visigodos; Cuevas del Valle, en pleno Valle del Tiétar, donde el turista puede encontrarse aún numerosas muestras de la arquitectura tradicional de la zona en su casco antiguo que invita a pasear y disfrutar con tranquilidad de su destacado patrimonio histórico-artístico muy bien conservado en el que sobresale la iglesia de la Natividad de Nuestra Señora, el Rollo de piedra, datado del año 1695, reconocido como Bien de Interés Cultural y que es el símbolo de la independencia del Señorío de Mombeltrán, o la calzada romana que conectaba la Meseta Norte con el Valle del Tiétar; Santa Cruz del Valle, sin lugar a dudas el municipio de esta comarca que ofrece las mejores vistas del Barranco y donde cualquier punto del municipio sirve de mirador.

Las pinturas murales de sus fachadas ponen la nota original al pueblo que ofrece al viajero unos lavaderos públicos construidos en granito que invitan al recuerdo de otras épocas y su ermita de San José además de su rollo o picota; San Esteban del Valle, con su calzada romana del puerto del Pico, un camino usado desde tiempos antiguos para comunicar las dos submesetas; los yacimientos arqueológicos de Ulaca en las primeras estribaciones de la cara norte de la Sierra de la Paramera o el castro de El Raso, donde se pueden ver pinturas rupestres en el camino que asciende hasta el "Collado Braguillas;y, finalmente, Villarejo del Valle, para recorrer sus callecitas de sabor popular con el telón de fondo del Torozo. la ermita de Nuestra Señora de Gracia, la de San Antón, la iglesia de San Bartolomé o los monumentos a la cabra montés y a los arrieros, son parte del amplio y variado patrimonio que existe en esta localidad situada a 825 metros de altitud.

La Sierra de Gredos se disfruta en cualquier estación del año, ya sea en otoño para recoger setas y otros frutos; en invierno para disfrutar de una casa rural y el calor de la chimenea mientras se disfruta de un buen plato de cuchara de la zona; en verano para refrescarse en una de sus frías pozas; y, sobre todo, en primavera, por la explosión de su vegetación.

Una actividad para hacer con niños es la ruta de la laguna grande de Gredos, de unos 13 kilómetros de longitud, ideal para iniciar a los niños en la alta montaña, ya que cuenta con buen acceso y una dificultad moderada, en la que se pueden disfrutar de unas vistas impresionantes. Se puede hacer en dos horas y media. Además, se puede realizar por etapas sin tener por que llegar hasta la laguna grande para poder disfrutar de unas fantásticas vistas de la sierra de Gredos.

La Sierra de Gredos ofrece rutas a caballo, tiro con arco, paintball, rapel, piragüismo, parapente, parques de cuerdas y bicicleta de montaña, que permite disfrutar de las cinco villas que se alzan junto al Valle del Tiétar, pero también ofrece una espectacular contemplación de estrellas gracias a la escasa contaminación lumínica de la zona, y donde el cielo está despejado más de 215 días al año. De hecho, Gredos cuenta con la certificación Starlight, y los más pequeños de la casa pueden deleitarse con un cielo realmente único. De hecho, es un lugar privilegiado en el que se pueden observar hasta 2.500 estrellas con solo mirar hacia arriba.

También están las rutas ornitológicas de la Sierra de Gredos, y es que gracias a la gran variedad de árboles y escenarios presentes, la diversidad de aves para observar es muy amplia y variada y no deja indiferente a nadie.

Castillo de Mombeltrán
Castillo de MombeltránJ. B.

En esta zona del Parque Regional de la Sierra de Gredos se pueden contemplar grandes extensiones de monte en flor, con el Circo de Gredos como telón de fondo. Las 23 variedades de piorno combinan tonalidades de color y unos aromas únicos que perduran en la zona durante dos meses. Se pueden recorrer 26 pequeños pueblos y disfrutar de la floración del piorno desde más de 60 puntos de observación. El piorno, es un recurso natural de gran belleza y muy extendido en la zona.

Las variedades de piornos, así como la diversidad de hábitats en función de la altura, orientación y tipos de vegetación, hacen que en realidad el espectáculo de la floración del piorno dure alrededor de cinco meses y se muestre cambiante en función de las especies que florecen a cada momento