Sociedad
"El Niño de la Capea", Premio Castilla y León de Tauromaquia 2022
Además, la gimnasta leonesa Carolina Rodríguez se alza con el galardón del Deporte
Pedro Gutiérrez Moya, ‘El Niño de la Capea’, ha sido reconocido con el Premio Castilla y León de Tauromaquia en 2022. El jurado ha acordado, por unanimidad, concederle este galardón por “su impresionante carrera artística y profesional, y por constituir un referente tanto en Castilla y León, como en toda España e Hispanoamérica, especialmente en México”.
El jurado “quiere, además, destacar su apuesta, como ganadero salmantino, por un encaste singular, el Murube, logrando importantes éxitos con esta línea ganadera en plazas de especial relevancia tanto en la lidia a pie como a caballo. ‘El Niño de la Capea’ es, además, un ejemplo vivo de los valores de esfuerzo, superación personal, sacrificio, entrega y dedicación”.
Por último, “también se ha valorado que este matador de toros, que en 2022 ha cumplido las bodas de oro de su alternativa, continúa desarrollando una valiosa actividad como divulgador de la Fiesta y de los valores humanos que ésta conlleva, transmitiéndolos con pasión a su familia y a toda la sociedad”.
En 2022 cumplió medio siglo de alternativa, una efeméride que celebró con una esporádica reaparición por un día, vestido de luces en Guijuelo (Salamanca) y dentro de un festejo en el que tuvo como rivales a su hijo, Pedro Gutiérrez Lorenzo 'El Capea', ya a su yerno, Miguel Ángel Perera.
A sus setenta años de edad, el próximo septiembre sumará uno más, continúa como un firme divulgador de la fiesta brava "y de los valores humanos que ésta conlleva, transmitiéndolos con pasión a su familia y a toda la sociedad", añade el fallo. Además de Rafael Cabrera han formado parte del jurado Encarnación Martín, profesora de Ciencias y Técnicas Historiográficas (Universidad de León); Noa Carballa, subdirectora de Comunicación de la Universidad Pontificia de Salamanca; Elena Salamanca, periodista de Antena 3 Noticias; y María Cristina Asensio, profesora de Economía Financiera (Universidad de Salamanca).
Después de una fulgurante etapa como novillero, El Niño de la Capea se doctoró el 19 de junio de 1972 en Bilbao, de manos de Paco Camino y en presencia de Paquirri. Al año siguiente confirmó en la México y en 1974 en Madrid, nuevamente con Paquirri como fedatario de la ceremonia que ofició Palomo Linares.
Hasta el 14 de septiembre de 1988, ha permanecido dieciocho temporadas en activo, seis de ellas como líder del escalafón en España (1973, 1975, 1976, 1978, 1979 y 1981) con frecuentes y recordadas rivalidades con su Julio Robles y José María Manzanares. Pedro Gutiérrez ha pasado a la historia por ser el único diestro español que ha cortado un rabo en la Plaza México, el astado de nombre "Manchadito", herrado en el potrero de Pedro Garfias.
Un año antes de retirarse se inscribió en 1987 como ganadero quien también ha cruzado la puerta grande de Las Ventas en cinco ocasiones, títulos que jalonan la trayectoria de aquel matador de cara aniñada que a una edad muy temprana jugó al toro en la placita de la Capea, de la que tomó nombre artístico, en el barrio salmantino de Chamberí, informa Efe.
Deportes
Además en la categoría de Deportes, la gimnasta leonesa Carolina Rodríguez Ballesteros ha sido reconocida con el Premio Castilla y León del Deporte 2022. El jurado acordó, por unanimidad, concederle este galardón porque “ha sido tres veces olímpica y es la gimnasta individual que más veces ha sido campeona de España, contando todas las categorías, con doce títulos".
Valoran también que “es la gimnasta que ha sido más veces campeona de España en el concurso general de la categoría de honor, con nueve títulos”. Con la selección de Castilla y León ganó la Copa de la Reina en nueve ocasiones (2008-2016) y ha obtenido además las medallas de oro y bronce en los Juegos del Mediterráneo.
El jurado quiso también destacar “su resiliencia deportiva frente a las dificultades, volviendo a ser olímpica años después de plantearse seriamente su retirada gracias a su perseverancia y a su amor a la gimnasia rítmica, convirtiéndose en la única gimnasta del mundo en competir en unos Juegos Olímpicos con 30 años”. Finalizó así su carrera con un diploma olímpico en Río 2016, en la que fue la mejor clasificación de su trayectoria. "Con ello, Carolina ha roto con todos los prejuicios y estereotipos sobre la edad en el deporte", apunta el jurado, que ha tenido igualmente en cuenta "su compromiso, como deportista, con la comunidad de sordos". Por otra parte, Carolina Rodríguez entrenó en sus últimos años como olímpica en el Club Ritmo de León, "convirtiendo a Castilla y León en una referencia nacional en el mundo de la gimnasia rítmica".
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